20 diciembre 2019

Libros recomendado: Picos de Europa. Los primeros montañeros y viajeros

Picos de Europa. Los primeros montañeros y viajeros
Alberto Boza
Ediciones Cordillera Cantábrica

Alberto Boza, a través de su editorial Ediciones Cordillera Cantábrica, no deja de sorprendernos con pequeñas joyas sobre nuestras montañas. En esta ocasión nos ofrece un estudio sobre los primeros montañeros y viajeros en Picos de Europa, relatando su primeras ascensiones y escaladas, aunque como él mismo dice, quizás deberíamos considerar como los primeros montañeros a los pastores y cazadores de los pueblos de alrededor de Picos, los mismos que sirvieron de guías a esos primeros viajeros y esos supuestos primeros montañeros. 

El libro repasa las rutas y ascensiones de aquellos primeros visitantes que se aproximaron a los Picos de Europa y que, de una forma u otra, dejaron constancia de ello. Son pues los primeros montañeros como tal, si bien no debemos olvidar que las montañas de los Picos son un paisaje humanizado, que la población local ya había recorrido, conocido y hasta cierto punto adaptado. Es por ello que el primer capítulo va dedicado a ellos, a la población de local, a los pastores y cazadores de los pueblos circundantes.

También se tiene en cuenta la existencia de mineros en el entorno. La minería de Picos viene de antiguo, es anterior a esos primeros montañeros y en no pocos casos, es la consecuencia de que esos primeros viajeros y/o montañeros lleguen a ese entorno, como trabajadores o estudiosos a ella asociados. Por tanto, el segundo capítulo del libro va dedicado a ella, a esa minería en altura.

Es en el tercer capítulo donde se repasan esos primeros visitantes de las cumbres de Picos. Con Casiano de Prado y Vallo debemos considerar que se inicia la exploración monañera de Picos, con su ascensión a la Torre de Salinas en 1851 y su cima en la Torre del Llambrión en 1855, al que le sigue el relato de las andanzas de John Ormsby, miembro fundador del Alpine Club que los visita en algún momento entre 1862 y 1872.

Tras Ormsby, incluye Alberto un interesante análisis sobre los trabajos de los geodestas, los técnicos del Instituto Geográfico Nacional que debieron coronar no pocas cimas para la colocación de los primeros vértices geodésicos, trabajo ímprobo en las condiciones en que se efectuaba en aquellos años y que en ocasiones obligaba a ascender repetidamente una o varias cimas al objeto de obtener las mejores visuales entre vértices. Las exploraciones están datadas en 1861, 1865, 1866 y 1870, con visitas a numerosas cumbres como Peña Contés (Cortés), San Melar (Samelar) y San Carlos, Pico Giero (Pica´l Jierru), el Pico Malatas (Silla de Caballo Cimero) o Peña Vieja.

Continuando con los ilustres visitantes les toca el turno a continuación a Roberto Frassinelli quien se asienta en Corao en 1854 y a Fermín Canella y Secades quien los recorrió entre 1870 y 1890. Ambos, con sus escritos, ayudaron a una primera divulgación del territorio.

Continúa con la visita de la Institución Libre de Enseñanza, en el verano de 1883 en el que alumnos y monitores realizan un viaje por lo más profundo del macizo. Sigue con Rosario de Acuña, la primera mujer de la que se tiene constancia en ascender a una cumbre de Picos, en concreto a la Pica´l Jierru, en 1889 o 1890.

Uno de los capítulos más extensos se lo dedica a Hipólito Aymar d´Arlot de Saint-Saud, el Conde de Saint-Saud, uno de los principales divulgadores de Picos. Sus repetidas y documentadísimas visitas, hasta diez, entre 1890 y 1935 servirán para la publicación del primer mapa de Picos. Destacan sus cumbres en la Torre de Santa María o Torre Cerredo. Además su compañero Paul Labrouche, junto con el guía de Gavarnie François Bernat-Salles y el pastor local Vicente Marcos "Vicentón", consiguen la primera ascensión a Peña Santa.

El otro gran capítulo del libro está dedicado, como no, a Pedro José Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa, a quien se le debe la declaración del primer parque nacional de España, el de la Montaña de Covadonga, y quien junto con el pastor Gregorio Pérez "El Cainejo" logran la ascensión a la cumbre del Urriellu en 1904. Aquí Alberto se detiene en un detallado análisis sobre el verdadero itinerario, tanto de ascenso como de descenso empleados por los dos aperturistas, con ligeras discrepancias sobre otros estudios previos.

El último capítulo del libro se lo reserva a Gustav Schulze, geólogo alemán que entre 1906 y 1908 realiza un detallado estudio geológico de Picos. A él se le debe la publicación del primer mapa geológico de Picos. Además Schulze es un destacado escalador. Sin duda, el primer escalador puro en pisar Picos. Ello le permite realizar alguna de las primeras escaladas de entidad, como la ascensión al Tiro Tirso o la repetición en solitario de las cumbres de Peña Santa y del Urriellu.

En resumen, un gran libro de amena lectura y muy documentado que de un plumazo nos aporta una visión histórica de la exploración y divulgación de Picos. Si luego quereis ahondar en el conocimiento de estos primeros montañeros y/o viajeros, el propio Alberto indica en cada capítulo la bibliografía de consulta, bibliografía que en algunos casos, también teneis recogida ya en el propio blog como "Por los Picos de Europa" de Conde de Saint Saud; "Pedro Pidal, Marques de Villaciciosa. En el reino de los rebecos", de Joaquín Álvarez; o "Gustav Shulze en los Picos de Europa", de Elisa Villa Otero.

Un saludo
Cienfuegos

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