28 septiembre 2018

Torre de Salinas y Peña Remoña desde Valcabao

Dos años llevaba yo a vueltas con la Torre de Salinas. Dos años en los que por una razón o por otra, siempre se iba quedando para mejor ocasión, hasta que por fin, me decidí. Preparé viaje - que acercarse hasta Valcabao, no es algo para hacer todos los días - y por fin conseguí la ansiada cumbre. La ruta, corta y más rápida de lo que inicialmente pensaba, me permitió alargar la jornada con la consecución de la línea de cumbres que cierran la vega de Liordes por el sudeste, las de Tiro Pedabejo, Peña Regaliz, Torre Alcacero y Peña Remoña, para rematar una jornada redonda en la que solo la amenaza de tormenta puso algo de incertidumbre.

17 septiembre 2018

Mexón de La Zorera desde Sama de Grado

Sería el compañero Diego quien me diera a conocer esta cascada de la que no había oído hablar. Un trayecto desde Sama, corto y de poco desnivel, hacía presagiar un agradable paseo hasta la cascada del Mexón de la Zorera, una preciosa cola de caballo en un entorno espectacular. El aviso de que solía haber mucho barro no nos preparó para lo que nos esperaba. Un barrizal como no tengo cruzado otro igual, menos en pleno mes de agosto, lo que quizás haga que no sea la mejor ruta para llevarse a los críos.

12 septiembre 2018

Gildar y Gabanceda desde Casasuertes

A principios de verano recorríamos el tramo de Cordillera Cantábrica que separa los puertos de Valdemagán y Pontón, coronando las cumbres de Peña Negra, Peña Prieta y Pozúa. En esta ocasión seguiríamos ampliando el conocimiento de la cordillera hacia el este con el siguiente tramo, el que separa los puertos de Panderrueda y Pandetrave pero saliendo del pueblo de Casasuertes, en una larga ruta que nos llevaría a coronar las cimas del Cebolleda, Gildar, los Verdes del Cable y Gabanceda.

03 septiembre 2018

Torre Blanca por la Jenduda y el Hachero

En 1994 había ascendido por primera y única vez a la cumbre de la Torre Blanca, el techo de Cantabria. Hacía ya 24 años de aquello y tocaba volver. En esta ocasión lo haría además aprovechando para conocer la Canal de la Jenduda por la que subiríamos y la Senda del Hachero por la que bajaríamos, cerrando de esta forma una ruta sin duda dura por la distancia y sobre todo el desnivel, pero que son de esas jornadas que guardarás en la memoria durante mucho tiempo, quien sabe si otros 24 años.