Para nuestra última jornada por Gredos habíamos previsto el ascenso a La Mira, pero subir por la vertiente de Los Galayos nos obligaba a un largo camino de regreso a casa, así que sobre la marcha buscamos alternativas y rápidamente surgió la idea del Canchal de la Ceja, techo de Salamanca, que podía unirse fácilmente con la cumbre de El Torreón, techo de Cáceres. No dejaban de ser dos nuevas cumbres en el Sistema Central, por lo que no desvirtuaba nuestro periplo y además, nos pillaba de camino de regreso a Asturias. Para remate nos permitiría dar un paseo por Candelario, un pueblo al que siempre apetece volver.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 25/07/2024
- Zona: Sierra de Bejar. Sistema Central
- Municipios: Candelario (Salamanca), Tornavacas (Cácaeres), Solana de Ávila (Ávila)
- Inicio/Fin: Plataforma del Travieso
- Distancia: 15 Km
- Desnivel máximo: 580 m
- Desnivel acumulado positivo: 970 m
- Tiempos: 5 y 1/2 horas
- Dificultad: Moderada. El ascenso al Canchal de la Ceja no presenta absolutamente ningún problema. No obstante, alcanzar el Torreón supone cruzar el Tranco del Diablo, una especie de chimenea equipada a modo de ferrata con escalones y una cadena. Sencillo, pero a tener en cuenta.
- Track: canchal-de-la-ceja-y-el-torreon-desde-plataforma
Subimos el coche hasta el aparcamiento de la Plataforma del Travieso, por encima de Candelario, que estaba bien animado, con varias furgonetas que parecían haber dormido allí, aunque luego por arriba, tampoco veríamos tanta gente.
Ya a pie de coche se tiene una preciosa vista sobre el embalse de Navamuño.
Desde la Plataforma arrancan varias sendas, todas muy trilladas, que ascienden por la despejada ladera. Tomamos por una de ellas. Ni siquiera sería la misma por la que bajaremos. En todo caso, no hay problema ya que tan solo se trata de ir ganando metros en la vertical del aparcamiento.
Poco a poco vamos ascendiendo y ya vemos Bejar a la derecha del embalse. Al fondo y pese a la calima que había, se distinguen los montes de la Sierra de Francia, en el entorno de La Alberca.
Tras unos primeros metros realmente duros, la pendiente suaviza, a lo que ayuda que la senda va a ir trazando alguna zeta.
De momento la sierra es una monocorde ladera recubierta de monte bajo, pero al ganar altura empezamos a ver la quebrada cresta de la zona alta.
Casi a punto de ganar la zona alta pasamos por una estupenda fuente en la que cargamos agua. Luego ganamos la parte cimera de la sierra, muy plana.
La parte alta no solo es plana, además presenta un aspecto casi lunar. Un desierto casi despejado casi por completo de vegetación.
Nuestro camino hacia el Canchal de la Ceja paso al pie mismo de la modesta cumbre del Calvitero, al que no nos resistimos a subir. Cuenta con buzón de cumbres y desde su cima vemos ya el Canchal de la Ceja, con varios neveros en su cara norte.
Nuevas vistas sobre Bejar y al fondo la Sierra de Francia.
El Canchal de la Ceja. Desconozco el origen del nombre, pero visto desde aquí la silueta de la cresta cimera, semeja efectivamente a una ceja.
Descendemos del Calvitero y nos vamos acercando al Canchal de la Ceja, debiendo cruzar un largo tramo de cuerda, perdiendo algo de altura.
Senda muy marcada y jalonada por hitos ciclópeos.
La cara norte del Canchal de la Ceja. La senda bordea durante un tramo la parte más agreste para entrarle por la derecha.
Y cumbre del Canchal de la Ceja, techo de Salamanca. Nos sorprende la falta de algún tipo de buzón de cumbres. Tan solo un modesto hito de piedras marca la cima.
Al norte, a lo lejos, vemos el Calvitero (flecha) de donde venimos.
Y al sur, el Torreón, hacia donde iremos.
Paramos a picar algo en cumbre, viendo la agreste cara norte, que nada tiene que ver con lo que hemos venido recorriendo, y al pie de la cual se localizan las lagunas del Trampal.
Al fondo, una más hacia la Sierra de Francia.
Y tirando de zoom y pese a la calima que comentaba, el sector central de Gredos, con el Almanzor y La Galana.
Se estaba bien en cumbre. Incluso fresco. Nada que ver con los calores sufridos los días anteriores por Gredos. Tras un rato seguíamos ruta, hacia el sur, hacia el Torreón.
El extremo sur de la sierra gana en espectacularidad. Terreno más rocoso y mucho más agreste, con cortes, agujas y fuertes caídas.
Al oeste y bajo nosotros vemos las Charcas de Venerofrío, por donde llegamos a plantear hacer la vuelta, aunque al final lo descartamos.
Desde el Canchal de la Ceja hay que perder una buena pila de metros hasta una amplia collada que separa el extremo sur de la sierra, tras la cual toca remontar hacia la cumbre de Talamanca.
Casi llegando al Talamanca nos cruzamos con un solitario montañero. Es un compañero alicantino con el que habíamos estado en el Almanzor y que estaba haciendo los techos de España. Allí paramos a charlar con él, mientras veíamos al fondo la Laguna del Duque, con otras de menor tamaño por encima.
Nos despedimos del alicantino y mientras mis compañeros siguen hacia el Torreón, cuya cima ya vemos claramente (círculo), yo subo en un momento a la cumbre de Talamanca, donde confluyen las provincias de Salamanca, Cáceres y Ávila.
Dejo la cumbre del Talamanca y me reúno con mis compañeros.
Llegamos al paso del Tranco del Diablo. De llegada impresiona un poco, pero luego resulta sencillo al estar equipado con varias grapas a modo de escalones y una cadena. Lo más complicado puede que sea la entrada.
Ser es un paso muy chulo.
Y en unos pocos metros alcanzamos la cima del Torreón, que en algunos mapas veo como el Calvitero, techo de Cáceres. En contraposición a lo que ocurría con el Canchal de la Ceja, aquí la cima está bien señalizada con un vértice geodésico colocado sobre una enorme torre.
Al fondo, Gredos.
Al sur de la sierra se abre el valle del Jerte
En el fondo del mismo, el pueblo de Tronavacas.
El extremo sur de la sierra.
Al lado contrario vemos el arroyo por el que desaguan las lagunas de Venerofrío.
Vistas hacia el Canchal de la Ceja.
Pues nada. Al final volveríamos por el mismo itinerario, así que de momento, vuelta al Tranco del Diablo.
Mis compañeros subiendo por el paso, para dar idea del tamaño del mismo.
De vuelta hacia el Canchal de la Ceja, aunque no pasaríamos por su cumbre, ya que la dejaremos a la derecha, cortando a media ladera.
Pararíamos a comer en la fuente, y después para abajo, de regreso al aparcamiento de la Plataforma del Travieso.
Junto al coche, el habitual cambio de ropa y de momento para Candelario a dar una vuelta por el pueblo y tomar una cerveza. Después nos quedaba el viaje de vuelta a Asturias. Os dejo el track.
Cienfuegos
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