Cuando te dicen algo así como "para pasado mañana busca ruta que vamos donde tú quieras, pero que sea por el oriente, ¡ah!, y que no pase de 13 km y que no tenga más de 700 m de desnivel, pero donde tú quieras, ¿eh?" ... como que tienes que poner cara de poker. No se caracteriza precisamente el entorno de Picos por el escaso desnivel, pero mirando a ver que se podía hacer, me acordé de los Porros de Vizcalluenga, un excelente mirador sobre la garganta del Dobra, tan bueno que si la ruta se me iba un poco en distancia y desnivel esperaba que mis compañeros me lo perdonaran.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 09/11/2015
- Zona: Montaña de Covadonga
- Concejo: Cangas de Onís (Asturias)
- Inicio/Fin: Santuario de Covadonga
- Distancia: 14,5 Km
- Desnivel máximo: 707 m
- Desnivel positivo acumulado: 855 m
- Tiempos: 8 y 1/2 horas
- Dificultad: Moderada. La Montaña de Covadonga es una sierra que, pese a su moderada altitud, debe ser recorrida con cautela. En ella entra la niebla con extremada facilidad y sus incontables jous, majadas y perdidas sendas pueden hacer complicada la orientación.
- Track: los_porros_de_vizcalluenga_desde_covadonga
Así que para el oriente. Parada en Cangas de Onís a tomar un café y hacia Covadonga, a donde llegamos cuando ya habían llamado a Tercia, aunque nosotros no íbamos a misa. Poca gente a aquellas horas en el Santuario mientras nos acercábamos a la base de la Santa Cueva. La cascada seca. Señal de lo que nos íbamos a encontrar en Orandi.
Salimos de Covadonga (250 m) por el camino del cementerio, la antigua carretera a los Lagos, para al poco dejarla y tomar a la derecha la senda que sube a la vega de Orandi.
Esta primera parte ya era conocida para todos, pero caminos así, los disfrutas siempre. En la parte baja la senda gana altura con cortas zetas.
Una vez nos metamos en el hayedo de la zona alta del Monte Auseva la senda empieza a realizar una travesía hacia la izquierda, buscando el Colladín de Orandi.
Alcanzamos el Colladín de Orandi (533 m) entre los sonidos de campanas de Covadonga. Hasta aquí, y a pesar de la charla, habíamos subido con muy buen ritmo. Cruzamos el collado e iniciamos el descenso hacia la vega de Orandi.
Orandi es una escondida vega, un remanso de paz, a menos de una hora del bullicio de Covadonga. Un sitio que siempre me ha gustado.
Aprovechamos para visitar la cueva donde se sume el río Las Mestas, el mismo que forma la cascada bajo la Santa Cueva y que, tal y como habíamos visto abajo, viene con poca agua.
Poco después continuamos ruta. De momento toca seguir hasta Las Mestas (560 m), por lo que remontamos valle arriba el marcado sendero que forma parte del GR-202 "Ruta de la Reconquista". A la derecha dejaremos la Vallina la Iglesia, que permite el ascenso a la cumbre de la Peña Sienra, un buen mirador de la zona, que visitamos hace unos años.
Tras haber cruzado el río a la margen izquierda, a la altura del puente de Las Mestas abandonamos el GR-202 que remonta a la izquierda subiendo por El Pandal hacia Severín y más allá, hacia Fana, mientras que nosotros lo hacemos a la derecha, pasando entre las fincas y cabañas de Las Mestas, mientras vemos al fondo el valle de Tresllué, con la destacada Porra de Tresllué.
Sin embargo enseguida nos metemos en el primer marrón del día. En nuestro caso optamos por seguir la senda que sube hacia el collado Cebéu por el centro del valle, por la Vallinona, en la vertical de las fincas de Las Mestas. Esta senda está totalmente perdida y nos cuesta un triunfo ganar la zona alta del valle, donde el hayedo deja zonas más limpias por donde cruzar. Parece mejor opción, tomar a la derecha del valle y desde Las Mestas dirigirse hacia El Pedrayu y ganar desde ahí la collada Cebéu.
De todas formas, tras varios intentos y no pocas vueltas, siguiendo lo que queda del sendero original, conseguimos ganar la zona alta de la Vallinona, próxima ya al collado Cebéu, en medio de un precioso hayedo. Allí mismo giramos a la derecha para ganar unos metros más y salir a la senda que llega desde Pedrayu.
A nuestras espaldas, las vistas comienzan a abrirse y ya aparece la zona alta del Cornión, con las Peñas Santas.
Ya por buena senda recorremos los últimos metros que nos separan del collado Cebéu (751 m), entre la Sierra Los Torneros al sur y la Peña Cebéu al norte, y donde haremos un descanso para beber, picar algo y recuperarnos del esfuerzo de subir hasta aquí. En mi caso es el momento de aguantar las primeras pullas, "ya sería raro una ruta sin subir un tramo a pelu gochu".
Tras el descanso seguimos ruta. Cruzamos el collado, pero justo en él, tomamos a la izquierda buscando la senda que casi en horizontal atraviesa el hayedo que se abre en la ladera norte de la Sierra Los Torneros. Cuesta dar con ella en los primeros metros, pero una vez estemos ya en pleno bosque aparecerá, cada vez más marcada.
De hecho una vez salgamos del hayedo, la senda sigue durante buena parte de su recorrido sobre buenas armaduras sobrevolando el valle que, a la derecha, baja hacia la Vega l´Agua y que será por donde regresaremos por la tarde.
La senda cruza la cresta de la Sierra Los Torneros y damos vista al siguiente tramo a recorrer. Bajaremos hasta salir a la buena senda que desde Següencu sube a los puertos y por la que nos acercaremos a la majada de Narves, desde donde subiremos hasta el collado en el que se asienta la majada Vizcalluenga.
Atrás habremos dejado el valle por el que un sendero baja desde la collada Cebéu que acabamos de dejar, hacia la Vega l´Agua, donde entronca con otro que llega desde el camino de Següencu y que será por el que volveremos más tarde.
De momento bajamos por Cuesta Beceña al Camín del Puertu de Següencu, un camino ancho y muy pisado que cruzando toda la Sierra de Covadonga, va pasando de majada en majada y que en última instancia alcanza el Puente Pelabarda para después remontar hacia Vega la Piedra. Es el mismo sendero por el que bajamos al río Pelabarda hace ahora un año y que os conté AQUI.
Recorremos el Camín del Puertu durante un corto tramo, mientras vamos viendo la zona alta de la Sierra de Covadonga, con las Peñas Santas asomando por encima de ella.
Sin embargo, enseguida dejamos la senda. A nuestra derecha se abre un amplio jou en el que se asienta la majada de Narves, sobre la que se vislumbra la collada en la que se localiza Vizcalluenga y a donde debemos dirigirnos.
Las cabañas de Narves (720 m) se sitúan a la derecha de la vega, en la ladera de la peña Los Gamonales.
Sin darnos cuenta tomamos por una senda que, a la derecha, gana las últimas cabañas de Narves donde muere, cuando en realidad, lo mejor es bajar directamente al fondo del jou, donde se sume el pequeño arroyo que nace en la propia vega, y donde se localiza la fuente La Guindal, en la que echamos un trago.
Desde la fuente, un marcado sendero sube bordeando el siguiente jou por la izquierda, dirigiéndose a la collada en la que se asienta Vizcalluenga.
Alcanzamos las primeras cabañas de Vizcalluega, que dejamos a nuestra derecha, siguiendo por un sendero que gana el collado (803 m), hacia la izquierda.
Una vista atrás, con Narves justo debajo nuestro y detrás la Sierra Los Torneros, que acabamos de cruzar.
Alcanzamos el collado que se abre al jou les Llamargues. A la izquierda dejaremos una buena finca con cabaña arreglada y un muro digno de admiración, pero los ojos se nos van al frente, a la Sierra de Amieva y al cañón del Dobra que nos separa de ella. Nuestro camino nos lleva ahora a cruzar la ladera de la derecha, buscando la entrada al valle Pegoyos.
La senda pierde unos metros desde Vizcalluenga hacia el jou Les Llamargues para ir luego ganando altura poco a poco.
A medida que nos acercamos a la entalladura del Dobra, empezamos a darnos cuenta de donde estamos, colgados literalmente sobre una impresionante garganta, sobre la que se alzan las cumbres del Cornión, mientras vemos al otro lado del valle la cumbre del Primiello, máxima altitud de la Sierra de Amieva.
Alcanzamos la vega en la que se asentaba la antigua majada Pegoyos de la que apenas quedan unas ruinas. Toca remontar la vega hasta ganar su salida superior, pero yo aquí decido acercarme a los cortados de la izquierda para visitar la Cueva Pegoyos.
Una vista atrás, hacia Vizcalluenga, desde la vega Pegoyos.
Me aproximo al borde de la sierra. El Dobra discurre por debajo nuestro. Al otro lado la Porra del Collau la Cueva, que ascendimos hace ya tiempo en ruta desde Vis a Amieva.
Los cortados que caen hacia el Dobra están defendidos por una alambrada, para impedir que se despeñe el ganado. La cruzo y me acerco a la canal en la que se abre la Cueva Pegoyos, en la base de una llamativa aguja.
Toca perder unos metros por una ladera con muchísima pendiente hasta situarse bajo la boca de la cueva.
Y la cueva es cuando menos llamativa. Sin tener mucho fondo, en la misma se abre una segunda ventana en la pared que da vista al Dobra. Un impresionante balcón al que, sin embargo, es mejor asomarse con cuidado, pues un resbalón tonto aquí, puede ser de los de no contarlo.
Salgo de la cueva y subo directo hacia el primero de los Porros de Vizcalluenga (911 m), el que se sitúa más cerca de la aguja bajo la que se localiza la cueva y desde el que tengo una preciosa vista del cañón del Dobra y las cumbres del Cornión.
Y es que los Porros de Vizcalluenga son eso, una serie de porros, de pequeños coteros de altitud similar, siendo el más alto (952 m) uno que queda un poco retranqueado respecto al cañón del Dobra, mientras que el más visitado, al tener las mejores vistas, el que cuenta con buzón de cumbres y que hoy es nuestro objetivo, es el que tengo justo enfrente y al que ya se dirigen mis compañeros.
Y allí llegamos poco después (935 m), cuando el día se nos ha metido en brumas, lo que nos van a limitar mucho las vistas, como esta con la siempre identificable Mota Cetín a la derecha y detrás, hacia la izquierda el Vízcares, Maoñu, Los Tornos y La Llambria.
Pero las verdaderas vistas de esta cumbre están hacia las cumbres del Cornión, destacando sobre la increíble entalladura de la Garganta del Dobra, ...
... que discurre unos 800 m por debajo nuestro.
Tirando de zoom vemos las cumbres de la la Torre de Santa María, Torre de la Horcada, Torre de Enmedio o la Torrezuela ...
... el Cantu Cabroneru y el Valdepino, asomando por detrás de la Sierra de Valdepino ...
... entre brumas, inconfundible también la silueta del Pierzu.
Al norte la Sierra del Sueve, con el Pienzu, y bajo ella destacando, Arriondas.
Más al este, la Sierra de Escapa con el Mofrechu y el Joyudongu.
Allí paramos a comer, aunque sin entretenernos demasiado. Habíamos subido despacio y no era plan de que se nos hiciera tarde. Los días ya son cortos y aún había que bajar.
Nos despedimos del Dobra y de las cumbres del Cornión. Sin duda los Porros de Vizcalluenga son un balcón privilegiado, pese a su escasa altitud.
Bordeamos la cumbre hasta alcanzar el Llano la Peña, la cabecera del alargado valle de Valluengu que, hacia el noroeste, nos conducirá a la majada de Jucárabu.
Bajamos todo el alargado valle hasta una pequeña vega en su base. Allí la senda se pierde. nosotros salimos de frente, pero luego nos dimos cuenta que la senda sale de la vega por la izquierda de esta. Desde un poco más abajo damos vista a la Hoya de San Vicente, en el río Dobra.
La senda gira a la derecha, buscando el descenso a las cabañas de Jucárabu, para luego remontar unos metros hasta la collada en la que se asienta Ñajuentes y por donde discurre el Camín del Puertu de Següencu, a donde tenemos que llegar (flecha).
Alcanzamos las cabañas de Jucárabu (720 m), diseminadas en una zona muy quebrada. Allí dejamos una senda que sigue a la izquierda, hacia otras cabañas, para remontar unos metros a ganar una horcada, a la derecha.
La senda pierde unos metros para luego subir a ganar ya la collada donde se localizan las cabañas de Ñajuentes, al fondo.
En la collada (715 m) tomamos contacto, de nuevo con el Camín del Puertu que llega desde Següencu, y en el que tomamos a la derecha.
Atrás queda Ñajuentes y la collada a la que salimos desde Jucárabu.
El camino va a ir casi en llano, ganando algunos metros hasta alcanzar la Cueñe el Carru (737 m), una especie de collada desde donde vemos la collada Cebéu por donde pasamos unas horas antes subiendo desde la vertiente de Orandi.
El sol ya empieza a estar bajo, pero aún da en las cumbres del macizo central de los Picos y desde aquí vemos el Neverón de Urriellu, Cabrones o, por poco, Torrecerredo.
En la Cueñe el Carru dejamos el Camín del Puertu, para tomar otro que baja a la izquierda y que se dirige hacia Soperi de Arriba, pero que sin llegar a ella acabará dando un giro a derechas para encarar el descenso al fondo del valle, en donde enlazará con la senda que proviene del collado Cebéu.
Ya en el fondo (640 m) del alargado valle, en realidad una serie de jous, la senda girará al norte, transitando por la margen derecha del mismo, cuando vemos al fondo la Sierra de Escapa con el Mofrechu.
Poco a poco, a medida que el valle de la Riega Gustariega vaya cogiendo profundidad, la senda va a ir girando a la derecha, cortando la agreste ladera de la Sierra la Raiz, por donde bajamos en una ocasión desde la Peña Sienra.
Pasaremos por la pequeña y abandonada majada de Estelleru para poco después dar vista ya al Monte Priena, que nos marca la ubicación del Santuario de Covadonga.
Nos separamos de la Riega Gustariegu que va a formar un pequeño barranco en su descenso hacia Muñigu.
Por fin damos vista al collado Bustio (457 m), que se abre sobre las cabañas de Peñalba.
Y así bajando por los espléndidos pastizales de Peñalba, alcanzamos sus cabañas (410 m), alguna de sorprendente tamaño, hasta las que llega una buena pista desde Covadonga, con el Monte Priena al fondo.
Ya solo quedaba bajar por la pista que atraviesa el Monte Auseva, cuando la luz ya había menguado mucho y no daba para lucirse con la cámara.
Y así llegamos a Covadonga, más tarde lo que contábamos. Allí mismo nos tomaríamos la cerveza correspondiente y de allí saldríamos para casa de noche cerrada ya. Mira por donde creo que nunca había estado en Covadonga de noche.
Salimos de Covadonga (250 m) por el camino del cementerio, la antigua carretera a los Lagos, para al poco dejarla y tomar a la derecha la senda que sube a la vega de Orandi.
Esta primera parte ya era conocida para todos, pero caminos así, los disfrutas siempre. En la parte baja la senda gana altura con cortas zetas.
Una vez nos metamos en el hayedo de la zona alta del Monte Auseva la senda empieza a realizar una travesía hacia la izquierda, buscando el Colladín de Orandi.
Alcanzamos el Colladín de Orandi (533 m) entre los sonidos de campanas de Covadonga. Hasta aquí, y a pesar de la charla, habíamos subido con muy buen ritmo. Cruzamos el collado e iniciamos el descenso hacia la vega de Orandi.
Orandi es una escondida vega, un remanso de paz, a menos de una hora del bullicio de Covadonga. Un sitio que siempre me ha gustado.
Aprovechamos para visitar la cueva donde se sume el río Las Mestas, el mismo que forma la cascada bajo la Santa Cueva y que, tal y como habíamos visto abajo, viene con poca agua.
Poco después continuamos ruta. De momento toca seguir hasta Las Mestas (560 m), por lo que remontamos valle arriba el marcado sendero que forma parte del GR-202 "Ruta de la Reconquista". A la derecha dejaremos la Vallina la Iglesia, que permite el ascenso a la cumbre de la Peña Sienra, un buen mirador de la zona, que visitamos hace unos años.
Tras haber cruzado el río a la margen izquierda, a la altura del puente de Las Mestas abandonamos el GR-202 que remonta a la izquierda subiendo por El Pandal hacia Severín y más allá, hacia Fana, mientras que nosotros lo hacemos a la derecha, pasando entre las fincas y cabañas de Las Mestas, mientras vemos al fondo el valle de Tresllué, con la destacada Porra de Tresllué.
Sin embargo enseguida nos metemos en el primer marrón del día. En nuestro caso optamos por seguir la senda que sube hacia el collado Cebéu por el centro del valle, por la Vallinona, en la vertical de las fincas de Las Mestas. Esta senda está totalmente perdida y nos cuesta un triunfo ganar la zona alta del valle, donde el hayedo deja zonas más limpias por donde cruzar. Parece mejor opción, tomar a la derecha del valle y desde Las Mestas dirigirse hacia El Pedrayu y ganar desde ahí la collada Cebéu.
De todas formas, tras varios intentos y no pocas vueltas, siguiendo lo que queda del sendero original, conseguimos ganar la zona alta de la Vallinona, próxima ya al collado Cebéu, en medio de un precioso hayedo. Allí mismo giramos a la derecha para ganar unos metros más y salir a la senda que llega desde Pedrayu.
A nuestras espaldas, las vistas comienzan a abrirse y ya aparece la zona alta del Cornión, con las Peñas Santas.
Ya por buena senda recorremos los últimos metros que nos separan del collado Cebéu (751 m), entre la Sierra Los Torneros al sur y la Peña Cebéu al norte, y donde haremos un descanso para beber, picar algo y recuperarnos del esfuerzo de subir hasta aquí. En mi caso es el momento de aguantar las primeras pullas, "ya sería raro una ruta sin subir un tramo a pelu gochu".
Tras el descanso seguimos ruta. Cruzamos el collado, pero justo en él, tomamos a la izquierda buscando la senda que casi en horizontal atraviesa el hayedo que se abre en la ladera norte de la Sierra Los Torneros. Cuesta dar con ella en los primeros metros, pero una vez estemos ya en pleno bosque aparecerá, cada vez más marcada.
De hecho una vez salgamos del hayedo, la senda sigue durante buena parte de su recorrido sobre buenas armaduras sobrevolando el valle que, a la derecha, baja hacia la Vega l´Agua y que será por donde regresaremos por la tarde.
La senda cruza la cresta de la Sierra Los Torneros y damos vista al siguiente tramo a recorrer. Bajaremos hasta salir a la buena senda que desde Següencu sube a los puertos y por la que nos acercaremos a la majada de Narves, desde donde subiremos hasta el collado en el que se asienta la majada Vizcalluenga.
Atrás habremos dejado el valle por el que un sendero baja desde la collada Cebéu que acabamos de dejar, hacia la Vega l´Agua, donde entronca con otro que llega desde el camino de Següencu y que será por el que volveremos más tarde.
De momento bajamos por Cuesta Beceña al Camín del Puertu de Següencu, un camino ancho y muy pisado que cruzando toda la Sierra de Covadonga, va pasando de majada en majada y que en última instancia alcanza el Puente Pelabarda para después remontar hacia Vega la Piedra. Es el mismo sendero por el que bajamos al río Pelabarda hace ahora un año y que os conté AQUI.
Recorremos el Camín del Puertu durante un corto tramo, mientras vamos viendo la zona alta de la Sierra de Covadonga, con las Peñas Santas asomando por encima de ella.
Sin embargo, enseguida dejamos la senda. A nuestra derecha se abre un amplio jou en el que se asienta la majada de Narves, sobre la que se vislumbra la collada en la que se localiza Vizcalluenga y a donde debemos dirigirnos.
Las cabañas de Narves (720 m) se sitúan a la derecha de la vega, en la ladera de la peña Los Gamonales.
Sin darnos cuenta tomamos por una senda que, a la derecha, gana las últimas cabañas de Narves donde muere, cuando en realidad, lo mejor es bajar directamente al fondo del jou, donde se sume el pequeño arroyo que nace en la propia vega, y donde se localiza la fuente La Guindal, en la que echamos un trago.
Desde la fuente, un marcado sendero sube bordeando el siguiente jou por la izquierda, dirigiéndose a la collada en la que se asienta Vizcalluenga.
Alcanzamos las primeras cabañas de Vizcalluega, que dejamos a nuestra derecha, siguiendo por un sendero que gana el collado (803 m), hacia la izquierda.
Una vista atrás, con Narves justo debajo nuestro y detrás la Sierra Los Torneros, que acabamos de cruzar.
Alcanzamos el collado que se abre al jou les Llamargues. A la izquierda dejaremos una buena finca con cabaña arreglada y un muro digno de admiración, pero los ojos se nos van al frente, a la Sierra de Amieva y al cañón del Dobra que nos separa de ella. Nuestro camino nos lleva ahora a cruzar la ladera de la derecha, buscando la entrada al valle Pegoyos.
La senda pierde unos metros desde Vizcalluenga hacia el jou Les Llamargues para ir luego ganando altura poco a poco.
A medida que nos acercamos a la entalladura del Dobra, empezamos a darnos cuenta de donde estamos, colgados literalmente sobre una impresionante garganta, sobre la que se alzan las cumbres del Cornión, mientras vemos al otro lado del valle la cumbre del Primiello, máxima altitud de la Sierra de Amieva.
Alcanzamos la vega en la que se asentaba la antigua majada Pegoyos de la que apenas quedan unas ruinas. Toca remontar la vega hasta ganar su salida superior, pero yo aquí decido acercarme a los cortados de la izquierda para visitar la Cueva Pegoyos.
Una vista atrás, hacia Vizcalluenga, desde la vega Pegoyos.
Me aproximo al borde de la sierra. El Dobra discurre por debajo nuestro. Al otro lado la Porra del Collau la Cueva, que ascendimos hace ya tiempo en ruta desde Vis a Amieva.
Los cortados que caen hacia el Dobra están defendidos por una alambrada, para impedir que se despeñe el ganado. La cruzo y me acerco a la canal en la que se abre la Cueva Pegoyos, en la base de una llamativa aguja.
Toca perder unos metros por una ladera con muchísima pendiente hasta situarse bajo la boca de la cueva.
Y la cueva es cuando menos llamativa. Sin tener mucho fondo, en la misma se abre una segunda ventana en la pared que da vista al Dobra. Un impresionante balcón al que, sin embargo, es mejor asomarse con cuidado, pues un resbalón tonto aquí, puede ser de los de no contarlo.
Salgo de la cueva y subo directo hacia el primero de los Porros de Vizcalluenga (911 m), el que se sitúa más cerca de la aguja bajo la que se localiza la cueva y desde el que tengo una preciosa vista del cañón del Dobra y las cumbres del Cornión.
Y es que los Porros de Vizcalluenga son eso, una serie de porros, de pequeños coteros de altitud similar, siendo el más alto (952 m) uno que queda un poco retranqueado respecto al cañón del Dobra, mientras que el más visitado, al tener las mejores vistas, el que cuenta con buzón de cumbres y que hoy es nuestro objetivo, es el que tengo justo enfrente y al que ya se dirigen mis compañeros.
Y allí llegamos poco después (935 m), cuando el día se nos ha metido en brumas, lo que nos van a limitar mucho las vistas, como esta con la siempre identificable Mota Cetín a la derecha y detrás, hacia la izquierda el Vízcares, Maoñu, Los Tornos y La Llambria.
Pero las verdaderas vistas de esta cumbre están hacia las cumbres del Cornión, destacando sobre la increíble entalladura de la Garganta del Dobra, ...
... que discurre unos 800 m por debajo nuestro.
Tirando de zoom vemos las cumbres de la la Torre de Santa María, Torre de la Horcada, Torre de Enmedio o la Torrezuela ...
... el Cantu Cabroneru y el Valdepino, asomando por detrás de la Sierra de Valdepino ...
... entre brumas, inconfundible también la silueta del Pierzu.
Al norte la Sierra del Sueve, con el Pienzu, y bajo ella destacando, Arriondas.
Más al este, la Sierra de Escapa con el Mofrechu y el Joyudongu.
Allí paramos a comer, aunque sin entretenernos demasiado. Habíamos subido despacio y no era plan de que se nos hiciera tarde. Los días ya son cortos y aún había que bajar.
Nos despedimos del Dobra y de las cumbres del Cornión. Sin duda los Porros de Vizcalluenga son un balcón privilegiado, pese a su escasa altitud.
Bordeamos la cumbre hasta alcanzar el Llano la Peña, la cabecera del alargado valle de Valluengu que, hacia el noroeste, nos conducirá a la majada de Jucárabu.
Bajamos todo el alargado valle hasta una pequeña vega en su base. Allí la senda se pierde. nosotros salimos de frente, pero luego nos dimos cuenta que la senda sale de la vega por la izquierda de esta. Desde un poco más abajo damos vista a la Hoya de San Vicente, en el río Dobra.
La senda gira a la derecha, buscando el descenso a las cabañas de Jucárabu, para luego remontar unos metros hasta la collada en la que se asienta Ñajuentes y por donde discurre el Camín del Puertu de Següencu, a donde tenemos que llegar (flecha).
Alcanzamos las cabañas de Jucárabu (720 m), diseminadas en una zona muy quebrada. Allí dejamos una senda que sigue a la izquierda, hacia otras cabañas, para remontar unos metros a ganar una horcada, a la derecha.
La senda pierde unos metros para luego subir a ganar ya la collada donde se localizan las cabañas de Ñajuentes, al fondo.
En la collada (715 m) tomamos contacto, de nuevo con el Camín del Puertu que llega desde Següencu, y en el que tomamos a la derecha.
Atrás queda Ñajuentes y la collada a la que salimos desde Jucárabu.
El camino va a ir casi en llano, ganando algunos metros hasta alcanzar la Cueñe el Carru (737 m), una especie de collada desde donde vemos la collada Cebéu por donde pasamos unas horas antes subiendo desde la vertiente de Orandi.
El sol ya empieza a estar bajo, pero aún da en las cumbres del macizo central de los Picos y desde aquí vemos el Neverón de Urriellu, Cabrones o, por poco, Torrecerredo.
En la Cueñe el Carru dejamos el Camín del Puertu, para tomar otro que baja a la izquierda y que se dirige hacia Soperi de Arriba, pero que sin llegar a ella acabará dando un giro a derechas para encarar el descenso al fondo del valle, en donde enlazará con la senda que proviene del collado Cebéu.
Ya en el fondo (640 m) del alargado valle, en realidad una serie de jous, la senda girará al norte, transitando por la margen derecha del mismo, cuando vemos al fondo la Sierra de Escapa con el Mofrechu.
Poco a poco, a medida que el valle de la Riega Gustariega vaya cogiendo profundidad, la senda va a ir girando a la derecha, cortando la agreste ladera de la Sierra la Raiz, por donde bajamos en una ocasión desde la Peña Sienra.
Pasaremos por la pequeña y abandonada majada de Estelleru para poco después dar vista ya al Monte Priena, que nos marca la ubicación del Santuario de Covadonga.
Nos separamos de la Riega Gustariegu que va a formar un pequeño barranco en su descenso hacia Muñigu.
Por fin damos vista al collado Bustio (457 m), que se abre sobre las cabañas de Peñalba.
Y así bajando por los espléndidos pastizales de Peñalba, alcanzamos sus cabañas (410 m), alguna de sorprendente tamaño, hasta las que llega una buena pista desde Covadonga, con el Monte Priena al fondo.
Ya solo quedaba bajar por la pista que atraviesa el Monte Auseva, cuando la luz ya había menguado mucho y no daba para lucirse con la cámara.
Y así llegamos a Covadonga, más tarde lo que contábamos. Allí mismo nos tomaríamos la cerveza correspondiente y de allí saldríamos para casa de noche cerrada ya. Mira por donde creo que nunca había estado en Covadonga de noche.
Y eso es todo. Os dejo el track.
Un saludo
Cienfuegos
Una preciosa ruta con lugares mágicos para mí al menos, como Orandi, Narves, Vizcalluenga, Ñajuentes y Peñalba ,majada hermosa donde las haya. Siempre acompañado de buenas y hermosas fotografías. hemos recorrido todos esos lugares muchas veces, nunca nos cansamos. Un abrazo.
ResponderEliminarSi que es una zona guapa. Yo hacia años que no iba por ahí y ya hacia tiempo que tenía ganas de volver, sobre todo a Peñalba.
EliminarUn abrazo
He aprendido mucho con tus descripciones de la zona. Habrá que tener en cuenta esta ruta para una visita posterior. Gracias por compartir con todos nosotros, compañeru. Un fortísimo abrazo.
ResponderEliminarViti, es una zona preciosa y con mil rincones para recorrer. Buena zona para el invierno.
EliminarUn saludo
Casi conozco la ruta entera, la hicimos circular,pasando por Los lagos, la Vega de Orandi, subida a la Cruz de Priena y finalizando en el Santuario. Me resultó dura, no se acababa nunca pero bonita es a rabiar.
ResponderEliminarUn saludo.
Supongo que sería parecida a una que hice yo hace tiempo. Esta zona de los Porros los dejas a la derecha cuando subes de Orandi hacia los Lagos, por Severín y Fana, que supongo sería por donde pasasteis. Si que es una zona guapa.
EliminarUn saludo
Impresionante, fotos espectaculares como siempre Javi...pero esta vez es de ese Oriente de mi Asturias del alma...ese Oriente que tiene tanto que regalarnos...y una vez más afianzas mis creencias (por propia experiencia) que a veces para llegar a cimas modestas hay que pasar las de Caín :) :) :) por el Dobra hice una ruta y me pareció tierra salvaje, hermosa pero salvaje y que como dices hay que transitar con cuidado.
ResponderEliminarMe ha encantado
Mi abrazotedecisivo montañero
Sara, el Dobra no es salvaje, es lo siguiente. Lo más salvaje que puedas encontrar en asturias. Ni yo me atrevo a meterme ahi, por según que sitios. Esta zona que recorrimos hoy, sin serlo tanto, hay que tener cuidado con la niebla que puede jugar muy malas pasadas.
EliminarUn abrazo
PD: a ver si se me arregla lo de Navidad y nos vemos.
Que casualidades Cienfuegos, no hace mas de tres semanas hice yo casi la misma la misma ruta, solo con alguna variación, una ruta que desconocía completamente y que me gustó un montón.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo Lara.
Pues si es casualidad, porque tampoco es una zona muy habitual, aunque ppara esta época es perfecta.
EliminarUn saludo
Preciosisima ruta , un saludo y gracias por compartir tus rutas.
ResponderEliminarA ti por comentar.
EliminarUn saludo
Un mirador excepcional sobre el Dobra. Un par de días antes hice una ruta por la zona desde Covadonga a las Peñas Negras, coincidiendo en parte del recorrido. Saludos
ResponderEliminarPeñas Negras las tengo pendientes. Las intentamos el año pasado pero la niebla nos hizo una putada, que casi acaba en susto. Habrá que volver por la zona.
EliminarUn saludo
Muy guapa. Me hubiera gustado bajar hasta la cueva que se abre sobre el Dobra, pero hacía un aire tan tan fuerte que me pareció hasta peligroso.
ResponderEliminarLa última parte de la ruta me prestó mucho, porque es un camino que recorrí en varias ocasiones hace más de 20 años cuando con unos amigos nos íbamos a quedar a dormir a una tená de la zona. Desgraciadamente hoy ya está en ruinas.
Muchas Gracias.
Sergio.
Que hay Sergio? Me alegro que te gustara la ruta. La cueva no es recomendable efectivamente con mucho aire. No solo hay que bajar un tramo por esa canal tan inclinadísima. Una vez dentro, al tener dos ventanales puede que hubiera más corriente si cabe y un resbalón tonto, no perdona.
EliminarSaludos
Hola Viti, mañana quiero seguir tus pasos en esta preciosa ruta.
ResponderEliminarya le he echado un ojo y me parece preciosa la zona. Mi pregunta es tiene alguna dificultad tecnica? aparte de las que comentas de cuidadin aal asomarse al Dobra. Gracias
Hola Manuel, pues yo tan solo apuntaría como dificultad técnica, la posibilidad de pérdida en caso de niebla. Muy alta, eso si. Mal terreno el entorno de lso Porros en caso de niebla. Disfrutarlo.
EliminarSaludos
PD: y no soy Viti, soy Javi, ja, ja
la hice ayer dia 4 - 9 - 21 muy buena ruta algunos pasos complicados por cerrados pero se pasa con paciencia , gracias por el aporte hago muchas de tus rutas muy bien documentadas . gracias de nuevo
ResponderEliminarCuando yo la hice (2015) ya había algún tramo un poco cerrado y supongo que no habrá ido a mejor, menos aún en estas fechas. Pero como dices, con paciencia,...
EliminarGracias a ti y un saludo