04 septiembre 2014

Al Cunio desde la collada Moandi

Pocos días después de haber arrimado a la collada Moandi para ascender a la Mota Cetín, volví de nuevo para una visita rápida al Cunio. Al igual que la semana anterior, el día podía haber sido mejor, aunque al menos en esta ocasión, podría disfrutar de algunas vistas. La malo este día fue que infravaloré la complejidad o la dureza de la ruta tal y como la había programado. Tampoco yo andaba muy fino ese día y me salió una ruta que hubiera sido mejor para un día completo que para una escapada express.



DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 12/08/2014
  • Zona: Sierra Tameces o Furacu
  • Concejos: Piloña y Ponga (Asturias)
  • Inicio/Fin: Collada Moandi. Carrtera AS-339
  • Distancia:  13,5 Km
  • Desnivel máximo: 600 m
  • Desnivel positivo acumulado: 850 m
  • Tiempos: 5 horas
  • Dificultad: Difícil. Hay que tener en cuenta que en mi caso realicé la aproximación a Tameces cruzando una foz por un sedo con algún paso que puede complicarse en mojado y por una zona incómoda por la cantidad de maleza existente.


Así pues dejé el coche, una vez más, en el alto de la Collada Moandi (665 m), para tomar en esta ocasión la pista que frente por frente, de la de Fontecha, sube hacia  la collada Tras el Xerru, pasando junto a las cabañas de Los Tableros.


A mi espalda voy dejando la zona de la Mota Cetín, por donde anduve la semana anterior.


La pista muere en el cierre de un primer prado. Desde allí veo parte de la Sierra de Tameces y por donde tengo en mente bajar. En el círculo el "descenso alternativo" que tuve que improvisar y que no recomiendo repetir.


La senda continúa pasando de un prado a otro por medio de "saltaderas" en los cierres, mientras me acerco a la amplia collada de Tras el Xerru.


Alcanzo la collada (802 m). Desde Tras el Xerru lo habitual es ganar metros por la ladera del Tombu el Tinteru (trazo amarillo), para después faldear la Peña Medandi y ganar así el collau Medandi, tras ella. Desde ésta se puede, bien cortar a la derecha a salir al collau Paradañu (punteado amarillo) y desde esta subir a la majada de Tameces, o bien seguir subiendo por Tombu Ortigal y a través del bosque de La Foyosina (punteado amarillo), ganar directamente el collau Espinu, dando vista ya a la majada de Tameces.

Ninguna de estas dos opciones sería la mía. Yo traía otra idea en mente (trazo rojo). Y es que a mi se me había metido en la cabeza que la foz de Paradañu, que se deja abajo a la derecha cuando se sube a Medandi, tenía que tener paso. Tal vez no fuera lo más cómodo para llevar el ganado, pero si un pastor tiene que ir hasta el collado Paradañu, el recorrido más corto sería a través de dicha foz. Había que probar suerte.


Total que desde Tras el Xerru, salgo por un marcado sendero que en llano bordea, hacia la derecha, la ladera del Tombu el Tinteru, dirigiéndose directamente hacia la foz. A la derecha vamos a ir dejando la cabecera del río Tendi, que baja hacia Sevares.



Decir que en este tramo había muchísmo barro (y estábamos en agosto), sería decir poco. De hecho se me hizo muy largo porque constántemente había que ir buscando por donde pasar, pero poco a poco la foz se va acercando.


La senda va a ir perdiendo altura poco a poco.


Ya casi a la altura de la foz, la senda se interna en el bosque.


Alcanzo la entrada a la foz. Allí una cascada cae desde lo alto de un cortado impidiendo el acceso a ella. Puede que sea por esta cascada, que en los mapas la zona aparezca denominada como el Chorrón.

Miro en la margen derecha pero no veo posibilidad de paso hacia la foz, así que continúo por la senda, que cruza el arroyo y sigue por la margen izquierda. La sigo durante un buen tramo. Es una senda muy marcada y confío en que quizás de una vuelta y entre a la foz a mayor altura, pero no va a ser así. La senda se interna en el bosque y parece bordear la Pica Paradañu. Me intriga saber a donde va, ya que hacia esa mano no se aprecian zonas de pasto y la senda está muy marcada, pero esa pregunta se va a quedar para otro día. Yo hoy vengo a por el Cunio.


Así que doy la vuelta y miro a ver por donde entrarle a la foz. Si hay paso, este va estar pegado a la peña, entrando por encima de la cascada, así que corto por el bosque y subo por encima de la senda hasta la base de los paredones de la Pica Paradañu, donde hay varias cuevas y donde efectivamente localizo una trocha de animales que tomo en dirección a la foz.


La senda me lleva hasta un punto por encima de la cascada donde la pierdo. Allí parece que desaparece, pero fijándose bien se ve huella de paso que sube por una especie de escalones que permiten superar un zócalo calizo de unos 2 o 3 m de alto. Es un corto y sencillo sedo, que nos deposita en una repisa que en horizontal se interna en la foz. Sencillo. La dificultad radica en que está tupido de esa hierba larga en la que se ve malamente donde poner los pies, así que me agarro a lo que puedo y tanteando para no pisar en falso lo cruzo. Ya siento no tener una sola foto de este tramo.

El zócalo da paso al interior de la foz, que a duras penas se ve entre tanta vegetación. La senda es ahora una simple trocha dificil de distinguir entre el felechal, pero que se abre paso foz arriba. Sigo por ella, confiando en que no haya mas sopresas y tenga salida fácil por arriba (foto hacia atrás).


Después de un tramo muy tomado de maleza, en la que la senda apenas si se distingue, esta se pega a las paredes de la derecha, con varias oquedades en su base y allí reaparece más claramente marcada, al reunirse con otra que parece venir de la ladera contraria, quizás bajando desde el collau Medandi.


Y aquí se acaban las dificultades. Por fin salgo de las profundidades de la foz y subo, por una zona que rezuma muchísma agua, ladera arriba. El bosque va dejando paso a las praderías del collau Paradañu (917 m). Al otro lado de la foz, el collau Medandi.


Al otro lado de la collada, se abre el valle del río Color. Al fondo asoma la zona del Niañu.


Desde Paradañu (flecha) empiezo a subir ladera arriba por la Llomba la Maserona, mientras veo acercarse la niebla, con el día empeorando rápidamente. Al fondo la Sierra del Sueve.


Alcanzo un colladín donde parece formarse una pequeña charca. Allí dejo la loma para tomar por un sendero que corta hacia la derecha, buscando entrar en el bosque de Sotameces, en una zona en la que, otra vez, el barro es protagonista.


La senda sube por el linde del bosque durante un corto, pero guapo tramo.


Y salgo a la amplia vega de Tameces (1.130 m), con lo que queda de la majada del mismo nombre, ya que todas sus cabañas están en ruinas.


A la izquierda el collau Espinu (1.212 m), por donde pasa la ruta más habitual al Cunio.


La vega se alarga hacia el oeste hasta el Cerru Tameces. Por un momento pienso recorrerla hasta su extremo, pero justo cuando estoy a mitad de ella retumba el primer trueno. Joer. Tormenta. Lo que me faltaba.


Así que decido apurar. Desde mitad de la vega me interno en el bosque que se forma bajo el Picu Llavandera y subo por donde mejor puedo. Mucha pendiente, pero limpio y cómodo de andar.


Salgo a la arista que cae desde la cumbre del Llavandera y ya tengo justo enfrente el Cunio.


Subo hasta el collau Cunio (1.209 m), mientras siguen sonando algunos truenos, aunque parece que más lejos.


Último arreón y cumbre (1.264 m). Una cumbre nueva para mi, ya que era la primera vez que venía hasta aquí.


Llego justo cuando se me echa la nube y la niebla me impide cualquier vista, así que me lo tomo con calma y paro un rato a picar algo, confiando en que la tormenta se esté alejando. Al poco empieza a abrir y veo el descenso que haré a lo largo de la sierra de Tameces, hacia el valle de Viores.


Tirando de zoom veo Viores y al otro lado del río Semeldón o Vallemoru la mole del Pondiu, picacho que me va a tener hipnotizado durante buena parte del descenso.


Aunque la niebla se retira de cumbre, no lo hace del resto de cimas, con lo que me quedo sin vistas de la Llambria, del Maoñu o de los Tornos.


La Llambia se muestra solo a medias entre las nubes.


La collada Piedrafita. Detrás debería poder ver el Vízcares.


Hacia el otro lado del valle del río Color, el Niañu.


Pues definitivamente la tormenta ha pasado de largo. Así que más tranquilo empiezo el descenso, primero al collau Cunio (1.209 m), donde tomo a la derecha una difusa senda que va a bordear más o menos en llano el Picu Llavandera hacia el collau Espinu (1.212 m).


Atrás se queda el Cunio, que desde este lado se muestra mucho más guapo.


Paso justo bajo el collau Espinu, a donde ni subo y tiro directo a la majada Fonciellos (1.160 m), donde pastan varios caballos.


Desde Fonciellos arrancan varias sendas que se internan en un acebal. Voy saltando de una a otra, perdiendo altura hcia la collada Fonticielles.


Una vista atrás, con el Cunio, a su derecha el collau Espinu y la verde pradería de Fonciellos.


Bajo hacia el collado Fonticielles (966 m), con varios fresnos de increible tamaño y unas cuantas cabañas, mayormente en ruinas.



El collado se abre en la cabecera del valle de Viores, una cuando menos curiosa terraza con, en otros tiempos, excelentes prados de siega, literalmente colgados sobre los desventíos del valle del Semeldón, que se precipita a su derecha.


Este tramo se hace largo. Aunque se anda relativamente bien al no haber excesiva maleza, la ausencia de senderos claros ralentiza bastante la marcha.


El collado Viores cada vez más cerca. Bastante más ganado del que esperaba en estos prados. Cuando estoy llegando, incluso sale el sol, aún cuando las grandes cumbres de la zona, Tiatordos, Llambria, Tornos, Maoñu, ... siguen cubiertas.


Una vista atrás del valle de Viores y al fondo del todo el Cunio.


Abajo el collado Viores (825 m), al que no hace falta bajar, aunque tentado estuve porque se me apetecía haber subido al Picu Llaciu (849 m), que debe ofrecer unas espectaculares vistas sobre el valle de Semeldón. Pero al final se quedó para otro día. Casí mejor. Aún iba a tardar en llegar al coche.


A la altura del collado enlazo con una buena senda, desde la que tiró una panorámica a todo el valle del Semeldón o Vallemoru, cerrado al fondo por la Llambria y Los Tornos, envueltos en las nieblas. A la izquierda toda la Sierra de Tribierto, con el Pondiu, Bubiarreda y demás.


Tirando de zoom, veo la Foz de Saolla, que atravesé hace unos años bajando por el bosque de Purupintu, después de haber hecho cumbre en La Llambria.


Y abusando del zoom, se ven hasta los tejados de alguna de las casas de Vallemoru.


El increible cañón que forma el río Vallemoru, por debajo del pueblo.


Desde aqui la senda se vuelve cómoda de andar. Conserva unas buenas armaduras y puede que sea el tramo más guapo del descenso.


La senda gana unos metros y da da la vuelta al afilado crestón de la Sierra de Tameces o Furacu en el Posadoriu (900 m)....


... buen balcón sobre Ambingue, Cazu y Sellañu.


Una de las razones para haber hecho esta ruta tal y como la pensé, era haber recorrido a la vuelta la espectacular senda que desde Ambingue subía aViores por La Cuesta. Era una preciosa senda tallada en la roca y con buenas armaduras. Una preciosidad. Pero cuando me asomo al Posadoriu lo que veo es esto.


Una horrible pista ha engullido la ancentral senda. Un regalo para los ganaderos. Un desastre para la memoria histórica de estos pueblos. Una pérdida irreparable para los montañeros. Compenso la desilución con una nueva vista sobre el Pondiu. Me encanta. A este tengo que hacerle una vista más pronto que tarde.


Así que nada. A recorrer la horrible e insulsa pista que baja hacia Ambingue. Al fondo ya veo la collada Moandi, donde tengo el coche, aunque aún está lejos.


La pista llega un momento en que da una cerrada curva a derechas para encarar ya el descenso a Ambingue. Allí sale a la izquierda una marcada y estrecha senda por la que tomo (720 m).


La senda va a ir ganando algo de altura hacia las cabañas de el Violeu (780 m).


Desde ellas veo abajo la pista que, también desde Ambingue, sube a la collada de Tras el Xerru, a la que quiero bajar. Y aqui es donde la lio.


Miro por entre las primeras cabañas del Violeu para bajar, pero no lo veo claro. Aunque el 25000 marca una senda, yo no localizo ninguna, así que continúo por la que traía hasta otras cabañas muy arregladas. Intento bajar desde ellas, pero el bosque es muy cerrado y no consigo bajar. Pierdo más de media hora aqui.


Decido seguir por la senda que traigo, pero esta sube hacia Merandi. Mucha vuelta. Empieza a llover. Se me hace tarde. Se impone una solución drástrica. Cerca de la margen derecha de una vaguada localizo un rastro de jabalí. Literal. Y bajo por él. Arrástrándome como él, pinchándome con los escayos como él, y llenándome de barro como él. Me cuesta lo suyo, pero consigo salir a la pista inferior. Estrenaba pantalón. Ya no parecerá nuevo nunca más. Desde luego no recomiendo seguir el track en este tramo. Insisto. NO lo recomiendo.


Una vez en la pista, ya lo que queda es sencillo. Paso por encima de las cabañas de Llamarriondas.


La pista gana metros, pasando junto a una fuente en la que me lavo un poco, en busca de la cercana collada de Tras el Xerru.


Y por fin alcanzo de nuevo Tras el Xerru, justo cuando deja de llover. Desde allí tiro una última foto a la Sierra de Tameces, a la que he acabado por darle la vuelta.



Y para abajo por el mismo camino de unas horas antes. Coche y para casa. Os dejo el track.



Un saludo
Cienfuegos

6 comentarios:

  1. Siempre buscando alternativas complicadas y costosas....pero ye lo que tien ser pionero!!! Nosotros siempre hemos subido por la vía "normal" y la verdad que las panorámicas son espectaculares. Un saludo

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    1. ja, ja, si Paloma. Ya sabes. Me gusta complicar las rutas. Darles una vuelta más de tuerca. A veces sale bien. Otras, ... te lias. Tendré que volver con mejor día, que me quedé con las ganas de disfrutar totalmente de las vistas.
      Un saludo

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  2. Pues me ha encantado esta ruta, queda en el cajón de "pendientes".
    Desde luego vaya diferencia entre la vertiente asturiana de la cordillera y la vertiente leonesa, aquí todo está ya agostado y seco (y eso que este año ha sido benévolo), tenemos que quitar la pereza y dar más a menudo el salto al norte.

    Saludos!!

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    1. Valentín, tienes razón. Esta semana estuvimos por las Tres Marías y está todo muy agostado, mientras que por aqui aún conserva el verde. Como pa no!!, con el verano que tuvimos.
      Un saludo
      PD: a tí te paso con Asturias, lo qeu a mi con León. Que nos cuesta horrores cruzar el puerto.

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  3. Como siempre nos traes una interesante variante al Cunio, ademas ya nos enseñas donde no meter la pata, asi que yo tambien te la copio, pero dejare los rastros para los jabalines ahora que ya se por donde no bajar,
    es lo bueno de no ser el primero en pasar, de tener compañeros que nos abren rutas, asi que una de sidra corre de mi cuenta por evitarnos las penurias jajaj, el dia que coincidamos .
    Muy buena descripcion y Fotos como siempre.
    Un Saludo Javier.

    Luis,

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    1. je, je, te tomo la palabra en la botella de sidra. Sobre la ruta, pues ya ves, la foz es una alternativa interesante, no lo más cómodo, pero interesante. El descenso posterior, ... hay que investigar más. Tiene que haber senda que baje a la pista.
      Un saludo

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