La Sierra de Sobia desde el Desfiladero de Valdecerezales

Cuando nos dijeron por primera vez que era posible ascender a la Sierra de Sobia desde el Desfiladero de Valdecerezales, sinceramente no lo creímos. Cuando nos lo dijeron por segunda vez empezamos a estudiar aquella vertiente. La acosábamos desde la Sierra de Gradura, frente por frente, pero no acabábamos de ver opción alguna factible. Cuando finalmente nos lo confirmaron los amigos del Grupo de Montaña Les Xanes, no perdimos el tiempo y allá que nos fuimos. Eso había que verlo. Y vaya si lo vimos. En aquella jornada descubrimos un acceso tan salvaje como sorprendente, tan increíble que solo recorriéndolo se puede dar crédito a que efectivamente haya paso franco en aquel mundo de abismos, verticalidades, paredes, cortados y desventíos. El regreso no le fue a la zaga, ya que optamos por el poco conocido, solitario y abandonado, valle de Valdecerezales.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha: 26/03/2019
• Zona: Sierra de Sobia
• Concejos: Teverga y Proaza (Asturias)
• Inicio/Fin: Desfiladero de Valdecerezales
• Distancia: 14 Km
• Desnivel máximo: 1.030 m
• Desnivel acumulado positivo: 1.670 m
• Tiempos: 8 horas
• Dificultad: Muy difícil. Desaconsejo el ascenso si el terreno estuviera húmedo, ya que la inclinación de la canal es extrema en algunas partes. Hay que dar con los puntos correctos de paso, ya que en caso contrario el riesgo de enriscarse el alto. El descenso por Valdecerezales se hace sin senda alguna y puede complicarse aún mas en las épocas de máxima vegetación.
• Observaciones: El track sirve de poco en el ascenso. La verticalidad y lo abrupto del terreno en el Desfiladero de Valdecerezales, hizo que el GPS literalmente se volviera loco, por lo que ni el track es fiable, ni los datos de distancia y desniveles son seguramente correctos.
• Track: sierra-de-sobia-desde-el-desfiladero-de-valdecerezales

Es fundamental localizar el punto exacto donde iniciar la ruta, ya que éste marca la entrada a la canal de Calmerín. Cuando vamos en dirección de Proaza a Teverga, nada más salir del segundo túnel en pleno Desfiladero de Valdecerezales, el más largo de los dos, veremos una senda que a la derecha baja a enlazar con la Senda del Oso. Justo a la izquierda de la carretera está el acceso a una pendientísima canal. Poco más adelante hay sitio para aparcar tres o cuatro coches. Esa canal es el punto de entrada.

Os dejo una foto tomada en su día desde la ladera de enfrente, la de la Sierra de Gradura, en la que os indico alguno de los puntos de paso y lugares a identificar:

1. Canal de Calmerín
2. Bosque de avellanos
3. Canal de Cantos (sin salida)
4. Mirador
5. Collado (cambio de canal)
6. Cueva Negra
7. Muro
8. Descenso
9. Ladera de matorral
10. Vistas a Santa María
11 Canal de abedules
12. Espinera
13.Collada de salida
14. Carretera a Teverga
15. Túnel

Total, que dejamos los coches en aquellos apartaderos y desandamos unos metros hasta la entrada de la canal. En el acceso a la misma hay un panel con las restricciones temporales para la práctica de la escalada en aquellas paredes. La verdad es que las tapias que se veían por encima impresionaban y hubo quien se apostó las cervezas a que por ahí era imposible ascender.

El inicio no deja indiferente. La pendiente es abrumadora, aunque hay senda bastante marcada, supongo que sobre todo por los escaladores. Enseguida alcanzamos una curiosa cueva que da acceso a alguna de las paredes de escalada. Ojo con no equivocar la senda. Nosotros,...para arriba, no a la izquierda.

Y lo que vemos pues desalentaba al más optimista. Un circo de verticales paredes que no auguraban nada bueno. Las que encierran la Canal de Calmerín (Punto 1)

Y sin embargo se observa senda, así que seguimos subiendo, ganando metros rápidamente sobre la carretera (ojo en todo este tramo con no tirar piedras, ya que llegarían fácilmente a la carretera).

Subimos a la sombra, no en vano esto mira al oeste, a la ladera de Peña Gradura. Los contraluces eran brutales y las fotos salieron de aquella manera.

Tras un primer tramo más despejado la canal se puebla de un bosquete de avellanos (Punto 2) que me imagino que cuando echen la hoja, complicará mucho el cruzarlo. Por suerte cuando nosotros fuimos aún estaban pelados.

Las paredes comprimiendo la Canal de Calmerín.

Alcanzamos un punto, casi al pie de las verticales paredes que tenemos al frente, donde la canal se abre a la derecha. Si queremos (como fue el caso) podemos acercarnos a la aguja que se observa a la derecha, y que constituye un precioso balcón.

Este tramo tenía con muchos árboles tirados y el suelo un tanto resbaladizo, lo que hizo complicado llegar hasta la atalaya (Punto 4), aunque mereció la pena.

Al otro lado del río de Teverga, la Sierra de Gradura. De hecho se veía perfectamente el "arco" que cruzamos cuando la subimos por la Senda el Gabitu, como os conté AQUÍ.

Y al otro lado de la atalaya, lo que vemos es la canal paralela, la de Cantos (Punto 3). Era la otra opción que habíamos barajado, pero pudimos ver que no tiene salida factible por arriba.

Aunque observando lo que tenemos por delante, tampoco parece que la Canal de Calmerín nos lo vaya a poner fácil. Todo cuanto se veían eran paredes verticales sin aparentes zonas de paso.

Continuamos ascendiendo, ahora con tendencia a la izquierda, casi al pie de las paredes que cierran la canal. Si nos fijamos, sigue habiendo senda clara, aunque la pendiente es extrema. En toda la canal hay que tener mucho cuidado si estuviera húmeda, ya que puede resultar muy resbaladiza.

Alcanzamos así un collado oculto hasta ahora tras una aguja (Punto 5). En él muere la primera canal por la que subíamos. Aunque a toda esta zona se la llama Calmerín, atrás dejamos la Canal de Calmerín propiamente dicha, para entrar en otra canal, la de nos conducirá a Cueva Negra.

Seguimos subiendo por ella. ¿Hacia donde? Pues hacia arriba, siempre hacia arriba. En realidad, no hay otra opción. En este tramo resulta complicado equivocarse.

Bajo nosotros queda el collado y la aguja que lo oculta. Al fondo el valle de Teverga, donde ya daba el sol.

Nosotros continuamos subiendo con la fé puesta en que aquella pétrea cárcel nos ofrezca una vía de escape, aunque los altos muros que nos rodeaban no daban pie a muchas esperanzas.

De repente sobre nosotros veremos una amplia oquedad. Merece la pena seguir hasta ella. Se trata de Cueva Negra (Punto 6).

Cueva Negra es más un abrigo que una cueva, pero un abrigo de grandes dimensiones. Fue utilizado hasta tiempos relativamente recientes como resguardo para cabras, según nos contaron en La Plaza. Toda esta ladera en realidad era territorio cabrero, y esa es la razón de que aún hoy se conserve una clara senda que llega hasta aquí.

En ella se conservan viejas construcciones para recoger las cabras, para guarecerse el pastor y para guardar sus cosas.

Aunque ya hemos ganado mucha altura, aún otro tanto para ganar la parte alta de la sierra. De momento toca perder unos metros desde Cueva Negra, pegándonos a la pared de la derecha hasta dar con una especie de corredor que asciende al pie de unas verticales paredes.

En la foto no se observa Cueva Negra, que queda oculta a la izquierda. El entorno no puede ser más salvaje. La verticalidad y altura de las paredes impresionan. También las oquedades que se ven por arriba, en las que observamos varias buitreras.

Pese a su inclinación, el corredor se hace más llevadero que las laderas herbosas que ya hemos superado. Subimos sobre grandes bloques de piedra en los que puntualmente hay que ayudarse de manos.

La altura sobre la carretera, el río y la Senda del Oso ya es mucha.

El valle de Teverga, con Peña Negra al fondo a la izquierda.

Al final del corredor nos espera una sorpresa. Un muro de piedra (Punto 7) y una alambrada metálica lo cierran. Como nos explicarían en La Plaza, este es el único punto por donde un oso podría entrar a la canal de Calmerín. También el único por donde se podrían escapar las cabras. De ahí la necesidad de un cierre.

La horcada de salida de la canal donde se localiza Cueva Negra nos da acceso a una zona totalmente diferente. Salimos del mundo de verticales paredes y accedemos a una ladera de urces, de brezo, debiendo perder unos cuantos metros, pueden ser unos 20 m (Punto 8) hasta situarnos en la zona mas ancha de vegetación. Ya situados en ella hay que cruzar en horizontal (Punto 9) hasta una especie de hombro (flecha). Mucho cuidado en este tramo. Sin ser complicado, un resbalón sería fatal de necesidad.

La ladera herbosa da paso a una zona caliza que hay que cruzar. En todo este tramo ya ha desaparecido la senda, aunque se observan pasos de animales.

Lo dicho, mucho cuidado en este tramo, donde además puede haber que apoyar las manos. El vacio está a un palmo.

Alcanzamos el hombro que comentaba (Punto 10), en el que hacemos una nueva parada y reagrupamiento, mientras disfrutamos de las vistas. Ya se observa el polígono de Entrago.

Al frente, Peña Gradura.

Y al otro lado del hombro, vemos la parte baja del valle de Teverga y en el centro de la foto, el pueblo de Santa María.

De nuevo toca ascender, primero un tramo casi a plomo por encima del hombro alcanzado. Y de nuevo toca apoyar las manos. Hay que localizar una canal poblada de abedules en nuestra vertical, por la que seguiremos subiendo.

Entramos en una estrecha canal (Punto 11), la misma que más arriba está poblada de abedules.

Y en ella vemos que el muro tenía su razón de ser, las marcas de garras en los árboles nos dicen que esto es territorio osero.

A la salida de la canal seguimos subiendo. El terreno mejora ligeramente. Hay que buscar lo más cómodo, cuando podemos, siguiendo rastros de animales. A estas alturas ya estamos por encima de Peña Gradura.

Al fondo con nieve, Peña Negra y el Michu. Por delante el Cuernu Llamas, el Troméu,...

La ladera está tapizada de urces, de brezo, ...terreno incómodo por el que seguimos subiendo, ahora hacia una nueva y estrecha canal.

Esta última canal nos conduce directamente a una planicie en medio de aquellas verticalidades, en la que destaca una solitaria espinera (Punto 12). Se trata de Fayas Sousas. Aquí nos tomaremos un nuevo descanso para picar algo.

Cuando por fin continuamos la ruta vemos que ya hemos dejado atrás lo peor. Ascendemos ahora por una ladera herbosa en la vertical de la espinera, con menos pendiente que la que hemos tenido que soportar.

Y por fin, tras coronar un último y amplio collado, ....

...damos vista a los vastos puertos de la Sierra de Sobia, entrando por Veiga Solosa, la primera de todas las que recorreremos. Acabábamos de conseguir ascender por la vertiente de Valdecerezales. Nunca dejará de sorprenderme el conocimiento tan exhaustivo que llegan a atesorar los pastores de los territorios a los que llevan sus ganados, De esas sendas imposibles. De esos accesos que aprovechan la más mínima oportunidad que ofrezca la montaña.

Pasamos por L´Estoupu, a los pies de Peña Sieḷḷla y donde quedan restos de viejas cabañas.

Y cruzando una especie de collado que recibe el nombre de la Cuendia la Canal de Faya, entramos en las inmensas Veigas d´Adientru. Esto ya era territorio conocido para todos.

A izquierda y derecha vamos a ir dejando corros, cabañas, majadas diseminadas a lo largo de la vega.

Empezamos a ganar algo de altura por las Veigas d´Afuera. La idea es remontarla hasta su extremo.

Ya en la zona alta de la vega, Alejandro nos guía a la entrada de Cueva Chadrona, que no se aprecia bien desde el exterior. El interior no es especialmente grande, pero no deja de ser un sitio curioso.

Nos despedimos de las vegas de Adientru y de Afuera y de la Peña La Sieḷḷa que se eleva al fondo.

Buscamos una canal que nos permita el descenso a la vertiente quirosana de la sierra y damos con una marcada senda que cruzando una por una especie de cuendia, nos deposita en Vegaciegos, una pequeña vega rodeado de bosque.

Desde ella alcanzamos a ver Peña Collada, en la margen izquierda del valle Zaraméu, con la Sierra del Aramo al fondo.

A la derecha dejaremos el valle que desciende hacia Fresneo y Arrojo, ya en la carretera de Quirós.

Nosotros vamos a seguir una senda que se dirige a la izquierda y que va a cruzar el collao Acebos, al frente, a la izquierda de Peña Xerragallos.

En el collado Acebos, con la modesta cumbre de la Peña Xerragallos. Estuve en ella hace tiempo, cuando hice la circular al valle de Zaraméu, con un día totalmente invernal, como os conté AQUÍ.

La senda sigue cortando la cabecera del valle Zaraméu, con Peña Collada abajo, en el centro de la foto.

La idea es cortar en horizontal la cabecera del valle, pasando bajo las paredes que cierran esta vertiente de la Sierra de Sobia, bajo la cumbre del Barzanalgas, para alcanzar el collado del Chanu el Puexu (flecha) en el cordal que desciende al norte y en el que destaca una pequeña cumbre que sirve de referencia, la de la Xerra´l Coḷḷadieḷḷu (círculo).

La senda se difumina cuando no se pierde en esta parte, pero el cordal es siempre fácil de identificar.

Alcanzamos el collado del Chanu el Puexu que se desgaja desde la zona del Barzanalgas, que presenta verticales paredes hacia este lado.

Traspasando el collado del Chanu el Puexu y con él el cordal, dejamos atrás el valle de Zaraméu y entramos en el valle de San Esteban, por donde baja el arroyo La Zana. Vamos siguiendo tenues sendas, mas de animales que de personas. Un poco por debajo vemos una vega en medio del bosque. Se trata de la antigua braña Las Cintas, nombre que evoca a pasado ovino y caprino. En ella se conservan restos de alguna cabaña y una fuente.

Volvemos al bosque. Aquí hay que hilar fino. Debemos seguir en llano, sin perder altura. Estamos cruzando la cabecera del valle de San Esteban, el del arroyo La Zana y no es éste el valle que nos interesa.

La Peña la Collada ya queda atrás.

Debemos seguir hasta alcanzar un nuevo collado en medio del bosque. Se trata de el Cantu´l Cordel. En el dejamos a nuestra derecha el valle de San Esteban. Siguiendo de frente entramos por fin en el valle de Valdecerezales.

El descenso de este valle se hace extremadamente largo. Son unos 3 Km en los que se pierden casi 800 m de desnivel, pero además en completa ausencia de sendas y por un bosque que alterna tramos más limpios con otros más enmarañado y en los que hay que ir buscando los mejores pasos.

A la izquierda vamos dejando en todo momento las verticales paredes que impiden el acceso a la sierra de Sobia desde este lado. El terreno se muestra salvaje, sin restos de presencia humana en ningún momento.

Y de repente, en medio de lo más profundo del bosque, empezamos a encontrarnos restos de viejos corros y apriscos para ganado. Se trata de la antiquísima braña de Valdecerezales. No queda ni rastro de senda alguna. ¿Cuantos años hará que se abandonó el pastoreo en este valle?.

Más abajo encontramos construcciones más elaboradas. Restos de rudimentarias cabañas y curiosos abrigos en la peña como este de la foto. Es la braña de La Cuesta.

Aquí si que nos encontramos con viejas sendas, restos de murias que en otros tiempos quizás delimitaban prados, fincas,...hoy todo ello forma parte ya de un denso bosque. 

En la parte baja de la braña incluso damos con una vieja fuente. Una manguera sale de ella. Se ve que alguien aún viene por aquí de ven en cuando.

Sin embargo nosotros no podemos aprovechar demasiado estas sendas. Están muy perdidas, comidas por la maleza y en todo caso parecen dar comunicación con el paralelo valle de San Esteban, a nuestra derecha, ya que estas brañas probablemente pertenecían al pueblo de Santa María. Pero nosotros queremos seguir bajando, siempre hacia abajo, hacia la carretera de Teverga. Así que no queda más remedio que seguir pegándonos con la vegetación mientras seguimos perdiendo altura.

Ya muy cerca de la carretera localizamos incluso un viejo vertedero en medio del bosque. Hoy parece imposible que hasta allí subieran camiones a descargar basura, pero así es, literalmente sobre el propio cauce del arroyo. Una guarrada. Bajamos como podemos el último tramo por la margen derecha de la vaguada, descolgándonos los metros finales para poder alcanzar, finalmente, la ansiada carretera de Teverga, justo a la altura de la boca del túnel y en el límite mismo de Proaza y Teverga.

Ya solo nos quedaba recorrer un corto tramo de carretera por el Desfiladero de Valdecerezales, hasta llegar a los coches, utilizando para ello la vieja caja de la carretera que quedó en desuso tras la construcción del túnel, y pasando así frente a la Senda del Oso. Cerrábamos una circular por el territorio, seguramente más salvaje de la Sierra de Sobia. Una jornada increíble. Las cervezas estaban pagas. Os recuerdo que hubo quien se las apostó al inicio de la ruta. Os dejo el track, si bien os prevengo de que en la primera parte, en el ascenso por la Canal de Calmerín, no es totalmente fiable.

Un saludo
Cienfuegos