Pico Vízcares por Vallina Luiña

La primera vez que ascendí al Vízcares fue por Vallina Luiña. De eso, más que años, hace décadas. Desde entonces tengo vuelto a visitar esta cumbre, pero siempre por otros itinerarios, así que ya iba siendo hora de volver a pisar esa vallina, de la que recordaba su extrema pendiente, hasta el punto que en aquella lejana ocasión la bautizamos como la "Directísima al Vízcares". El día no estaba para muchas alegrías, pero aún así daría para aprovechar una tarde en la que, ya de bajada, la lluvia haría acto de presencia obligándome a apurar un poco más de lo previsto.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha: 08/04/2021
• Zona: Sierra de Aves
  
• Concejos: Piloña y Caso (Asturias)
• Inicio/Fin: Área recreativa de La Pesanca 
• Distancia: 15 Km
• Desnivel máximo: 1.020 m
• Desnivel acumulado positivo: 1.150 m
• Tiempos: 4 y 1/2 horas
• Dificultad: Moderada. La parte final de Vallina Luiña hasta la cumbre está muy tomada de un denso cotoyal que hay que cruzar por donde y como mejor se pueda.
  
• Track: vizcares-por-vallina-luiña

La de hoy se trata de una ruta bastante habitual, así que tampoco hay mucho que contar. Aparqué en el área recreativa de La Pesanca, con poco movimiento dada la fecha,  y tomé por la pista que sube hacia la Foz de Moñacos.

Para acceder a Vallina Luiña hay que pasar por las cabañas de Degoes. En otras ocasiones subí hasta el cruce con la pista que les da servicio, pero en esta ocasión iba a hacerlo por el camino que las comunica con las cabañas de El Muñizón.

Así que en El Muñizón, dejo la pista y tomo el camino que baja hacia el río. Aquí me precipité y seguí una primera senda que busca el río enseguida, dejándome el puente a menos de 100 m por debajo. En mi caso el escaso caudal me permitió vadearlo sin problemas, pero yo aviso. Hay puente. No por donde yo fui, pero lo hay un poco más abajo. Ojo si os descargáis el track.

Ya en la margen derecha doy con un camino ancho, que se ve en desuso, pero por el que se avanza sin mayores problemas.

Sube con un par de revueltas y corta una vaguada, la de Llebrada, en la que hay amontonada no poca basura, incluido lo que queda de un coche. Me pone enfermo encontrarme sitios así en medio del monte.

Alcanzo las cabañas de Degoes. Como en El Muñizón, más que cabañas ya habría que empezar a llamarlas otra cosa.

Justo por detrás de las cabañas más altas se toma la senda que va a ir entrando en Vallina Luiña.

Una vez accedamos a la vaguada no hay pérdida. La senda es muy evidente y asciende por medio del bosque, pero muy próxima a su linde.

De todas formas, mejor tomárselo con calma. La pendiente es brutal. No en vano Vallina Luiña nos va a hacer ascender 900 m de desnivel en apenas 2,5 Km, entre Degoes y la cumbre del Vízcares.

Así que de vez en cuando, se impone un descanso... y fotos a las flores.

Cuando estoy a punto de alcanzar la salida de Vallina Luiña, en el punto donde la Xerra Degoes permite la formación de un colladín, abandono la vaguada para salirme de ella a la izquierda.

Una tenue senda me lleva a la antigua majada de Llebrada. La vega casi ha desaparecido engullida por el matorral. Los rediles y las cabañas ya están en ruinas, excepto una que aún se mantiene en un llamativo buen estado.

Brujuleo un poco por la majada y luego sigo a cumbre.

Lo que queda hasta la cima del Vízcares es lo peor con diferencia. Una peste de ladera macizada de escoba, brezo y cotoya, sobre todo cotoya. La primera mitad se avanza bien subiendo a plomo por el pequeño cordal que arranca de Llebrada, pero a medida que éste desaparece en la ladera, no queda más remedio que buscarse la vida. Los pantalones cortos aquí, no son una buena idea, que lo sepais.

En mi caso subo con tendencia a la izquierda, buscando cortar cuanto antes el cordal de la Sierra de Aves, más bajo a esa mano.

La majada de Llebrada a la derecha. A la izquierda la Foz de los Cubilones.

Por fin gano el cordal y allí doy con la senda que lo recorre íntegramente. La misma por la que subí desde Riofabar la última vez y que os conté AQUÍ.

Y poco después,... cumbre. Una vez más. Pico guapo de preciosas vistas que hoy por desgracia casi no voy a poder disfrutar. La tarde no era buena. Amenazaba agua y había mucha bruma, pero es que además, en la parte baja del valle de Espinaréu había alguna quema y el humo se unía la bruma para acabar de estropear las vistas y las fotos. Prácticamente todas las fotos de cumbre las he tenido que procesar en casa para que se vea algo.

Hacía picos era curiosamente hacia donde se veía algo mejor.

Esperando en cumbre mientras picada algo y bebía un poco, aproveché para "robar" alguno de esos escasos momentos en los que un tímido rayo de sol animaba el conjunto, mientras las nubes iban a más y la amenza de lluvia ya era firme.

Llambria, Campigüeños, Maoñu,...

Recuencu, Lluengu y Colláu Zorru, asomando a la izquierda de la Llambria.

La afilada silueta del Campigüeños apuntando al cielo por encima del Maoñu.

Foz de Moñacos (izda) y Foz de los Cubilones (dcha)

Al fondo la Sierra de Peña Mayor.

Sierra del Sueve

Mota Cetín

Y con un último rayo de sol, de hecho sería efectivamente el último, me voy.

Para el descenso opto por el recorrido íntegro del PR.AS-289 "Ruta del Vízcares", que pasa por Traslafuente, así que me tocará recorrer el cordal de la Sierra de Aves, hacia el Pico de la Verdad.

Pierzu por delante de Picos

El Cunio sobre la collada Piedrafita.

Paso por la cumbre del Pico la Verdad. El término "pico" igual le viene un poco grande, pero tengo cruzado bajo él muchas veces y nunca lo habría coronado. Abajo a la derecha la amplia collada de Tralafuente a donde tendré que bajar.

Traslafuente y el Maoñu

Me entretengo un rato visitando algunos ejemplares de texos, precisamente en el Cantu la Texa.

Y para Traslafuente

Más flores de camino

En Traslafuente doy vista al valle Llevarda que desciende hacia el de Valle Moru. Por aquí subimos durante una travesía Taranes-Vallemoru-La Pesanca, que os conté AQUÍ.

A la otra mano, la cabecera dle valle La Estaquera que baja hacia el río del Infiernu.

 
Echo un trago en la fuente y me acerco hasta las cabañas de Traslafuente, aunque apenas llego a ellas empieza a llover, así que pliego velas y rápido para abajo, para Cureñu.

Atrás se queda Traalafuente. Por cierto que me encuentro el camino a Cureñu recién desbrozado (abril 2021).

Bajo por la Cuesta la Collada rápido, mientras sigue chispeando. Pocas tardes recuerdo con una visibilidad tan sumamente mala.

Entrando a Cureñu parece que para de llover, así que doy una vuelta por entre sus cabañas. Las más llamativas están en la parte alta de la majada. Antojanas de tabla y techos de llávana.

Desde Cureñu desciende ahora una insulsa pista que sustituye al precioso camino viejo. Una pena estos peajes a pagar en aras del mantenimiento de la ganadería extensiva. Con todo, aún se puede cortar algún tramo por la vieja senda que va a ratos por debajo de la pista.

Alcanzo el puente de La Estaquera cuando ya ha parado de llover.

La pista baja ahora por la margen izquierda del arroyo hasta alcanzar su mecedura con el río del Infiernu. Y si. Más flores de camino.

Una incipiente primavera teñía de verdes eléctricos el bosque. Llamaban la atención sobre todo las matas de arandaneras. Parecía que les hubieran sacado brillo.

Poco a poco me voy acercando a Degoes.

Y vuelvo a ver la Vallina Luiña por la que acabo de subir, encerrada entre el Xerru Degoes (dcha) y el Cuetu El Abedul (izda), con la cumbre del Vízcares arriba del todo.

Ya solo me quedaba dejarme bajar por la pista tantas veces recorrida, pero de la que no canso, sacando alguna que otra foto al río del Infiernu, a donde volvería solo una semana más tarde a fotografiar, de nuevo y esta vez sin prisa, alguna de sus cascadas.

Daría por finalizada la ruta nuevamente en el área recreativa de La Pesanca, solitaria a aquellas horas de un día de entresemana. Cambio de ropa y para casa. Os dejo el track.

Un saludo

Cienfuegos