Título original: The ridge
Dirección: Pablo Iraburu, Migueltxo Molina
Pais: Reino Unido
Año: 2012
Duración: 80 minutos
Quería haber publicado esta entrada coincidiendo con el triste aniversario de los cinco años de la muerte de Iñaki Ochoa de Olza. Se me escapó por un día.
El documental no será un desconocido para la mayoría. Narra el intento de rescate del escalador navarro durante su ascenso al Annapurna. Por desgracia, el desenlace en esta ocasión lo sabemos de antemano. Iñaki moriría a 7.400 m de altura en la cara sur del Annapurna el 23 de mayo de 2008.
Las primeras imágenes nos muestran al propio Iñaki en el campo base hablando a la cámara sobre sus sensaciones en la montaña y el intento de ataque a cumbre. El ascenso al Annapurna siempre es complicado. Por su cara sur más. Se ha de recorrer una larga arista que obliga a permanecer durante varios días a más de 7.000 m de altitud.
Completan la cordada Alexei Bolotov y Horia Colibasanu. Durante el ascenso Iñaki no se encuentra bien. Tiene problemas en una mano y decide darse la vuelta. Horia baja con él. Alexei continua solo hacía la cumbre. Cuando llegan a la tienda Iñaki ya tiene congelaciones en una mano y empieza decir cosas sin sentido, por lo que dan aviso al campo base: "Iñaki no está bien. Tenemos problemas".
Desde ese momento se forma un equipo de rescate para intentar por todos los medios bajar a Iñaki de donde está. A 7.400 m de altura. Demasiada. En cuestión de horas y de forma completamente altruista algunos de los mejores himalayistas del momento forman un equipo de doce personas dispuestas a hacer lo que sea por salvarle la vida.
Mingma, Horia Colibasanu, Ueli Steck, Dennis Urubko, Alexei Bolotov, Sergei Bogomolov, Robert Szymzak, Alex Gavan, Mihnea Radulescu, Don Bowie, Nancy Morin y Nima Nuru Sherpa. Desde Rumania, Canada, Rusia, Kazajistan o Inglaterra, los protagonistas
del rescate iran contándonos sus impresiones, sus vidas, su relación
con Iñaki y con la montaña misma.
Alrededor de la fotografía sacada a pie del helicóptero una vez volvieron del frustado rescate, cada uno expresará como se sintió. Cansados. Desesperanzados. Tristes, ...
Supongo que al final, lo mejor, es quedarnos con las ganas de vivir de Iñaki. Con su forma de sentir la montaña. Y por supuesto con la expresión que utilizaba para definír todo eso. ¡¡Pura vida!!.
Teneis el video, aunque ligeramente capado, en el enlace a la proyección de RTVE, AQUI.
Un saludo
Cienfuegos
Gran entrada Javi, tuve la suerte de conocer a Iñaki, todas las impresiones que tenía de él antes de conocerle se refrendaron ese día, el se definía como una persona normal, yo diría que era especial, de esas personas que cuando hablas con ellas notas algo diferente... me apenó su muerte y mucho. Pura Vida!!!!!. Saludos.
ResponderEliminarCarlos, yo no tuve la oportunidad de conocerlo, pero todo cuanta de él lei, me cautivó. Sentí mucho su muerte. El documental es un merecido homenaje. Un saludo
EliminarHola Javi. Magnífica entrada. Ufffff, esa arista impresiona estando sentau delante de la pantalla, así que de cerca..... Sé de primera mano lo que viven esos "seres especiales" porque el mi primu, José Luís Torres ye uno de ellos. Aparte de ser un rescatador del CEISPA ye feliz por esos mundos y eses cumbres. A mí, sinceramente, quédame demasiao grande. Por eso los admiro. Un abrazu.
ResponderEliminarJorge, solo los que van a esos lugares podrán conocer el sentimiento de estar a la sombra de esas montañas, pero los que disfrutamos de esas imágenes, aunque sea a través de un televisor, debemos estarles agradecidos por transmitirnos, aunque solo sea un trozo de ellas. Tú primo sin duda es un privilegiado. Un saludo
EliminarPrecioso homenaje Javi que le haces a un grande, a un enorme de la montaña...triste final la verdad, para él que era pura vida.
ResponderEliminarAbrazotedecisivo
Si Sara, un grande, un enorme del himalaya. Pura Vida!!. Un saludo
EliminarGrandisimo homenaje a uno de los grandes disfrutadores de la montaña y su mundo. Tristemente, hoy tenemos que lamentar la muerte en el Dhaulagiri de Juanjo Garra tras pasar cuatro días al raso tras romperse un tobillo en el descenso. Vaya mi recuerdo para él y todos los que murieron haciendo lo que les llenaba.
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