07 septiembre 2015

Pico Cortes por la Canal de las Grajas

Ya llevaba yo tiempo con ganas de subir al Cortés, el último de "los grandes" que me faltaba en el Oriental y uno de los pendientes en el libro de "Las 100 montañas más guapas de Asturias" y mira por donde, Carlos "Trabajando por un sueño", estaba en las mismas, así que intercambio de correos, búsqueda de fechas y enseguida preparamos ruta, a la que se unio Jose. Aunque la idea era aprovechar para conocer dos de las canales del macizo, al final, subiriamos y bajaríamos por la de las Grajas.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 14/08/2015
  • Zona: Macizo del Ándara. Picos de Europa
  • Concejos: Cabrales (Asturias) y Camaleño (Cantabria)
  • Inicio/Fin: Invernales del Texu
  • Distancia: 15,5 Km
  • Desnivel máximo: 1.510 m
  • Desnivel positivo acumulado: 1.600 m
  • Tiempos:  10 horas (a ritmo muy tranquilo)
  • Dificultad: Moderada. La dificultad del Cortés está catalogada como PD inf. Presenta pasos aislados de II.
  • Track: pico_cortes_por_la_canal_de_las_grajas
.

Aparcamos el coche y tomamos por la pista de Aliva con un día que comentábamos que parecía más propio de octubre que de agosto, frío, ventoso y con una sensación total de preotoño. Para la tarde daban incluso empeorando. De momento el Escamellao nos miraba desde arriba. Unas horas después, sería al revés.


Atrás dejábamos el pueblo de Sotres, cuando el día aparecía bastante encapotado hacia Asturias.


Al llegar a las Vegas del Toro, ya veíamos nuestro objetivo, el Cortés. A aquellas horas los cielos aparecían más despejados hacia Cantabria.


Una pequeña parada en la fuente de las vegas para charlar con unos montañeros que se dirigían al Fresnedal y nosotros a seguir pista arriba, dirección Aliva.



La verdad es que la pista de Aliva se hace larga y pesada como ella sola, pero de mañana, con buena compañía y mejor conversación, se nos hizo bastante llevadera.


Cruzamos el paso canadiense de La Raya, que hace de límite entre Asturias y Cantabria y poco después alcanzamos el pequeño refugio de la Casa de la Llomba. Allí dejaríamos la pista y allí también nos despedimos de un montañero italiano que nos habia dado alcance y que continuaba hacia el refugio de Aliva.


Nosotros empezamos a ganar metros, con tendencia a la derecha y es que identificar la entrada a la canal de las Grajas no es fácil desde abajo. Pero un pequeño y aislado crestón nos facilita la labor. Justo en su vertical arranca la canal.


Poco a poco vamos ganando altura, cuando los cielos parecen limpiarse y esperamos un día de sol.


Hacia Cantabria vamos descubriendo las inmensas praderías de los Puertos de Aliva, con Peña Vieja empezando a asomar.


Mientras subimos, Carlos y yo vamos comentando lo larga que se hace la canal que cae desde la Horcada los Grajos, en el Escamellao, hasta las vegas del Duje. Los dos tenemos bajado por ahí. A estas alturas mirábamos hacia arriba para verla y nos parecía eterna. La Canal de las Grajas se iba a encargar de hacerla menguar.


Y es que la canal de las Grajas sí que se hace eterna. Eterna porque en realidad hasta que no superes la cota 1.900 m, cuando ya estarás hasta las narices de subir, no habrás ni entrado en la canal como tal. Tal solo estarás quitándote de encima la inmensa ladera de Cuesta Cortés.


Así que hay que tomárselo con calma, regular fuerzas, y disfrutar de las vistas que poco a poco se van abriendo hacia el Coriscao.


Y es que, ... si. Es mejor no mirar mucho para arriba. Hasta las ovejas parecían poner cara de circunstancias.



Así que a mitad de ascensión y antes de entrar en la canal propiamente dicha, nos vamos un poco a la izquierda, a una especie de colladín, que parece un buen sitio para una parada de avituallamiento.


Además el sitio ofrecía buenas vistas ya sobre la Collada Bonita, emergiendo entre las nubes.


Allí picamos algo. Mención especial para las delicatessen de Carlos, unas "financier" espectaculares. Un chute energético en toda regla.


Y después toca seguir. Bordeamos un poco hacia la derecha para entrar, ahora si, en la verdadera Canal de las Grajas.



La ascensión continúa. A riesgo de volverse eterna, vamos ganando metro a metro. Desde luego el día está revuelto. Lo que antes estaba despejado ahora aparece nublado y al revés.


Subimos por la margen izquierda (sentido de la marcha) librando el pedrero con pequeñas y sencillas trepadas por los resaltes de esa mano. Pero ya, por fin, vemos la salida.



Una corta canal hacia la derecha da paso a un colladín desde el que se ve la collada del Prao Cortés, que separa el Cortés y el Prao Cortés.


Alcanzo la collada (2.217 m) un poco adelantado respecto a mis compañeros. La vertiente lebaniega aparece completamente tomada entre nieblas. Llego solo y en silencio. Me siento en una piedra y de repente, se abren un poco las nubes y veo al lado mismo un rebaño de no menos de 50 rebecos, que instantes después salen disparados.


Las vistas de la collada hacia los Picos son de las buenas, hay que reconocerlo.


También veo el crestón que habrá que cruzar a continuación para dirigirnos al Cortés.


Poco después veo asomar a mis compañeros en el colladín anterior a la collada del Prao Cortés.


Una vez todos arriba, decidimos atacar primero el Prao Cortés. Está al lado mismo y sería pecado dejarnoslo atrás.


La última parte se hace cerca de la cresta, con guapos encuadres.


Y cumbre del Prao Cortés (2.288 m), aunque en la vertiente lebaniega la cumbre es conocida tan solo como Picu Cortés, ya que el "prao" como tal, queda un poco por debajo.


Unas fotacas hacia Peña Castil, ...


... Peña Vieja, con la Aguja de la Canalona y los Picos de Santa Ana.


La línea de cumbres del Cortés continúa al sur por el el Picu Pozán (mal nombrado en algunos mapas como El Jisu) y las Cumbres Avenas, que cierran por el este los Puertos de Aliva.


Una panorámica desde cumbre hacia los Urrieles.


Y aunque de la que llegamos estaba cubierto hacia Liébana, poco a poco fue abriendo algo y pudimos ver el fondo del valle, identificar sus pueblos y disfrutar de las cumbres palentinas al fondo, con el Curavacas sobresaliendo en el centro.


Buena vista sobre Potes.


Las cumbres del Cortés, Morra de Lechugales y Silla de Caballu Cimeru se resistían,...


.. pero al final conseguimos tirarles una foto. Una foto que a mi me resulta curiosa pues da la sensción de que el Picu Cortés (Prao Cortés) fuera bastante más alto de lo que es, comparado con estas cimas.


Y despues, para abajo. Vuelta al collado al que habíamos salido desde la Canal de las Grajas.


Toca a continuación remontar un tramo para cruzar un primer crestón, en donde tan solo hay que apoyar un poco las manos. Sin complicación.


Se cruza después sobre una nueva canal y se supera una horcadina.


Llegando así a una estrecha canal que hay que destrepar.


Es sencilla. Cuenta con bastante apoyos y se va muy protegido. Puede ser un II. Cuidado aquí con las piedras si se va en grupo.


Después se atraviesa una ladera de fuerte pendiente pero con huella de paso, que en realidad, puede ser la zona donde mayor atención haya que poner.


Una vista atrás a la canaleta que acabamos de destrepar.


Las caidas hacia la vertiente del Duje.


Superado este tramo, el cuerpo te pide ya ganar la cresta. La cumbre se intuye cerca.


Ganando la cresta, con el Picu Cortés (Prao Cortés) al fondo.


Buenas caidas hacia la vertiente de Tanarrio.


Si vamos bien pegados a la cresta, muy cerca de cumbre pasaremos junto a un precioso "juracao", que no es visible si vamos tan solo un par de metros por debajo de la línea más alta.


Y cumbre del Cortés (2.373 m). Ya teníamos ganas, pero cuesta lo suyo alcanzarla. El desnivel no es tontería, así que ahora a disfrutarla con calma.


Y eso es lo que hacemos, tirando fotos a saco. Primero hacia el Picu Cortés (Prao Cortés) y las caidas hacia la vertiente lebaniega.


Las Vegas del Toro a vista de pájaro.


La Sierra del Cuera en toda su longitud.


Y por supuesto los Urrieles. Se nos van los ojos hacia allí, aunque el día no está para muchas alegrías.


Torrecerredo y a su derecha lo que creo es la Párdida. Por delante de esta, Collada Bonita y el Cuchallón de Villasobrada.


Y hacia las montañas palentinas, vemos asomar una mole que identificamos como el Espigüete, con su arista este que tantas alegrías me dió el verano pasado.


Comemos tranquilamente. Hemos subido despacio y entre eso y que el día no se muestra muy católico, está descartado el descenso por la Canal del Jierru. Así le damos tiempo a la Morra a desperezarse y quitarse la boina.


Pero se la quitó solo a medias. Esto fue lo mejor que se nos mostró.


Un par de panorámicas desde cumbre, una hacia Liébana y la cordillera cantábrica.


Y otra hacia los Urrieles, ahora ya mucho más tapados. Y es que el día, tal y como se preveía, iba a peor.


Total que nos vamos para abajo. Y en el descenso pues el momento de gloria del día, fue para un intento infructuoso de dar con la entrada a la canal de Covarones, canal cuyo descenso no estaba previsto y por lo tanto ninguno habíamos preparado, en el que seguimos una línea de jitos que nos llevaban hacia sabe Dios donde, pero desde luego no a esa canal, con lo que tocó remontar una buena pila de metros (que no he considerado en el resumen y que he recortado en el track).


Por fin creimos dar con la entrada buena, pero era tarde para seguir probando. Volveríamos por la Canal de las Grajas. Así sabríamos si es mejor subirla o bajarla. Retorno a la collada del Prao Cortés, con la vertiente lebaniega ahora despejada, ....



... lo que nos da la opotunidad de disfrutar de las vistas sobre la Sierra de Peña Sagra.


Y luego si, luego toca enfrentarse a los más de 800 m de canal. El primer tercio se hace relativamente bien. Con dos bastones se puede bajar medio corriendo por el pedrero central, pero luego queda bajar toda la Cuesta Cortés, que resulta un verdadero coñazo. No encuentro otra palabra. Una peste, en donde no se puede coger un ritmo decente hasta bien abajo, cuando el pastizal gane finalmente la batalla a la caliza.


No es de extrañar que cuando por fin lleguemos abajo, nos demos un pequeño respiro y hagamos voto de no volver a pisar la Canal de las Grajas en lo que nos reste de vida.


Y luego ya solo nos restaba desandar la pista de nuevo hasta los Invernales de Sotres. Como casi siempre en estos casos, el regreso se hizo bastante más pesado que el ascenso. Desde las Vegas del Toro nos despedimos del Cortés que se ha cubierto ya.


Y junto al coche, cambio de ropa y descanso de pies. Alguno hasta se lavó allí mismo los pinreles. No había sido para menos. Os dejo el track.



Un saludo
Cienfuegos

14 comentarios:

  1. Costosa cumbre desde luego pero gratificadora porque menudas vistas hacia cualquier lugar...son unas fotografias impresionantes. Con esas delicatessen de Carlos la cosa mucho mejor...Una preciosidad de reportaje Javier. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La cumbre es espectacular en cuanto a sus vistas, pero esa canal de las Grajas va a tardar mucho tiempo en olvidárseme. No se si volveré alguna vez al Cortes, pero dudo que sea por ahí.
      Y si, esas financier de Carlos, ... te dan alas, ja, ja.
      Un saludo

      Eliminar
  2. Una pasada!! Desde luego me perdí una buena ese día.
    Un saludo Javier!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aún no se si te la perdiste o si te la ahorraste, ja, ja. No, en serio, las vistas desde cumbre son una pasada. merece la pena subir al Cortés.
      Un saludo

      Eliminar
  3. Que bonita ruta Javier!! Ya le habíamos hecho un "pre-estudio", saliendo desde Aliva, porque nuestra intención había sido subirla en Junio, pero al final no pudo ser...
    Tu reportaje nos vendrá de perlas para cuando nos coincida el momento.
    Esas "financier" parece que no tienen desperdicio...
    Aunque el tiempo os mantuvo en vilo buena parte de la ruta, también os regaló unas bonitas fotos.
    Tanto tiempo en la montaña, que ya tienes las cualidades de los más sigilosos indios, capaces de sorprender a una manada entera de rebecos...jajaja.
    Enhorabuena por el reportaje y un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El día no estuvo muy católico, no, pero al final nos aguantó. Y lo de los rebecos, pues son de esas ventajas de salir solo, o de apretar más los dientes y llegar arriba un poco por delante de tus compañeros, aunque fue sin contar con ello. Hace unos días en Somiedo, si que a ratos íbamos en silencio esperando ver bichos, pero a estos me los encontré de sopetón.
      Un saludo

      Eliminar
  4. Hola Javier
    El Cortés es duro por cualquiera de las canales de acceso, quizá la más dura sea la de del Jierru al ser la más directa. Creo que estuviste muy cerca de bajar por Covarones, la foto en la que tienes el comentario de " las caídas hacia la vertiente del Duje", justo después de pasar el destrepe es la canal de Covarones, se inicia el descenso más o menos en la vertical por donde sacaste la foto, o por la ladera según bajas del Cortés, entrando en la canal un poco más abajo. Es bonita, pero poco transitada porque la salida y la entrada no son muy claras. Si duda una de las cumbres más bonitas de picos. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que hay Manuel. Si, a última hora descubrimos unas marcas de pintura que parecían confirmar la entrada a Covarones por donde tú dices, pero ya habiamos perdido mucho tiempo en el intento anterior (que me llama la atención saber si habría tenido bajada sencilla, a juzgar por el número de jitos que había) y decidimos dejarlo.
      Un saludo

      Eliminar
  5. Rutón, seguro que hoy ya no piensas que no vas a volver.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se, no se, ... deja que lo piense, ... ja, ja. Si, volvería, pero creo que no por las Grajas.
      Un saludo

      Eliminar
  6. Un placer señor Cienfuegos, desde luego que la canal tiene miga y encima con las nubes jugando a cubrirnos el Oriental que se mostró muy poco, pero lo pasamos bien y el día espectacular, además lo bueno de esas canales es que dan para hablar y mucho, jajajja. Un reportaje espectacular, saludos y hasta la próxima que espero sea pronto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final de lo que se trata es de pasar un buen día de montaña y eso se consiguió de sobra. Además las cumbres nos regalaron buenas y bonitas vistas. ¿Que más se puede pedir?. Bueno, quizás algo menos de piedra en las Grajas, ja ja.
      Un saludo

      Eliminar
  7. Había visto alguna foto de Jose publicada con esta ascensión. La tengo para hacer este año, pero no se si podrá ser ya.
    Aunque hace unos años que la hicimos atravesando desde la Morra de Lechugales, aquel día entre la longitud de la ruta y el calor que soportamos poco la disfruté y quería repetirla tal y como la publicas en tu detallada entrada. A ver si hay suerte y todavía la podemos hacer. Desde luego, ya se donde mirar para tirar para arriba.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, enlazarla con la zona de la Morra debe de alargar muchísmo la ruta. Ahora, tiene que ser una ruta de escándalo. A ver si el tiempo nos permite seguir disfrutando de Picos al menos hasta finales de octubre.
      Un saludo

      Eliminar