03 junio 2021

Formosu y Picón de la Mota desde Levinco

La Sierra de Pelúgano o de Peḷḷuno, suele pasar desapercibida, a la sombra de su hermana mayor, la de Peña Mea. Sin embargo, en los últimos años ha ido cogiendo protagonismo al entrar en los listados de los concursos de cumbres de la FEMPA, lo que hace que cada vez sean más los montañeros que se arriman a conocerla. Por su parte, la sierra une a sus buenas vistas, una entretenida y no especialmente complicada crestería que le da un plus a una ruta, por otra parte normalmente corta, que puede iniciarse en Pelúgano/Pel.luno, en el Puerto de la Collaona, o como en mi caso, con un mayor desnivel, en Levinco/Ḷḷevinco.

DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 04/05/2021
  • Zona: Sierra de Pelúgano
  • Concejo: Aller (Asturias)
  • Inicio/Fin: Levinco/Ḷḷevinco
  • Distancia: 12 Km
  • Desnivel máximo: 825 m
  • Desnivel acumulado positivo: 955 m
  • Tiempos: 4 y 1/2 horas
  • Dificultad: Difícil. La voy a catalogar como difícil por la propia cresta, aunque podría evitarse faldeando por cara suroeste y por el tramo tan malo que hay para bajarse ella, por medio de una ladera muy tomada de maleza. También esto podría evitarse dejando la cresta antes. El resto de la ruta discurre por buenas sendas y pistas.
  • Track: formosu-picon-de-la-mota-desde-levinco


Saldría de Levinco/Ḷḷevinco, donde hay mucho aparcamiento y buena fuente junto al lavadero en la que cargar agua, para tomar a continuación por la calle que sube junto a la capilla de San Antonio.


Serpenteo entre las casas y en el barrio de El Casqueyu doy con un ancho camino, casi pista, que sube con fuerte pendiente por la margen derecha de una pequeña vaguada, cogiendo altura rápidamente sobre el fondo del valle del río Aller.


Voy a ir ascendiendo, dejando varias fincas a la derecha, que parecen estar recién plantadas de manzanos. Una entalladura en el crestón calizo me marca la ubicación de la canal de El Reguerón, por donde también podría haber subido.


Alcanzo un cruce donde un camino llega por la izquierda. Por él bajaré más tarde, pero de momento tomo a la derecha, accediendo así a la Senda les Penes (Senda de las Peñas).


Levinco/Ḷḷevinco ya muy abajo y al fondo el pueblo de Beyo, bajo el cordal de Coto Bello.


La Senda les Penes es un precioso camino que corta casi en horizontal la ladera. Conserva buen empedrado y resulta muy airoso. Una vista hacia atrás me muestra la coḷḷá Pandu, por la que volveré luego.


Al frente vamos a ir viendo la cabecera del valle del Aller, con la Sierra de Riopinos o Peña Redonda, al fondo.


Al poco la senda da un marcado giro en el Cantu Penes, entrando en el estrecho valle de El Reguerón, por el que va a subir y sobre el que se alza la mole caliza de Pena Castru.


Al fondo del valle se localiza la solitaria pero arreglada cabaña de L´Esprón.


Una vista atrás al Reguerón.


A la salida del valle, éste se abre en la Yana la Guariza, dejándome ver ya la cresta caliza del Formosu que voy a recorrer en breve.


Poco después llego a la Fuente la Guariza. Tras ella se abre una tira libre de arbolado por la que una senda asciende hacia la collada de la Yana´l Navalcoḷḷéu.


La verdad es que la tarde era espléndida y apenas si había nubes, aunque luego cambiaría de forma muy rápida.


Llego a la Yana´l Navalcoḷḷéu, ya bajo la cresta de la Sierra de Pelúgano o Peḷḷuno.


Al lado contrario doy vista precisamente a Pelúgano/Peḷḷuno. De hecho, me decido a bajar unos metros por la senda que desciende hacia el pueblo, ya que es otro de los accesos a esta sierra y se me apetecía conocerlo. La senda se pega a los paredones calizos de la derecha en un tramo muy guapo que merece la pena recorrerse.


Pero en esta jornada no era ese mi destino, así que al poco vuelvo a la collada y continuo ascendiendo por encima de ella. Abajo se queda Navalcoḷḷéu y la Pena Castru.


Más arriba paso por una especie de nuevo collada, desde la que doy vista a la zona del Nogales (izda), Peña Redonda (centro) y Morgao (dcha).


El Formosu me espera.


El Cuchu asomando ya a la izquierda. Al fondo se eleva el Torres, con algo de nieve.


Una senda serpentea por la ladera y me lleva a las últimas vegas, las de los Oleos. Desde ellas, ya en plena ladera caliza asciendo con tendencia a la derecha para ganar cuanto antes la cresta de la Sierra de Pelúgano, con el pueblo de igual nombre abajo a la derecha.


Y ya en la cresta lo que veo al otro lado es Peña Mea, como no. De hecho va a ser una visión monocorde durante todo el trayecto por la crestería.


Aunque a mi se me van los ojos a la cresta. Tiene una pista estupenda y se que me va a hacer disfrutar. En primer término el Picón de  la Mota que aparece extraplomado. Detrás el Formosu.


Voy recorriendo la cresta que se hace bastante bien en este primer tramo, disfrutando de las vistas sobre Peña Mea.


Y enseguida alcanzo la cumbre del Picón de la Mota, marcada con un simple jito de piedras. En algunos mapas aparece como Piquín en vez de Picón. Vete tú a saber.


Nuevas vistas sobre el Cuchu (izda) y al fondo el Torres y el Toneo (dcha).


Las Ubiñas asomando en el horizonte. Empezaban a asomar nubes.


El primer tramo de cresta recorrido.


Peña Castro y detrás, Beyo.


Sigo por la cresta. El siguiente tramo hasta la horcada de La Mozqueta es el más complejo. De hecho lo hago un poco por la izquierda. Hay que echar la mano en algunos puntos. Se puede evitar perdiendo metros por la ladera sur hasta las vegas que se abren en su base, haciendo así que el recorrido sea mucho más sencillo.


Tras dar alguna vuelta y alguna prueba y error, alcanzo el paso de la Mozqueta, por donde se puede cruzar la sierra hacia la vertiente de la collada de Pelúgano.


Toca ganar metros nuevamente en la parte más pendiente de la cresta, aunque no la más complicada. Una vista atrás....


... y lo que me queda al Formosu.


Y cumbre del Formosu, marcada por un belén de cumbres. La tarde se había ido cubriendo de un cielo enmarañado.


Desde el Formosu la cresta se rompe en varios gendarmes de mayor o menor tamaño.


Buena vista sobre Peña Mea, como no, al otro lado de la amplia collada Pelúgano.


Las cuevas, arcos y oquedades de Peña Mea.


La Sierra de Peña Mayor


Cuchu, Praera o Aberrugues y Torres


La zona alta del valle del Aller


La Puerta de Faro, ya sobre el Puerto de Vegarada


Y una más a las Ubiñas


El valle del Aller. Al fondo se destaca la Sierra del Aramo.


Tras picar algo en cumbre, continúo ruta. Me bajo del Formosu, cruzo la vega del Traveseo y en cuanto puedo, vuelvo a cabalgar la cresta. Una vista atrás, al Formosu, muy guapo visto desde este lado.


Paso así por la cumbre de lo que se suele denominar el Formosu Norte. Aquí hay un poco de jaleo con los nombres. Yo he denominado a las cimas como creo, o entiendo, que es lo más correcto.

Me quedo sin sierra. Aquí se termina la cresta y ya solo puedo bajarme. Al fondo a la derecha la collada Doñango.


La idea era bajar hacia la derecha de la foto, en donde se localiza la amplia finca de Prao Frieres, para luego enlazar con la pista que se ve a la izquierda. Lo malo es que toda esta ladera está muy tomada de maleza, pero mucho, sobre todo cotoya, y no veía senda alguna.


Acabaría bajando de mala manera por donde mejor lo vi, que no quiere decir que fuera bueno, ni mucho menos. Yo aviso. La verdad es que es una peste de ladera. Seguramente sea mejor bajarse mucho antes, casi en la vertical misma del Formosu.


Voy bajando hacia la derecha, hacia el Prao Frieres, para luego descender a la cabaña de La Espina.


Casi llegando a Prao Frieres, giro para seguir bajando directo hacia La Espina, con una arreglada cabaña.


Allí salgo a una buena pista. De hecho el regreso lo haré ya enteramente por pista. Pero de momento me acerco a la Fuente la Espina a echar un trago.



Y luego si, pista adelante, pasando junto a diversos mayaos, como la alargada cabaña de Les Vaúes.

O las viejas pero guapas cabañas de El Truncu


Una vista atrás para despedirme del Formosu y su entretenida cresta.


La tarde se había quedado bastante fea, con una plomiza luz horrible para las fotos, aunque el verde eléctrico primaveral aún destacaba.


La pista que llevaba desciende hacia el pueblo de Escobiu, por lo que tenía que ir atento a dejarla en un cruce.


Así lo hago tomando otra pista que sale a la izquierda y que va a cortar casi en llano el valle que desciende hacia Vega, ya a orillas del Aller. Mi pista va a alcanzar la coḷḷá Pandu, que ya veo al frente, con amplios prados y que se localiza al otro lado del valle.


En la coḷḷá Pandu me despido del valle que desciende hacia el pueblo de Vega, a orillas del río Aller.


Y cruzando la collada, bajo solo unos metros para volver a salir al camino por el que subi unas horas antes desde Levinco/Ḷḷevinco, al que acabaré por regresar.


Y ya en Levinco/Ḷḷevinco, cambio de ropa, a lavarse un poco en la fuente y tomar una cerveza allí mismo. Os dejo el track.


Un saludo
Cienfuegos

2 comentarios:

  1. La ruta al Picón de la Mota, para mi es muy entretenida, de hecho ya he ido dos veces, una por la cresteria y otra por la canal herbosa mas fácil. Y me recuerdo la última , que encontramos un pastor que nos comentó que el día anterior los lobos de habían matado dos ovejas en la zona de Llana la Guariza , menos mal que era ya a la vuelta , que si no igual ni subimos jejejej,,
    Muy guapu el reportaje como siempre .
    Un Saludo Javier.

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    1. La verdad es que yo no lo conocía y me sorprendió gratamente. Cumbres guapas, de buenas vistas y una cresta sencilla pero entretenida. Una ruta muy guapa. Lo de los lobos...je,je, alguuna vez me encontré yo con un potro a medio comer y si que da canguelo, si.
      Un abrazo, Luis.

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