12 septiembre 2018

Gildar y Gabanceda desde Casasuertes

A principios de verano recorríamos el tramo de Cordillera Cantábrica que separa los puertos de Valdemagán y Pontón, coronando las cumbres de Peña Negra, Peña Prieta y Pozúa. En esta ocasión seguiríamos ampliando el conocimiento de la cordillera hacia el este con el siguiente tramo, el que separa los puertos de Panderrueda y Pandetrave pero saliendo del pueblo de Casasuertes, en una larga ruta que nos llevaría a coronar las cimas del Cebolleda, Gildar, los Verdes del Cable y Gabanceda.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 22/08/2018
  • Zona: Alto Esla
  • Municipios: Burón (León)
  • Inicio/Fin: Casasuertes
  • Distancia: 22,5 Km
  • Desnivel máximo: 840 m
  • Desnivel positivo acumulado: 1.470 m
  • Tiempos:  9 h 30´
  • Dificultad: Moderada. En nuestro caso contábamos con Pancho, gran conocedor de la zona, quién por medio de perdidas sendas en lo más profundo del bosque, nos guio ahorrándonos las siempre tediosas pistas. Sin embargo ello hace que intentar seguir nuestra ruta en el ascenso hasta ganar la cuerda del Cebolleda y sobre todo, en el descenso desde Peña Gabanceda por medio de los densos hayedos, pueda resultar complicado.
  • Track: gildar_y_gabanceda_desde_casasuertes


Aparcamos a la entrada de Casasuertes y volvemos andando sobre nuestros pasos por la carretera para, tras pasar junto a la fuente de La Llambre y casi en la primera curva, tomar una estrecha senda que asciende a la derecha.


Atras se queda Casasuertes que casi ni hemos llegado a ver, tras los contrafuertes de la hoz que le da entrada.


La senda nos alza a una zona de pastizales de La Entrada y continúa ascendiendo por el fondo de la vaguada que en ella se aprecia.


La cabecera de la vaguada da paso a un frondoso hayedo en el que nos internaremos. Hay que procurar dar bien con la senda aquí, aunque más o menos sigue por el fondo de la misma vaguada.


Entramos en un hayedo puro, muy limpio y sencillo de recorrer en el que de tanto en tanto aparecen espléndidos ejemplares de roble.



Alcanzada una primera collada la senda sigue con tendencia a la izquierda hasta localizar una segunda collada ya bajo la Peña Jaranguina, siempre en medio del hayedo

El camino, perceptible aunque poco marcado, va a continuar en llano por la ladera meridional de la sierra, dirigiéndose al valle de Cuénabres, por lo que en un momento dado lo abandonamos, ascendiendo sin senda alguna por medio del hayedo, buscando su salida en lo alto del cordal.


Por fin salimos del hayedo y damos con una nueva senda, está bastante más marcada y que asciende pasando sobre Los Cintos, una alternancia de franjas arboladas y rocosas y próxima al lomo del cordal, dirigiéndose hacia la caliza y blanquecina Peña Cosoya, que bordeará por su izquierda. Al fondo del todo, entre brumas vemos la Peña Gabanceda, que será la última cumbre de la jornada.


Nos elevamos sobre el valle de Casasuertes, que entrevemos en la confluencia de los valles Vallejo, Cosoya y el principal, el del río Orza que vemos al frente y por el que regresaremos por la tarde. A la izquierda destaca la silueta del Pico Corcadas que veremos durante todo el día.


Alcanzamos un colladín en el que cambiamos de vertiente y desde donde echamos la vista atrás, apreciando el cordal por el que hemos ascendido desde Casasuertes (flecha), con las Peñas de Cosoya que hemos bordeado, a la derecha.


Las vistas se abren ya sobre la montaña de Riaño, con el Gilbo a la izquierda y el Yordas a la derecha. Por detrás de este las Peñas Pintas.


Mientras tanto, al norte, ya vemos el primer objetivo del día, el Pico Cebolleda


Ganamos el collado Cebolleda, bajo la cumbre homónima. En él dejamos a la izquierda el valle de Franisquera que baja hacia Cuénabres, con los Mampodres al fondo.


A la derecha el valle de Cosoya con Peña Gabanceda al fondo.


Del collado a cumbre restan 250 m que se suben a riñón por un marcado sendero en medio de un denso escobal, lo que lo hace un tanto incómodo.


Y cumbre del Pico Cebolleda, primero del día, una cumbre airosa de fuertes caídas al norte y espléndidas vistas al Cornión.


La cresta que sigue en dirección al Gildar (izda). Luego continúa la cuerda por Las Verdes del Cable hacia Peña Gabanceda.


Al norte, el Cornión.


Hacia la cordillera y Asturias. Peña Ten y Pileñes (izda), Tiatordos y La Llambria (dcha).


Al fondo los Mampodres.


Empastadas una tras otra, el Jario, Peña Beza (con su Travesedo) y el Cantu Cabroneru.


A la izquierda el Corcadas y al fondo la montaña palentina, con el Espigüete (dcha) y el Pico Murcia.


Paramos a picar algo en cumbre, pero después tocaba seguir. En vez de recorrer la cresta (algo aérea y con un destrepe final) optamos por perder unos metros al norte, hacia las Hoyas de Frañana.


Una zona de buenos manantiales que dan lugar a pequeñas charcas. Al fondo los Picos de Europa.


El ascenso al Gildar llegando desde este lado es bastante tendido y por medio de una senda muy marcada. Coronamos así el Pico Gildar, el más alto de la jornada y el único con vértice geodésico.


Al oeste, el Pico Cebolleda en el que acabamos de estar. Guapa vista tiene desde este lado con esas caídas al norte.


El resto de  vistas son similares al Cebolleda. Al norte se abre el valle del Cable y al fondo, los Picos de Europa, con el Cornión, ...



...y la Peña Santa. O mejor dicho la Torre Santa, vista desde la cara sur.


Aunque se abre más hacia los Urrieles, ...


...con la Torre Salinas que ascendería solo unos días más tarde.


Nuevas vistas hacia la cordillera y Asturias, desde Ten (izda) al Pierzu (dcha).


Tras las fotos de rigor, seguimos ruta. Tocaba recorrer un buen trecho hasta Peña Gabanceda, cruzando toda la cabecera del valle del Cable, cerrada por las cumbres de Las Verdes, las Verdes del Cable.


Dejando el valle del Cable en todo momento a nuestra izquierda.


A medida que nos aproximamos a las Verdes aparecen unas llamativas y esbeltas agujas.


Las bordeamos por su cara norte, por medio de un sendero "rebequil" en el único punto donde hay que poner algo de atención, aunque sin mayores complicaciones.


Espectacular.


Está claro que el nombre de Las Verdes no es por nada. Menudas "playas" herbosas hay aquí.


Al paso bajo la aguja más alta de Las Verdes, decidimos auparnos a ella. Total, ya que estábamos aquí...


Cumbre de Las Verdes del Cable, con el Gildar y Pico Cebolleda al fondo.


Vistas al sur, al valle de Cosoya.


Y al norte, con el Pico Anzo en el cordal que desde la cordillera corre al norte, dividiendo el valle de Valdeón en dos, el de Soto (izda) y el de Santa Marina (dcha).


Bajamos de Las Verdes y pasando a cara sur entramos en la cabecera del valle de Valcarque, donde se localiza la majada de Los Cantos.


Este será nuestro valle de descenso más tarde, el de Valcarque. Bajaremos desde la zona caliza que se aprecia a la izquierda hasta el caos de bloques que se distingue en el fondo del valle, y que parece dar nombre a la majada "Los Cantos", donde una senda nos conducirá valle abajo.


Pero de momento toca seguir por la cordillera aún un tramo. Bordeamos la Cerra de Montó y seguimos hasta el collado de Peñas Blancas llamado así por unas redondeadas peñas calizas (blancas) que lo culminan.


Para entonces ya hace rato que hemos dejado atrás el valle del Cable y vamos cruzando sobre la cabecera del valle de Prada por donde discurre el arroyo Llalambres.


El tramo anterior a alcanzar la base de Peña Gabanceda es una especie de planicie tomada de escoba que la hace engorrosa de cruzar.


La ladera nos conduce a una corta canal que precede a la pedregosa cumbrera.


Y por ella alcanzamos la cumbre de Peña Gabanceda que se abre al norte en un abismo que a mi me recordó a la copa de un Tiatordos en pequeño.


Peña Gabanceda. Cuarta cumbre del día y buen sitio para comer, que ya era hora.


Y qué mejor comedor que uno con estas vistas. El Cornión con el Cantu Cabroneru a su izquierda.


Los Urrieles con Ándara asomando a la derecha.


Al sur nuevas vistas sobre el Corcadas. Tanto rato estuvimos viéndolo a lo largo del día que ya se nos antojaba a todos volver por la zona para ascenderlo.


Al este la cordillera sigue hacia el Coriscao. A su derecha, al fondo, se destaca Peña Prieta.


Al este, una buena vista sobre las cimas de hoy. Pico Cebolleda, Gildar y Las Verdes del Cable.


Comimos tranquilamente en cumbre. Pese al acoso de un ejército de hormigas con alas, se estaba bastante bien. Después tocaba desandar un tramo hasta el collado de Peñas Blancas, con sus redondeadas moles calizas. Justo a su altura arranca un pequeño cordal al sur que se destaca por su roca caliza, La Requejada.


Desde lo alto de ese cordal vemos al fondo la majada de Los Cantos, en la cabecera del valle de Valcarque, a donde tendremos  que bajar. También vemos el tramo que hace un par de horas hemos recorrido por arriba desde Las Verdes del Cable a la collada de Peñas Blancas.


A aquellas horas ya se preparaba tormenta. Aún así paramos un rato a la sombra de los enormes peñones calizos de la majada Los Cantos. Desde aquí vemos dos vegas en el fondo del valle. Una buena senda nos llevará a la primera, Prado Abedul. Luego, otra menos marcada y junto al río nos conducirá a la segunda, la Majada de los Pastores.


Como decía una marcada senda desciende ladera abajo por la margen izquierda del valle hasta alcanzar la primera vega, Prado Abedul.


Salimos de Prado Abedul junto al arroyo. Una perdida senda desciende junto a él. Aunque habrá que vadearlo en numerosas ocasiones, la escasa entidad del cauce no ofrece muchas dificultades para hacerlo.


Alcanzamos así la Majada los Pastores, la segunda vega, más amplia y en la confluencia de los arroyos de la majada de Los Cantos y de la Requejada, formando así el valle de Valcarque. Volviendo la vista atrás vemos los bloques calizos de Los Cantos en los que buscamos la sombra hace un rato y la cumbre de La Requejada a la derecha.


En la margen derecha de la vega, tras cruzar un pequeño arroyo en la zona superior de la misma, nos internamos de nuevo en el hayedo. Vamos a seguir una senda apenas perceptible salvo en algunos tramos.


El camino es una pequeña encerrona que nos tenía preparada Pancho, ya que lejos de descender va a ir ganando altura paulatinamente. Poco a poco, pero sin pausa. Aunque se conserva la traza de la senda, por momentos se difumina mucho. Por suerte el hayedo es limpio y se deja caminar.


La idea es pasar por arriba La Cuendia, la hoz donde se estrangula el valle de Valcarque. Alcanzamos una especie de mirador sobre la salida de la misma, desde donde vemos la pista que llega desde Casasuertes. Al frente el Alto de la Panda, contrafuerte del Corcadas.


El valle de Valcarque, por donde discurre el río Orza se abre bajo la foz. Nosotros aún vamos a tener que ganar un poco más de altura, ya que unas verticales paredes impiden el descenso desde aquí.


La senda continúa a media ladera para salir luego a una zona despejada, de roca caliza. Allí una cinta de un pastor eléctrico puede servirnos de guía, ya que no la dejaremos hasta dar con una buena pista. Perdiendo ya altura junto a ella volvemos a entrar en el bosque.


Toca perder metros con él, siempre con tendencia a la derecha, próximos a la cinta eléctrica y ya sin senda alguna.


Por fin salimos a una buena pista un poco por encima del collado de Llagos. En ella tomamos a la derecha.


Sin embargo enseguida la dejamos. La pista sigue en llano hacia el valle de Cosoya, así que en un cruce tomamos a la izquierda una vieja pista, ya medio hecha monte, que desciende por el pequeño valle de Las Canales.


Al entrar en el hayedo, la pista recupera su buena caja. Este tramo resulta ser de lo más guapo.


El valle de Las Canales desagua en el principal del río Orza y a él nos conduce nuestra pista, acabando por salir a la pista que sube valle arriba, cuando volvemos a ver al frente la afilada silueta del Alto de la Panda.


Ya por la pista principal tocaba regresar a Casasuertes. Justo antes de entrar al pueblo paramos es un área recreativa en la que se localiza una curiosa fuente surgente, justo a nivel del río (margen izquierda) en la que ahogamos nuestra sed. Luego ya en el pueblo, cambio de ropa y a buscar un bar por la zona donde tomarse la cerveza de rigor. Os dejo el track.


Saludos
Cienfuegos

2 comentarios:

  1. Buen tute y no de cartas nos metimos ese dia, la ruta y el reportaje preciosos, saludos....

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    1. No estuvo mal, no. Hay que mirar de volver por la zona.
      Nos vemos

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