Del Mosquil al Monrasiellu

Tocaba despedir el año y para ello retomamos la vieja fórmula de farturruta, es decir, ruta corta y post-comida. La zona de esparcimiento venía marcada por el restaurante elegido, en esta ocasión en Tellego, así que lo más cómodo iba a ser la Sierra del Aramo. Me tocaba a mi diseñar la ruta y me decanté por repetir una hecha hace tiempo con la línea de cumbres del Mosquil al Carralina, siguiendo, ante el ímpetu de mis compañeros, hasta el Monrasiellu. Y aún habríamos llegado hasta la Gamonal de no ser porque la hora de la comida mandaba. Buena ruta y mejor comida a juzgar por el número de integrantes en una y otra actividad, casi el doble a la segunda cita que a la primera. Con todo lo mejor, sin duda y como ocurre siempre en estos eventos, las risas y los reencuentros.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha: 27/12/2022
  
• Zona: Sierra del aramo
• Concejos: Morcín y Quirós (Asturias)
• Inicio/Fin: Aparcamiento de Bobies
  
• Distancia: 8,5 Km
• Desnivel máximo: 760 m
• Desnivel acumulado positivo: 850 m
• Tiempos: 5 horas
• Dificultad: Moderada. El ascenso a la cumbre del Cuetu Güertu requiere una trepada sencilla pero por terreno muy roto. Ojo a las nieblas en la zona alta de la sierra, de mala orientación.
  
• Track: del-mosquil-al-monrasiellu

Aparcábamos bien de mañana en el cercado de Vega Bobies, con los valles metidos en nieblas y el Monsacro aún en sombras.

Y es que era temprano. El sol aún no levantaba en el horizonte.

Aunque lo haría mientras nos preparábamos, tiñendo de naranjas las peñas del Mosquil, la primera cumbre de la jornada.

Ascendemos hacia la amplia collada de Pan de la Forca, dejando Vega Bobies por debajo.

Seguían las nieblas agarradas a los valles. al fondo del todo se elevaba la Sierra del Sueve.

En Pan de la Forca damos vista al oeste, al valle del Trubia y destacándose la cumbre de La Lloral, en sombras.

Las pétreas y verticales paredes del Mosquil nos esperaban. 

Nos aproximamos a su base para así dar vista al ojal del Mosquil, dejando a nuestras espaldas la cumbre de la Mostayal.

Las nieblas empezaban a retirarse a medida que el sol levantaba. El Monsacro aún en sombras. A la izquierda las columnas de vapor de la central térmica de Soto Ribera.

Por fin sobre nuestras cabezas vemos aparecer el ojal del Mosquil. Un llamativo arco hasta el que vamos a tener que subir, aunque lo haremos dando un pequeño rodeo por la derecha, para acometerlo de forma más cómoda.

Subimos tranquilos, sin apurarnos. Hoy se venía a disfrutar y a hacer lo que diera tiempo, sin muchos planes.

Oviedo quedaba oculto por las nubes, tras la silueta de la Mostayal.

Alcanzamos el ojal del Mosquil. 

Y algunos no nos resistimos a auparnos en él, claro.

La cumbre del Mosquil queda solo unos metros más arriba y hasta ella nos acercamos.

Una guapa atalaya en la que hacemos una breve parada para disfrutar de las vistas. 

Panorámica sobre los Puertos de Andruas, con la Sierra de Gradura al otro lado del valle del Trubia y al fondo recortándose la Sierra de la Manteca.

El sol ya daba en el pueblo de Dosango. Pedroveya quedaba oculto justo bajo nosotros.

Seguimos ruta, casi por el filo del cordal, aproximándonos a la siguiente cota, la de Los Altares, pasando antes junto a la entalladura que da acceso a la Canal Gües.

Obviamos la cumbre de Los Altares, que tampoco aporta gran cosa y nos vamos a la mucho más llamativa del Cuetu Güertu.

Alcanzar esta cumbre requiere una trepada corta y sencilla, pero con algo de exposición y por terreno muy roto, así que hay que acometerla con cuidado.

Cumbre del Cuetu Güertu, cuando el día parecía que se estropeaba, aunque en realidad era que las nieblas de los valles iban levantando y nos envolvían.

La línea de cumbres al Altares y el Mosquil con la Mostayal al fondo.

Y al fondo del todo la Sierra del Naranco con Oviedo a sus pies.

Las laderas norteñas de la Sierra del Aramo también se empezaban a poblar de jirones de nieblas.

Nos bajamos del Cuetu Güertu. Lo dicho, con cuidado.

Y seguimos a la siguiente cota, la de La Carralina que casi ni es cumbre. Si acaso un punto alto dentro de la línea que encierra la vega de Fontazan. Vistas hacia el este.

Las nieblas iban a más.

Superada la Carralina mis compañeros quieren más leña, así que decidimos seguir hasta el Monrasiellu. Lo vamos a hacer por por la vertiente este de la sierra, con algún tramo de mal caminar y dejando por debajo la vega del Toyu Obispu, donde quedan restos de un par de cabañas.

A medida que ganamos altura las vistas se abren y ya vemos perfectamente Oviedo, al pie de la Sierra del Naranco e incluso Gijón al fondo.

Y por fin, cumbre del Monrtasiellu. A este hacía tiempo que no venía.

Vistas a la cara este de la sierra.

Al sur la cumbre de la Gamoinal parecía llamarnos, pero se iba a quedar para otro día. No nos daba tiempo si queríamos llegar a comer a la hora acordada.

Y vistas a la cara oeste de la sierra.

Tras un breve pincheo en cumbre, iniciamos el descenso. Ahora bajamos por cara oeste, dirigiéndonos a una especie de línea rocosa con un par de horcadas. Si nos fijamos, daremos con buena senda en todo momento.

Vamos recorriendo la ladera en dirección norte, perdiendo altura poco a poco.

Hasta dar vista a la vega de Fontazán.

Siempre digo que para mi es la vega más guapa del Aramo. Alguna más hay, pero esta me parece una preciosidad.

Bajamos hasta las cabañas, casi todas en ruinas.

Cruzando la vega al norte damos con la horcada por la que sale el camino que nos habrá de llevar de vuelta a Pan de la Forca. 

La senda se retuerce mientras desciende por la corta canal de Fontazán.

Después ya continúa más tendida hacia la amplia collada de Pan de la Forca, pasando junto a un par de buenas fuentes.

Desde Pan de la Forca y solo quedaba dejarnos caer hacia el aparcamiento de Vega Bobies. Allí, cambio de ropa y para el restaurante donde ya nos estaban esperando el resto de compañeros. Montaña, risas, buena comida y mejor compañía,....¿que más se puede pedir? Más jornadas como esta. 

Un saludo

Cienfuegos