"A las bravas"
14/11/2012
14/11/2012
Sierras de La Bustariega y Montovo
Concejo de Belmonte de Miranda (Asturias)
No tenemos solución. Decididamente somos incapaces de hacer una ruta suave o sencilla. En esta ocasión nos reunimos Jonatan, Santos, Pancho y yo para lo que iba a ser una ruta corta y fácil. Pero claro, tratándose de nosotros la ruta acabó siendo cualquier cosa menos fácil. Y no podemos buscar culpables, ya que todos fuimos cómplices de ir liándola poco a poco. Pero, .... gracias a eso, convertimos lo que en principio parecía que iba a ser una ruta hasta cierto punto anodina y discreta, en una jornada montañera de esas que, seguro, recordaremos mucho tiempo.
Distancia: 15 Km
Desnivel máximo: 870 m
Desnivel acumulado: 1.000 m
Tiempos: 7 horas, 50 minutos
Dificultad: se trata de una ruta sin dificultades técnicas, sin embargo tengo que decir que parte del recorrido se realiza por terreno sin sendero alguno, mientras que el descenso lo efectuamos por un valle completamente abandonado, en el que aparentemente hacía años que nadie utilizaba los caminos existentes por lo que la bajada no estuvo exenta de cierta incertidumbre sobre si habría salida o no. Ni que decir tiene que NO recomiendo repetir la ruta en primavera o verano, cuando la vegetación esté en pleno apogeo.
Dejamos el coche en Agüerina, en la carretera de Belmonte de Miranda a Somiedo, justo a la altura del Palacio de Cienfuegos (conste que yo por esta zona no tengo posesiones).
Unos metros más allá, río arriba, un puente nos permite cruzar sobre el río Pigüeña y pasar junto a las casas existentes al otro lado, con un antiguo molino reconvertido en casa de aldea y la antigua y abandonada escuela.
Junto al puente tomamos a la izquierda para poco después, en un cruce tomar la caleya que sube hacia la derecha, por la que nos internamos en el valle de Valbona
Vamos siguiendo el antiguo camino de Agüerina a La Bustariega. Pronto pasaremos junto a una solitaria cabaña en La Braña.
El ancho sendero sube con fuerte y continuada pendiente por medio de un cerrado bosque.
Al otro lado del valle del Pigüeña, vemos el pueblo de Cigüedres, bajo la Sierra de la Manteca, a donde empiezan a dar los primeros rayos de sol.
Salimos del bosque y atravesando una zona colonizada por los felechos (afortunadamente ahora secos) alcanzamos la collada de Valdelagua (685 m) con varias cabañas, todas ellas en ruinas.
Una vista sobre el valle del Pigüeña, en dirección a Somiedo.
Los bosques estaban increibles, como bien comprobaríamos más tarde.
Al otro lado de la collada vemos el valle de los arroyos Regueirón y Teixéu, por el que bajaríamos más tarde. En él se ve una llamativa casa blanca (círculo rojo). Nos llamó la atención ya desde aqui, de manera que ya que teníamos que bajar por ese valle, intentaríamos visitarla. Atentos a como se ve de encajonado el valle por debajo de la casa.
Desde Valdelagua remontamos primero por una zona de felechos y poco después nos internamos de nuevo en el bosque, siempre por marcado sendero.
El sendero busca la cresta, la divisoria de aguas por la que sube dando vista a ambas vertientes.
Después de un tramo, atraviesa en llano hacia la izquierda, para alcanzar la zona baja de una finca, la Braña el Castro, por la que empezamos a subir hacia la marcada collada de Entrepicos que se aprecia al fondo.
La collada de Entrepicos (1.026 m) nos ofrece preciosas vistas hacia ambos lados. Hacia la vertiente de Somiedo, con parte de la cordillera al fondo.
Y hacia Belmonte, con la mole del Porcabezas destacando sobre el resto.
La cumbre del Entrepicos, o Picos del Castro, está cerca, así que nos vamos a por ella.
Se trata de una cumbre (1.114 m), o varias cumbres, pues está formada por varios crestones calizos, con buenas vistas sobre el valle de Somiedo.
y por supuesto una espléndida vista de la Sierra de la Manteca, que será la protagonista de no pocas fotos a lo largo de todo el día.
Por debajo de la cumbre principal se forman unas curiosas cuevas que tienen paso directo desde cumbre y que nos sacan a la collada inmediata.
(foto Jonatan)
Bajamos de la cumbre principal y recorremos hacia el este la serie de cortados que se forman, con los tejos aferrándose a cualquier peña.
Una vista atras a la cumbre del Entrepicos.
Y una nueva vista sobre el Porcabezas
Bajamos al collado Pornacéu (994 m), a la derecha de la foto. En el tramo de descenso, imposible tirar una foto decente, con el sol justo enfrente, pero diremos que el sendero principal sale del collado Pornacéu por la izquierda, pero nosotros nos vamos a ir a la derecha, aprovechando un estrecho sendero que bordea la parte superior de una finca.
El sendero muere justo al final de la finca. Imposible continuar por debajo ni por encima de él, de manera que cortamos más o menos a su misma altura, y como buenamente podemos, un tramo de unos 100 m de escobero y piornal puro y duro. Puede que sea el peor tramo del día. Definitivamente no existe sendero, y de no ser por el empeño de Pancho, nos abríamos dado la vuelta, pero continuamos con la esperanza de que al alcanzar el bosque, como buen hayedo que es, tenga un sotobosque limpio, como así resulta ser.
No solo eso, sino que el bosque resulta ser una maravilla. Estamos en el hayedo de Pornacéu y sin darnos cuenta hemos dejado Belmonte de Miranda y hemos entrado en Somiedo.
Recorremos el hayedo en ausencia total de senderos, cruzándolo con ligera tendencia ascendente, buscando la salida a las fincas de la braña de Cuérrago.
Y efectivamente salimos justo a la altura de las fincas inferiores de la braña (1.070 m), reencontrando un poco marcado sendero en la base de este crestón calizo que la antecede, con el Entrepicos al fondo.
Cuérrago parece estar bastante abandonada. Muchas de las fincas están hechas monte y las lindes derruidas. Al fondo se destaca la mole de La Bustariega o el Monegro, con su antena en cumbre.
Rodeamos un poco más la mole de Tras la Peña y damos vista al pueblo de La Bustariega, bajo la peña del mismo nombre.
Nosotros ganamos altura reencontrando un buen camino que nos lleva a una primera collada (1.114 m), por donde pasa una línea eléctrica, a la derecha del Pico la Nena, y desde ésta, dando vista a una vega con dos colladas de salida, continuamos a ganar la de la derecha (1.121 m).
Cruzamos la collada y damos vista a la Sierra de Montovo que recorreremos y a sus pies la preciosa braña de Mesmalina.
Bajamos a la braña (1.074 m) y aunque por un momento pensamos si tirarnos a la izquierda, a coger el camino que desde Pornacéu nos llevaría directos a Braña Llagos, al final nos decidimos a recorer la sierra de Montovo por arriba.
Una vista atrás, al collado por donde hemos bajado.
La Sierra de Montovo.
Una vista atrás nos permite ver por donde hemos andado hace unas horas, la cumbre del Entrepicos y la collada Pornacéu. Podriamos haber venido más directos hasta aqui, pero nos habríamos perdido el precioso hayedo de Pornacéu y las brañas de Cuérrago y Mermalina.
Hacemos cumbre en la Peña el Cáscaro (1.124 m), máxima altitud del día, desde la que vemos el resto de la sierra hacia la Braña Llagos. Por detrás, a la derecha, el Porcabezas y todo el cordal por el que discurre el Camino Real de la Mesa, a la izquierda la Sierra de la Manteca.
Pasamos por encima del pueblo de Montovo, a la derecha de la sierra, aunque apenas si llegamos a verlo, e iniciamos el descenso hacia Braña Llagos (930 m), con la laguna Aquillans que le da nombre y la Sierra de la Manteca al fondo.
La laguna de Aquillans.
Salimos de Braña Llagos hacia el norte
Tenemos que dirigirnos hacia la collada que se aprecia en el extremo derecho de la foto, por debajo de la Peña Muxín. Aunque toda la ladera está muy tomada de maleza, el primer tramo se presenta bastante limpio, ya que parecía haber sido quemado este año, aunque el siguiente tramo hasta la collada ya estaba bastante más tomado de vegetación.
Unos metros antes del collado, giramos 180º para tomar otro sendero que empieza a perder altura entre mucha, mucha, vegetación. Al poco ya vemos el tejado de la casa blanca que habíamos localizado desde el otro lado del valle, aunque llegar hasta ella no va a ser sencillo.
Por fin, abriéndonos paso entre la maleza que lo invade todo alcanzamos la casa y la sorpresa es que nos encontramos una panera y una estupenda vivienda con cuadra, dos alturas y desván, construida en 1956 y completamente amueblada, con los cacharros de cocina, herramientas, loza, ropa en los armarios, ... Podría haber sido abandonada ayer, pero no, se ve que ya hace muchos años que allí no vive nadie. Esta zona se llama "La Pornacal".
La vajilla en la pila del fregadero, aún espera a alguien que la lave.
Abandonamos tan curioso lugar, en algunos mapas denominado La Pornacal, en otros, La Caranguina y que según la cartografía del catastro, se corresponde con las fincas de Chamoza y tomamos por lo que queda de un antiguo camino, que por debajo de la casa y hacia la derecha pierde altura, hasta encontrar los restos de una segunda vivienda, ésta en muy peores condiciones.
El tradicional camino continuaba por la derecha del valle, pero hoy día es imposible seguirlo. Lo intentamos durante un tramo, pero al final nos damos por vencidos. Salimos a la izquierda de la segunda casa, a lo que otros tiempos debió ser una buena finca y que el catastro denomina la finca de Terrona, y bajamos por ella tanto como podemos, hasta que en su base, ya en pleno bosque, reencontramos lo que queda del sendero que pasa junto a una antigua cabaña.
Desde este punto iniciamos un descenso a ciegas, con la esperanza de que el valle tenga salida por abajo, pues lo que menos se nos apetece es tener que volver a subir lo que ya hemos bajado. El camino se puede seguir solo por tramos. En unas ocasiones debemos bajar literalmente por el arroyo, y en otras, bueno, en otras no se sabe lo que es caleya y lo que es arroyo.
Con todo el descenso es precioso. La sensación de soledad es absoluta. De tanto en tanto pasamos junto a restos de cabañas, cuadras, antiguas fincas que hoy ya forman un todo con el resto del bosque, cierres de murias, que cortan el estrecho valle de parte a parte, de más de tres metros de altura en alguna ocasión, y para los que somos incapaces de encontrar sentido o explicación. Restos de una forma forma de vida, de la que solo podemos imaginar su dureza.
El último tramo del valle, inmediato a la desembocadura del arroyo Regueirón que vamos siguiendo, en el valle del arroyo Teixéu, es lo peor. Allí la maleza se ha cerrado de tal manera que tenemos que abrirnos paso, literalmente a bastonazo limpio. Por fin el sendero, que intuimos, más que vemos, abandona el fondo del valle, y dirigiéndose hacia la derecha va casi en llano, ganando altura sobre el fondo del valle que baja rápidamente hacia el río Pigüeña, y que nosotros ya vemos, lo que nos da la seguridad de que, ahora ya, saldremos por abajo, si o si.
Empezamos a pasar junto a fincas más cuidadas, o menos abandonadas. La caleya está más limpia y se pasa sin problemas. En el último tramo gana en anchura y se descuelga con varias revueltas hacia el fondo del valle, donde cruzaremos, ya muy cerca del río Pigüeña, el arroyo de Teixéu.
Allí salimos a una caleya mucho más ancha, correspondiente al GR-205 "Ruta de la Escrita", que seguiremos río arriba por medio de un precioso bosque de ribera, con inmensos ejemplares de castaños, hasta alcanzar de nuevo las casas de Agüerina.
Ya solo nos quedaba volver a cruzar el puente sobre el río Pígüeña, y llegar al coche, donde nos cambiamos de ropa, frente al Palacio de Cienfuegos, que luce las armas de tan insigne apellido :oD.
Os dejo el track.
Cienfuegos
Itinerario muy salvaje. Por ahí .........va muy poca gente, pues los caminos están muy perdidos. Saludos.
ResponderEliminarXirin, decir que por ahí pasa poca gente, sería como decir que alguien pasa, y por ahí parecía que no pasaba nadie desde hacía años, ja, ja. Salvaje, salvaje
EliminarVaya entorno!!!..como siempre, enseñándonos los mejores parajes de Asturias. SAludos
ResponderEliminarJavier, no se si los mejores, pero en esta ocasión, si que de los más remotos.
EliminarEstupendo itinerario el realizado por vosotros, compañeros.
ResponderEliminarLa primera parte de la ruta, creo que es similar a la realizada por el " pisapraos ", pero a partir del Entrepicos, la cosa ya varía un poquito. Un entorno salvaje, el recorrido a partir de esa zona. ¡Soberbio!
Gracias por mostrarnos tan bellas imágenes, Javi.
Un afectuoso saludo.
Posdata: Gracias por incorporar mi modesto blog: "Andanzas de Viti Pisapraos" al tuyo.
Vii, la idea original era haber seguido más o menos vuestro itinerario, pero al final, ya ves,... se improvisó un poco. Faltaría más por meter tu blog en el blogrol del mio.
EliminarMe ha encantado esta actividad!! Solitaria y muy entretenida, como a mí me gustan... como añoro aquellos paisajes, no sabes cómo te envidio...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sarita, solitaria, solitaria. Pocos sitios podrás encontrar en Asturias tan solitarios cokmo ese valle del descenso, je, je.
EliminarOtra de tus peculiares rutas que no son para menores, por lo salvaje y desconocido del terreno. Las fotos en blanco y negro de la casa, una verdadera pasada, parece que el tiempo se paro en aquel sitio y asi quedo.
ResponderEliminarMuy afortunado reportaje, Enhorabuena Javi.
Sanclagones, ese tipo de fotos siempre me gusta hacerlas en B/N. No se. Parece que no puedo imaginármelas en color.
EliminarHola Javi, bueno...otra pasada de ruta y de paisajes. Una pena lo abandonado que está, pero como bien dices la dureza del entorno conlleva que la gente lo abandone, da pena que lo que costó tanto sufrimiento conseguir a los antepasados ahora se vuelva todo monte, caminos empedraos,cases, cuadres, horros y demás. Menos mal que no soy el unicu que pierde los caminos y acaba por romper monte...ja ja..El otru dia te comenté en la ruta de Les Cueves a Unqueru que: pasau el puablu de Les Cueves, y quise decir que atravesau el pueblu. Perdona. Un abrazu.
ResponderEliminarJorge, era algo de lo que hablamos durante la ruta. Del esfuerzo y la dureza de la vida en aquellos parajes. Y todo para que el monte recupere en poco tiepmo lo que era suyo. Sin gente en los pueblos, hay zonas donde ya solo los montañeros (algunos) nos atrevemos a mantener abiertos los caminos.
EliminarPD: gracias por las indicaciones,.
Este tipo de rutas son las que me van a mi, por sitios remotos y poco o nada transitados. Nosotros hicimos algo parecido también por esa zona, por la zona del pico Cervera bajando hacia Belmonte. Un saludo Javi.
ResponderEliminarEs una zona que no conozco demasiado, la verdad, parece que si entramos en ese valle es para tirar para Somiedo, pero tambien merece la pena detenerse en Belmonte. Habrá que investigar un poco más.
EliminarYa decía yo, que tenías algún título más que el de Don, jajajaja (palacio, puerto...ummmm). Buena elección de la canción porque realmente esa zona es salvaje total, pero bien guapa. Un saludo Don Cienfuegos, jejejee.
ResponderEliminarja, ja, ja, que jodio, pues espera que haga alguna por Allande, donde está el solar de los Cienfuegos, y otra que tengo en mente desde el pueblo de Cienfuegos, en Quirós, será por Cienfuegos, ja, ja.
EliminarQue gusto, en tu blog aún es otoño.
ResponderEliminarMe impresionó la casa abandonada con enseres. Un acierto las fotos en blanco y negro. No habrá un morador que se escondió al oíros? No notasteis unas presencias? Tendrá fantasmas?
Estupendo reportaje como siempre.
Saludos
konico, pues si, todavía es otoño, todo depende de la cota a que empiece la ruta. En Asturias hay zonas donde el otoño dura mucho, ja ,ja. Pues en la casa no notamos nada, pero éramos 4. Igual se acojonó. No se yo si me hubiera aventurado tanto estando solo.
EliminarMenuda ruta Javi, salvaje total!!!!
ResponderEliminarAhora el bosque lo compensa todo, las fotos muy buenas y la descripción soberbia!
Un saludo
Monchu pues si, ese hayedo de Pornacéu ya hizo por si solo que la ruta mereciera la pena.
EliminarQue guapo! Cerca de esa zona me tocó trabajar bastante en su día. Gran reportaje :)
ResponderEliminarAlex, ¿algún "Equipo A" por la zona?, ja, ja.
EliminarQue pateada chula, menudas fotazas prueba de lo que disfrutasteis de la jornada, un placer siempre seguir vuestros pasos montañeros y descubrir esos lugares escondidos...ahora entiendo como entre todos la liasteis jejejeje.
ResponderEliminarAbrazotedecisivo
Sara, no nos hace falta mucho a nosotros para "liarnos", aj, ja, aunque la zona se prestaba a ello.
EliminarGuapos llugares onde vos metéis. Lo de la casa abandonada dexome a cuadros jeje. Ye una pena como va perdiéndose Asturies pocu a pocu.
ResponderEliminarUn abrazu
Berto, a cuadras quedamos nos al topala asina, coles puertes ensin pesllar y los armarios perllenos. Maniegues nel horru, maseres na cocina, vestios, loza, potes y sartenes, ...
EliminarHola! Queria felicitarte por haber hecho esta ruta y por publicitarla, ya que Belmonte es un gran desconocido a la sombra de su vecino Somedano, y como habras visto, tiene mucho que dar...esas casas que os encontrasteis estan en lo que se conoce como " La Pornacal",a dia de hoy, todavia sigue vivo un paisano que nacio en una de ellas. Un saludo.
EliminarLucia, gracias a tí por el dato del nombre. No encontrabamos mucha información sobre la zona. La verdad es que, como bien dices, Belmonte queda un poco a la sombra de Somiedo, pero bien merece la pena recorrer sus sendas.
EliminarNo hay de que! Por cierto, no se si soleis repetir rutas, pero si lo haceis, os animo a que con un poco mas de esfuerzo os acerqueis hasta lo que se conoce como " La campa cueiro" , es el punto donde lindan los concejos de Belmonte, Somiedo, Teverga y Grado.
ResponderEliminarGracias por la idea, aunque ya lo conozco, de pasar cuando hice el Camino Real de la Mesa y de haber subido haciendo un circuito muy guapo por esa zona, con las cumbres de La Berza y el Pico Redondo, desde la verttiente tevergana. Salí de Taja con un día precioso y la zona alta nevada. Como bien díces, merece la pena.
EliminarUn saludo
Hola, ayer hicimos esta ruta los compañeros de "el Geco" sin felechos aún. Pero encontramos los pinchos como los dejasteis (si no mas creciditos aún) tanto durante el corto tramo desde el collado del Pornaceu hasta el bosque, como en toda la cerrada y salvaje bajada desde la Pornacal. A pesar de los agujeros con los que nos volvimos, muy chula la ruta, nos gustó mucho, gracias. PD. Aún estamos poniéndonos tiritas.
ResponderEliminarJa, ja, ya me imagino que esos senderos no estarán en ningún caso mejor de como nos los encontramos nosotros. Poca gente habrá pasado por ahí entre nuestra visita y la vuestra, y sin embargo yo guardo un precioso recuerdo del recorrido. Muy salvaje, pero también muy guapo.
EliminarUn saludo