La idea para este día era una ruta bastante más larga y ambiciosa: la ascensión a la Cabra Blanca. Pero dice el refrán que el hombre propone y Dios dispone y al final hubo que cambiar de planes sobre la marcha, debido a la niebla y a diversos factores que nos retrasaron en nuestra aproximación a la Cabra Blanca. Aún así, salió una ruta muy guapa y apañada. La ascensión a la cumbre de El Camperón por los Sedos de Ozania, con descenso por la Muda de Ozania.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 29/08/2011
- Zona: Macizo del Cornión. Picos de Europa
- Concejo: Amieva (Asturias)
- Inicio/Fin: Central de El Restaño
- Distancia: 14,5 Km
- Desnivel máximo: 1.310 m
- Desnivel positivo acumulado: 1.480 m
- Tiempos: 10 horas
- Dificultad: La ascensión a El Camperón por los Sedos de Ozania está catalogada como PD. Los Sedos presentan pasos de II.
Del pequeño aparcamiento que hay junto a la Central de Restaño, en el valle de Angón, a donde llegamos por la pista que desde Amieva sube al collado de Angón – punto habitual de salida o llegada para la más conocida Senda del Arcediano – salimos Jonatan, Alex, Javi, Chema, Ismael, Gabi, Nuberu, y yo mismo cruzando el pequeño puente de hormigón sobre el río Dobra y tomando por la pista que sube hacia la presa de La Jocica y que también sirve para recorrer la primera parte de la ruta de la Senda de La Jocica, hacia Carombo y Vegabaño.
El día estaba solo regular. Nubes bajas, niebla por los altos y todo mojado. Justo lo que no queríamos por nada del mundo. Tener que cruzar los Sedos de Ozania con la hierba húmeda y mal día, pero,…
Llegados a un lugar donde hay un cercado para al ganado a la izquierda, dejamos la pista y por detrás del cercado empezamos a meternos en el valle que se forma hacia ese lado.
Los primeros metros son cómodos. Nos vamos acercando a la cascada que forma el resurgimiento de Fuente Prieta, en estos días bastante seca, pero que es todo un espectáculo en invierno y primavera.
Desde Fuente Prieta el valle se estrecha muchísimo, por lo que no queda más remedio que subir por el cauce, casi seco ahora, del río. Se sube bien, con tan solo tener que poner atención en no patinar en las resbaladizas piedras que forman su lecho.
Es este un tramo muy espectacular. Por fin llegamos a un punto más amplio bien alfombrado de hierba. Las paredes parecen cerrar totalmente el valle. Sin embargo a la izquierda (sentido de la marcha), el valle permite una escapatoria por una ladera herbosa rematada en su zona alta por un bosquete de avellanos, a donde tenemos que dirigirnos.
Un vistazo atras antes de entrar en el bosque de avellanos, para apreciar la pendiente de la padera.
Por medio de los avellanos cruzamos, con mayor o menor fortuna y haciendo buen uso de los riñones, subiendo con tendencia hacia la izquierda hasta salir por encima del bosquete, ya bastante pegados a la pared.
Estamos en el primero de los sedos. Es el más aéreo. Tendrá unos 50 m de largo y aunque no es complicado técnicamente, debemos recordar que a lo mejor sabemos volar, pero se nos da muy mal aterrizar. Aquí hay que agarrarse a todo y mirar muy bien donde se pisa. La larga hierba que tapiza el sedo no ayuda demasiado ni a una cosa ni a otra.
La segunda parte del sedo se cruza más protegido, por entre la zona alta del mismo bosque de avellanos que habremos cruzado antes.
Una vez cruzado el primer sedo, se sube de frente un corto tramo hasta un muro de unos 6 m donde está el segundo sedo. Es menos aéreo que el primero pero más complicado técnicamente. Con todo no supera un II y tiene buenas presas. Se cruza por una especie de vira, no demasiado evidente en un primer momento, hacia la izquierda para luego trepar los últimos metros casi de frente.
Se sale así a la zona alta del murallón rocoso que nos cerraba el paso por el valle. Desde aquí se continua por la larga ladera de hierba muy pendiente, hacia una especie de horcada que cierra la zona alta del valle, que va formando una especie de embudo.
Ya bastante arriba veremos en la pared de la derecha la oquedad de la Cueva de Ozania.
Una vez ganamos la horcada se sale a un terreno rocoso, malo de andar. Nosotros nos metimos aqui de lleno en la niebla, por lo que no puedo dar muchas referencias, pero en definitiva se va formando una especie de valle rocoso que recorrimos ligeramente por la derecha (sentido de la marcha), hasta alcanzar la torca del Pozu Mamperi, un enorme agujero que impide el paso y que hay que bordear por la derecha o por la izquierda. Nosotros lo hicimos por la derecha, aunque parece ser mejor de rodear por su izquierda.
Queda un tramo muy malo de recorrer (desconozco como será en caso de haber bordeado la torca por su izquierda), donde hay que apoyar un tanto las manos hasta salir de aquel terreno y alcanzar la zona baja de las camperas que formaban parte de la majada del Jou la Perra, con un pequeño manantial justo en el fondo de la vaguada.
Aquí conseguimos salir de la niebla y empezamos a disfrutar de las vistas, principalmente hacia la línea que conforman el Cotalba, la Torre de la Canal Vaquera, el Tercer Poyón y el Requexón.
Desde aquí se remonta toda la ladera de hierba hasta ganar la zona alta, donde volvemos a salir a zona eminentemente rocosa. Una estrecha horcada en el punto alto, nos da vista al enorme agujero del Jou Lluengu, tapizado en su parte baja por una alargada vega. El terreno es terriblemente caótico y de nuevo es complicado dar referencias en esta zona. Al menos empezamos a disfrutar de las vistas hacia la Torre de Santa María, la Torrezuela y demás.
El Jou Lluengu se abre delante y a nuestra izquierda. Debemos buscar el mejor paso por la derecha del mismo, para, a la vez, seguir ganado altura, de manera que lo mejor es ir pegándose a las laderas de la Sierra Mercader.
A medida que ganábamos altura la zona de la Torre de Santa María, La Torrezuela y demás, empezaba a ofrecérsenos con mayor claridad.
Llegaremos a un momento en que nos meteremos en una especie de valle lateral, más a la derecha del Jou Lluengu y separado de éste por una cota intermedia (1.806 m).
Aquí ya nos dimos cuenta de que no sería posible alcanzar el objetivo del día. Nos habíamos entretenido demasiado y se nos haría muy tarde, de manera que buscando alternativas, nos olvidamos de la ascensión a la Cabra Blanca y el descenso por Carombo y nos decantamos por ascender El Camperón. En aquel momento, para el descenso pensábamos en la Boca de Corroble.
La ascensión a El Camperon no ofrece muchas dificultades desde aquí. Tan solo hay que ir ganado altura hacia una collada que se aprecia en la zona alta, dejando la cumbre a la izquierda.
En la collada damos vista a la zona alta en la que se forma una especie de campera. De ahí su nombre: El Camperón. Si miramos hacia la línea descendente de la cresta hacia el oeste veremos una pequeña collada (flecha). Es la Collada Verde. Por ahí acabariamos bajando después.
Pero para alcanzar la cumbre debemos remontar la cresta hacia el este. Hay un par de destrepes/trespes intermedios, sin mucha complicación pero donde hay que poner un poco de cuidado, y se gana la amplia cumbre (2.010 m).
Una pena las nubes bajas que nos impidieron toda visión hacia el sur y oeste, salvo las cumbres del Cabroneru y el Tiatordos que asomaban tímidamente, como islas en el mar de nubes. No así hacia el norte, donde las vistas eran espectaculares.
Y un par de panorámicas desde cumbre. Una desde el Cotalba al Requexón y otra desde éste a la Garita Bajera.
La niebla había ido subiendo detrás de nosotros y ya estaba en el Jou Lluengu. Había que decidirse para el descenso y la verdad es que todas las opciones parecían malas. El descenso desde la Boca de Corroble no es recomendable con niebla y menos si, como en nuestro caso, no se conoce. Volver sobre nuestros pasos y descender los Sedos de Ozania, no se nos apetecía demasiado. La opción menos mala era intentar dar con la Muda de Ozania y bajar hacia el Dobra.
La Muda de Ozania es el único acceso viable para el ganado vacuno a los, escasos, pastos del valle de Ozania. Por ello precisamente es el menos malo. Los pastores, cuando subían sin ganado, subían y bajaban por los sedos para ir más rápido, pero la única zona viable para hacer ascender al ganado por el murallón rocoso que forma la vertiente derecha del valle del río Dobra era y es el paso de la Muda de Ozania
El único problema era que la collada de la Muda ya estaba por debajo de la línea de nubes. Había que intentar dar con ella. De momento nos dirigimos al Collado Verde, un collado que se sitúa en la línea noroeste de la cresta de El Camperón y por encima de la Muda, todavía visible por encima de la niebla desde la cumbre.
Comenzamos el descenso ligeramente por debajo de la línea de la cresta y por la vertiente del Dobra, por una especie de vira de hierba que de forma casi continua nos lleva hasta el mismo Collado Verde.
Para cuando llegamos al mismo, la niebla ya había llegado hasta allí. Tras un momento de duda sobre por donde continuar (el descenso puro y duro por la cresta es impracticable), localizamos una línea de jitos unos metros por debajo del collado, en la vertiente del Dobra, que bordean la zona más quebrada de la cresta y que parecían dirigirse hacia la Muda.
A partir de ese momento iniciamos un descenso a ciegas – perdimos la línea de jitos al poco – entre la niebla, navegando con el GPS y buscando los restos del casi imperceptible sendero que el ganado debería haber formado en la ladera durante las generaciones de pastores que allí los han subido.
La idea es cortar la zona alta hacia la derecha, arrimándose hacia los cortados del Cantu Jañón. Habremos dejado la Muda por encima de nosotros. Desde ese punto empezamos a perder altura con una ligera tendencia hacia la izquierda.
Por momentos encontrábamos algún rastro de senda que nos ayudaba durante unos metros, para perderlo al poco. Llegamos incluso a encontrar restos de camino muriado…
… aunque en algún punto también tuvimos que destrepar algún corto sedo. Pocas fotos en este tramo. La niebla no ayuda y sobre había que estar atentos a dar con la línea de bajada menos mala.
Se pasa así por la campera de la antigua majada El Abedulu, para por fin, a la cota 1.130 m aproximadamente, cortar un marcado sendero que recorre el valle del Dobra paralelamente y unos metros por encima de la Senda de La Jocica. Ahora tocaba recorrer ese sendero, valle abajo.
Salimos así a las vegas de la zona alta de la majada Bellanzo, todavía envueltas en la niebla, con preciosos ejemplares de hayas. Sin duda tiene que ser un lugar precioso, aunque de nuevo la niebla nos impidió disfrutar del paisaje.
Por fin cortando entre el bosque salimos a la pista de La Jocica, donde yo creo que ya pudimos respirar todos tranquilos. Y es que creo que en el descenso tuvimos mucha suerte. Sin duda la experiencia en montaña y el sentido de orientación del grupo fue decisiva, pero también hubo suerte para no quedar enriscados y tener que volver sobre nuestros pasos.
Ya solo quedaba recorrer la pista, que en varias revueltas y con fuerte pendiente nos llevaría primero a la orilla del Dobra y luego ya hasta la central de Restaño de donde habíamos salido.
Unos parajes preciosos a donde sin duda habrá que volver, … con mejor tiempo. Os dejo el track.
Un saludo
Cienfuegos
Como ya-y puse a Jonatan, increyible ruta. Queda apuntada y bien apuntada, con vistes a facer esi dosmil del Camperón.
ResponderEliminarUn abrazu
¡Que ruta! la verdad es que los tenéis bien puestos porque yo no lo hubiera logrado, así se demuestra que además de sacar unas fotos preciosas sois unos expertos montañeros.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Cienfuegos, gracias por el reportage, esta de 10 y tambien por esperarme, una pasada la salida, una pasada el paisaje, todo una pasada.
ResponderEliminarjoe¡¡¡¡ con el acceso desde amieva al restañu
un abrazu
Bueno, pues como le dije a Jonatan, estaba espectante para ver esta ruta en vuestros blogs, me lo había comentado Chema y la ruta es impresionante. Por cierto, en que libro la encontró, jajajaj. Que pasada de ruta, de esas que quedan en la memoria durante mucho tiempo, supongo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Cienfuegos...
ResponderEliminarPor fin puedo conectarme otra vez a internet... cosas de la tecnología.
Impresionante el recorrido que nos ofreces... esos sedos herbosos meten más miedo que muchos dosmiles... hay que tenerlos bien puestos y tener mucha seguridad la verdad.
Aunque la niebla os estropeó el plan A no os ha quedado demasiado mal el plan B... la verdad es que las vistas son espectaculares. Enhorabuena por la actividad.
Un saludo y hasta la próxima ruta que nos enseñes.
¡¡Madre mía del amor hermoso!!
ResponderEliminar¡¡Por donde habéis subido!!
UNOS MÁQUINAS!!!
La verdad, la recompensa de llegar a la cima, no tiene precio... pero ¡¡menuda subidita!!, y el final... ¡¡un pedregal!! ¡¡empinadito!!
Y la bajada, con niebla!!!
Uffffff
Yo no lo hubiera logrado...
Un abrazo!!!!
Hola Cienfuegos, como le dije a Jonatan, guapa ruta os hicisteis, a pesar de la niebla. Yo la hice una vez, eso sí, con algo mas de suerte, el día estaba completamente despejado, y pudimos ascender además de al Camperón, a La Garita Bajera también.
ResponderEliminarUn saludo
No había oído nombrar antes esos sedos. La ruta, como siempre, con todo lujo de detalles ¡qué gusto!
ResponderEliminarBerto, la ruta ye perguapa, pero una cosa. Cuanda la vayas faces tate sollerte al tiempu, porque nun ye sitiu pa facer esperimentos con borrina. De verdá que nos tuvimos muncha suerte pa baxar delli.
ResponderEliminarUn saludu
kai51, expertos no se si seremos, pero además de suerte si que creo que en este caso la experiencia fue un grado. Entre los 8 ya sumabamos muchas horas de vuelo.
Nuberu, un placer compartir ruta. Sobre el acceso al Restañu solopuedo decirte una cosa. Imagínate cuando era una caleya sin hormgonar (que yo así la conocí), ja, ja.
Carlos, estaba con Chema un día que te llamó para ver si podias venirte con nosotros, pero no llegabas de Pirineos hasta el martes siguiente. Sobre el libro, bueno, mismamente Adrados trae la ruta original que queriamos hacer, aunque ya sabemos todos como son los tiempos que marca Adrados en sus libros, ja, ja,ja.
Gordonés, lo complicado de esos sedos a veces es dar con ellos. No suelen ser sitios muy transitados y desde luego no están balizados. Luego ya cada uno tiene que ser consciente de sus limitaciones.
Toñi, reconozco que no es una ruta de "senderismo", ja, ja, pero bueno, hay que probar un poco de todo, ¿no?.
Monchu, esa fue la pena la niebla. me han quedado ganas de volver pero con mayor garatía de buen tiempo. La verdad es que la zona es impresionante y además la tengo poco explotada. Toda esa zona de las Garitas, Cabra Blanca y demás lo tengo sin conocer.
Jose Luis, bueno, los Sedos de Ozania no son una ruta habitual de acceso al Cornión y coo le dije a Toñi, no es una ruta "senderista", pero con todo, puede que sean de los más "sonados" de la zona.
Gracias a todos y un saludo
Esto ya es alpinismo ;)
ResponderEliminarGracias por compartir.
Saludos
Slow Rider, no llega a tanto, pero no es sitio para meter a cualqueira, eso desde luego.
ResponderEliminarUn saludo