Había ascendido a Cabezu Llerosos desde La Molina y desde Ercina. Por su parte el Cuetón lo tenía hecho desde Inguanzu y desde Poncebos. Sin embargo no conocía yo aún Pregüeles ni las Envernadas, un par de sitios de esos por encima del Cares, que se me apetecían mucho. Su visita abría la puerta a ascender nuevamente a Cabezu Llerosos por un itinerario diferente, por el Colláu Cuernu y la cresta de La Gorgucina, con vistas al abismal territorio de los Arandanales. El descenso por Beceña me permitía alargar la ruta con una nueva visita al Cuetón, regresando por Ostón y la Canal de Bobia a Camarmeña y Poncebos. De sobra para un día.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 14/09/2024
- Zona: Macizo del Cornión. Picos de Europa
- Concejo: Cabrales (Asturias)
- Inicio/Fin: La Trapa. Poncebos
- Distancia: 18 Km
- Desnivel máximo: 1.595 m
- Desnivel acumulado positivo: 1.980 m
- Tiempos: 9 y 1/2 horas
- Dificultad: Difícil. Voy a catalogarla como difícil no porque presente grandes complicaciones técnicas, si no porque el ascenso por Las Envernadas y Colláu Cuernu se realiza por una de las zonas seguramente más solitarias del macizo, lejos de las sendas habituales. El tramo entre Pregüeles y Las Envernadas puede resultar engorroso por la vegetación. Por su parte, tanto el cruce de la cresta de la Gorgucina como el descenso desde El Cuetón a Ostón se hace por terreno de muy mal pisar, donde sería fácil tener algún percance.
- Track: cabezo-llerosos-y-cueton-por-pregueles-y-las-envernadas
El sol apenas si daba en las cumbres más altas cuando yo salía ya de Pocebos, tras dejar el coche cerca del cruce de Tielve y Sotres. Increíble la cantidad de coches que había un día de entresemana de septiembre a aquellas horas.
De momento tomo por la Senda del Cares, que voy a seguir hasta Los Collaos. Pocas fotos en este tramo.
Nada más pasar los casetones de Los Collaos voy atento para dejar la Senda del Cares y tomar a la derecha un estrecho, aunque bien balizado, sendero que va a empezar a ascender ladera arriba.
Me sorprende la senda, bien marcada, que sube con varias zetas dirigiéndose hacia un alargado crestón, tras el que se esconden las praderías de Pregüeles. El acceso está a la derecha del mismo (flecha).
Poco a poco voy ganando altura sobre la Senda del Cares y el propio valle.
Al aproximarme a las paredes del crestón que cierra el paso hacia Pregüeles, veo las cabañas construidas al abrigo del mismo (círculo).
La senda se va a la derecha, buscando la canal de acceso a Pregüeles, aunque yo aprovecho para acercarme a visitar alguna de las cabañas y covajos.
Uno de esos momentos que te regala la montaña a veces.
Ingeniería pastoril pura y dura. Esto si que es aprovechamiento óptimo del medio.
Subo la corta canal, donde el camino va soportado sobre armaduras y alcanzo los pastizales de Pregüeles. Un sitio espectacular. Increíble la existencia de estos pastos, casi llanos, en este mucho de verticalidades que es el desfiladero del Cares.
Subo por encima de Pregüeles con tendencia a la izquierda. La idea es ascender toda la ladera que veo al frente, dejando a la derecha el acceso directo a la majada de Ondón.
Atrás se queda Pregüeles. Yo sigo una marcada senda que me lleva precisamente a la Fuente de Pregüeles. Allí se acaba y me deja en medio de una ladera recubierta de incómodos inabios por la que tengo que ascender.
Al otro lado del Cares, el murallón de Amuesa y los Albos que se elevan a la izquierda. Asomando, el Picu.
Gano altura y doy con una tenue senda que me encamina bien hacia Las Envernadas. Entra en una especie de canal por la que sube. Por un momento me parece que sube demasiado y corto a la izquierda. Mala idea. Debería haberla seguido, porque me toca comerme otro tramo de inabios y llego a Las Envernadas demasiado bajo.
De mejor o peor manera alcanzo las ruinas de la cabaña de Las Envernadas, con las altas cumbres del Cornión al fondo. Tenía muchas ganas de conocer este sitio. Allí me sentaría un rato a disfrutar de tan solitario lugar.
Las Envernadas se encuentra casi a la misma altura que Ondón, si bien no se llegan a ver sus cabañas, y hay una comunicación aparentemente sencilla entre ambas majadas.
Pregüeles ya muy abajo.
Tras un rato de contemplación, sigo ruta y tomo por una senda que sigue ascendiendo, si bien con menos pendiente, siempre hacia la izquierda.
Al otro lado del Cares, veo las canales de Estorez y Sabugo.
Gano un hombro y ya veo arriba a la derecha, el colláu Cuernu (flecha), que se gana subiendo por una marcada y pendiente canal.
Gano el collado y subo a la modesta cota que le queda a la izquierda, que en los mapas aparece como La Estaca. Es una preciosa atalaya con unas soberbias vistas sobre los Arandanales, un pavoroso mundo de pendientísimas canales, que se precipitan hacia el Cares. Por aquí se supone que hay comunicación con las canales de Fuentes de Rama y Saigu, aunque más que verla, solo llego a imaginármela. En tan espléndido mirador haré una parada larga para aprovechar para picar algo.
Canal del Saigu
Saigu y Fuentes de Rama
Buena vista también sobre el propio Desfiladero del Cares.
Los pastizales de Ostón, con las Peñas Santas al fondo.
Y al frente el Monte Llue y la zona del collado Cerredo.
En la vertical del colláu Cuernu veo la ladera que voy a subir a continuación para ganar la cresta de la Gorgucina. Ladera pendiente, pero sencilla, sin complicaciones.
.Paso así sobre la verdadera puerta de entrada a los Arandanales, a los que no me resisto a echar un vistazo bajando unos metros por la primera vira, la que parece que tenga continuidad, solo para ver como es.
Después vuelvo a lo mío, a ascender por la ladera que se alza sobre el colláu Cuernu (flecha).
Gano la cresta de la Gorgucina. Aquí voy a hacer un recorrido lo más pegado posible al borde. Terreno muy malo y de mal pisar, terriblemente quebrado que me lleva más tiempo del que contaba.
A cambio me ofrece unas vistas de infarto sobre las canales que se abren por debajo y que descienden vertiginosas hacia el Cares.
También veo La Estaca, la prominente cota a la que me asomé hace un rato (flecha).
Poco a poco voy recorriendo la cresta, asomado a la canal de Fuentes de Rama.
Cuando doy vista a Cabezu Llerosos el terreno mejora por fin, y puedo avanzar más rápido.
Y cumbre de Cabezu Llerosos. Una más y van tres, desde tres puntos diferentes.
Vistas hacia la costa, hacia la Sierra del Sueve (izda) y la Sierra de Escapa (dcha).
La rasa costera de Llanes en la zona que va de Nueva a Naves.
Arenas de Cabrales
La Sierra del Cuera, aunque en realidad la foto está tomada un poco antes de ganar totalmente la cumbre.
Los Urrieles al otro lado del Cares. En primer término, la Horcada los Bueyes.
Hacia la parte alta del Cornión, las Peñas Santas.
Y el Jascal.
Tirando de zoom, el Tiatordos y el Campigüeños, con las Ubiñas asomando al fondo del todo.
Al fondo la Sierra de Peña Mayor, por delante la Mota Cetín y en primer término, en la parte baja de la foto, la Porra de Enol.
Permanecí un buen rato en cumbre. La temperatura era perfecta y no había ni un alma. Pero me quedaba tajo aún. De momento situé la vega de Beceña (círculo), a donde tendría que bajar y tras ella observo la cumbre de El Cuetón (flecha), que también entraba en los planes.
Desciendo hacia Beceña. En este tramo, es importante trazar bien el rumbo, pues apenas bajemos unos metros de cumbre, se pierden gran parte de las referencias. En mi caso localicé una línea de jitos que me vinieron perfectos. Igual no es el itinerario más cómodo, pero seguramente si es el más corto. Para un día de buena visibilidad, como era el caso, resultó la opción perfecta.
Doy directo encima de Beceña, por donde ahora hacia años que no venía.
Veo con agrado que parecen haberse arreglado dos de las cabañas, que muestran un tejado nuevo y la piedra recién remozada.
Miro la hora y veo que voy bien de tiempo, así que desde Beceña tomo la senda que me iza a Sanllagu, donde suele conservarse una pequeña charca.
Una vista atrás, al Cabezu Llerosos y el terreno recorrido.
Subo desde Sanllagu y enseguida gano al cumbrera que me lleva a la cumbre del Cuetón, visible ya a la izquierda de la foto.
Allí sigue su enorme piolet. Llego a la vez que un grupo grande, bastante bullicioso. Yo me retiro unos metros por debajo de la cumbre, donde la nube de mosquitos que colonizaban la cima, ya no me iban a molestar y paro a comer con tan estupendas vistas.
Llerosos ya queda bastante atrás.
La Garganta del Cares con Peña Santa destacando.
Los Urrieles tras el Murallón de Amuesa. A la izquierda la canal del Texu.
El Picu, a vista de zoom.
A la vertiente contraria, la rasa de Llanes. La carretera que se ve en la parte inferior, es la de Las Estazadas, con los pueblos de Canales y Ortigueru.
Arenas de Cabrales, con la Sierra del Cuera al fondo.
Comí tranquilamente y sin prisas un poco por debajo de cumbre y ya dando vista a la ladera por la que iba a bajar, hacia la Raxuca. Por cierto que por aquí ya había subido hace unos años y no lo recordaba mal terreno. En esta ocasión me pareció un peñazo, con muy mal pisar y mucha más maleza de la que recordaba, debiendo bajar con cuidado para no meter una pierna en mal sitio.
En la Sierra de Portudera voy viendo perfectamente el trazado del Aventón de las Palancas, por donde subimos hace unos años. Para mi, el acceso más duro a esa sierra.
Bajo hacia la Raxuca, en un tramo que me lleva más tiempo de lo esperado, y por fin alcanzo la horcada en la que, a la derecha, tomo por la senda que me conduce a las cabañas de Ondón, por terreno ya mucho más sencillo.
La ladera que dejo a la derecha me permitiría un descenso nuevamente hacia Pregüeles, por donde subí unas horas antes, pudiendo ver desde aquí la ubicación de Las Envernadas (círculo) y hasta la del Colláu Cuernu (flecha superior).
Pero para cerrar la circular yo quiero bajar por la Canal de Bobia, que además resultará bastante menos bulliciosa que la Senda del Cares a aquellas horas. La canal no es una de las peores del Cares, ni mucho menos, pero acabará por hacérseme larga. Al fondo veo la carretera que sube por el valle del Duje, pero para llegar a ella, aún faltaba mucho.
La parte alta de la canal de Bobia, donde se estrangula en un tramo en el que la senda se retuerce en varias revueltas.
Paso junto a la cabaña del Esmenadoriu. Poco queda ya en pie de ella.
Y sigo bajando, mientras veo por momentos la canal del Texu, con Bulnes al fondo de la misma.
Ni un alma en toda la canal. De hecho, por ver no vería nadie ni en Camarmeña.
La aguja Sonllanu, en la Sierra de Portudera, con el valle del Duje a la derecha.
Antes de entrar en Camarmeña paro en la fuente que hay junto a su depósito. Bebo y hasta me lavo bien para refrescarme, que el descenso se me había hecho bola. Luego entro ya en el pueblo.
Y salgo de Camarmeña por el balizado PR que me lleva directo a Poncebos, cruzando sobre las tuberías de la central hidroeléctrica. De hecho acabaré por salir a la carretera justo frente a mi propio coche. Cerraba la circular. Cambio de ropa y a tomarme una cerveza allí mismo, viendo el trasiego de gente que venía en su mayoría de hacer la Senda del Cares.
Un saludo
Cienfuegos
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