
Hace unas semanas el amigo Sito realizó una ruta sencillamente increible que nos recordó a Jonatan y a mi que teníamos pendiente la visita a Llué, así decidimos intentar (y digo intentar) repetir la ruta de Sito, y con esa idea nos juntamos Alex, María, Jonatan y yo mismo. De mano el día no amaneció bueno. En Cangas de Onís vimos que estaba cubierto por encima de unos 1.500 m y tiraba bastante aire. De manera que sabiendo como es la arista que separa el Niajo del Pozalón, como que no apetecía intentarla con niebla y viento, así que de mano ya decidimos hacer la ruta a la inversa de como se había programado, es decir, empezando en Puente Vaguardo y acabando en Ribota, esperando que el día mejorase por la tarde.