Sierra de Ibéu desde Riocaliente

Llevaba yo tiempo con ganas de recorrer la Sierra de Ibéu desde la parte llanisca, pues desde la vertiente de Onís ya lo conocía. Normalmente en estos casos se suele salir de Ardisana, pero a mi se me apetecía volver a recorrer algún que otro tramo del precioso Camín Encantáu, así que preparé una circular saliendo desde más abajo, desde Riocaliente. Para el descenso desde la zona alta de la sierra, tampoco quise tomar el más habitual Camín de los Malatos, prefiriendo cruzar la ladera de La Salgar, mucho más solariega y agradecida en los días de invierno.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha: 29/11/2024
  
• Zona: Sierra de Ibéu
• Concejo: Llanes (Asturias)
• Inicio/Fin: Riocaliente
  
• Distancia: 18,5 Km
• Desnivel máximo: 785 m
• Desnivel acumulado positivo: 995 m
• Tiempos: 7 horas
• Dificultad: Moderada. No reseñaría ninguna dificultad más allá de algún tramo que pudiera estar un tanto tomado de vegetación subiendo a Cuerín o bajando desde Braniella.
  
• Track: cabeza-juralisa-y-camin-encantao-desde-riocaliente

Aparcaba bien de mañana en Riocaliente, si bien dejaría la visita del pueblo para la tarde, cuando hiciera algo más de calor.

Así que, dando la espalda al pueblo, tomo por la ancha caleya que sube junto a La Manona, una de las múltiples esculturas que jalonan el Camín Encantáu. Y es que en esta jornada y pese a no hacer el recorrido íntegro, vería no pocas de ellas.

El camino asciende dirigiéndose hacia Ardisana y dejando en el fondo del valle el pueblo de Riocaliente, con el Benzua al fondo.

Guapo camino en el que todavía podía disfrutar de los últimos colores del otoño.

El Busgosu tiene mal envejecer. Voy a pensar que perdió - porque la alternativa sería que se lo arrancaron - la nariz y una oreja.

Justo unos metros después paso junto a la Cruz de Garabiales. Esta se localiza a mitad de camino entre Ardisana y Riocaliente. En éste último pueblo no había cementerio, de manera que había que subir los muertos por aquí al de Ardisana. A la altura de la cruz, se hacia un descanso y se rezaba un responso.

Ya junto a la riega que baja de Ardisana veo la escultura de La Llavandera.

Alcanzo la carretera y giro a la derecha. En realidad apenas si entraré en Ardisana, aunque me da tiempo a pasar frente a la figura del Cuélebre.

Pero de momento aquí abandono el Camín Encantáu, ya que yo tomo por la pista que se interna en el valle de Orticeda.

Cruzaré el arroyo junto a las cabañas de Orticeda, cuando ya tengo al fondo la Sierra de Ibéu a la que tendré que subir.

La pista da paso poco después a un marcado camino que empieza a ganar altura sobre el valle, destacando La Boriza al fondo, a la izquierda del colláu Peñamentosu.

Por un momento pierdo la senda, pero rectifico para seguir la senda correcta, cruzo la riega casi en la cabecera del valle y alcanzo las cabañas inferiores de Cuerín, lo que parece llamarse El Reborión. De hecho, allí me sorprende una construcción que debió ser casa, pues tenía ventanas.

La senda retrocede por el valle mientras sigue ganando altura para alcanzar ahora sí las diseminadas cabañas de Cuerín, un sitio que me sorprende al ser una zona sensiblemente llana, con buenas vegas.

Tras echar un trago en la Juente Chica, sigo hasta la collada de La Grandiella, en la que doy vista al contiguo valle de Balbuenu.

Era temprano y la ruta no era especialmente larga, así que me decido a acercarme hasta las cabañas de L´Ablanosa, casi en llano desde La Grandiella. Otro conjunto interesante, aunque están todas en ruinas.

Regreso a La Grandiella y observo por donde sube la senda hacia la parte alta de la sierra, pasando bajo la Cabeza Torrexón.

Muy guapa la senda en este tramo, pasando entre agujas y paredes, y con la silueta de La Señorina perfilándose en la ladera.

La llamativa aguja a la que denominan La Señorina. El nombre le viene que ni pintado.

Lo dicho, muy guapo este tramo que ya conocía de haber bajado una vez por él. Abajo la collada de La Grandiella.

Gano la zona alta de la sierra. El día por fin parecía que iba aclarándose y la temperatura era buena para estar casi en diciembre.

Una luz preciosa hacia los Picos de Europa, donde se destacaba la silueta del Urriellu.

De momento recorro la cresta hacia cumbre, dejando la laguna que hay justo bajo la cima, a la derecha de la sierra.

Cresta por momentos quebrada, pero que con calma se deja andar bien.

Una vista atrás casi llegando a cumbre.

Y cima de Cabeza Juralisa, máxima altitud de la Sierra de Ibéu.

En cumbre pararía un buen rato. Cabeza Juralisa en un buen balcón y apetecía disfrutar de las vistas. El día fresco, pero en absoluto frío. Así que, me lo tomé con calma, picando algo, tirando fotos, intercambiando mensajes de teléfono, y hasta me tomaría un café.

Al norte veo la ubicación de Cuerín (círculo) y las cabañas de L´Ablanosa (flecha), por donde pasé poco antes.

El valle de Orticeda por el que acabo de subir, con el Benzua al fondo, elevándose sobre el pueblo de Riocaliente, de donde vengo.

Tirando de zoom, Posada de Llanes y al fondo Niembru.

La sierra continúa al oriente y ya al otro lado del valle del río Las Cabras o Bedón, se eleva el extremo occidental de la Sierra del Cuera, con Peña Blanca y Cabeza Bubena.

Vistas sobre el valle del Güeña.

Una más hacia Picos, que la verdad es que estaba precioso.

Y mientras tomaba un café, les tiré varias fotos a la patrulla aérea que por allí andaban.

Después, a seguir ruta. Recojo y de momento me voy a la cumbre oriental de Cabeza Juralisa, unos 4 m más baja que la principal.

Desde ella veo el camino a recorrer. Dejando la vega de Ibéu por debajo, yo recorreré las fincas de la zona alta, a la izquierda de la foto.

Cruzo por los Joyos Madalena, tratando de salir lo más directo posible al colláu Ablanu.

Colláu Ablanu, cercado por una vieja muria y con la cabaña arreglada de no hace mucho.

Cabeza Juralisa al fondo, con la cabaña del colláu Ablanu.

Me acerco hasta la fuente donde paro a charlar con un pastor. Estaba allí con una vaca enferma. La verdad que tenía muy mala pinta. Ya era el tercer día que subía a pincharla para ver si mejoraba lo justo para poder bajarla, pero el pobre bicho apenas si podía moverse ya. No se. Le pregunto por la senda que quiero tomar y me dice que sin problema. Así que lo dejo allí con la vaca y su disgusto y yo sigo por Las Grayas hacia Prau Cima, ya en la última collada, desde la que la sierra se descuelga hacia el río Las Cabras.

Allí dejo una senda que baja por la vaguada, pasando junto a la derruida cabaña del Prau del Cura y tomo otra que casi en llano va a ir cortando la ladera de La Salgar.

La senda discurre bien trazada y va a ganar el último collado que se ve al fondo.

La verdad es que me la encuentro mucho mejor de lo que esperaba. Se ve que todavía la utiliza el ganado y está muy marcada.

Tan solo hay un punto donde poner algo de cuidado, al paso por una repisa donde mejor no tener un topezón.

Por fin alcanzo el último collado. Este se sitúa justo sobre la parte alta de una vieja cantera, ya en desuso. Desde aquí podría descender hacia el río Las Cabras. Al fondo veo la collada de donde vengo, sobre el Prau del Cura.

Buena vista sobre el valle del río Las Cabras, con el Cuera al otro lado del mismo.

Antiguamente la senda continuaba en llano para rodear la cresta y alcanzar Braniella, pero tal y como me indicó el pastor, el ganado ya no pasa de aquí, por lo que está complicada de seguir. En vez de eso, ganaré la collada que se abre sobre la cantera. 

Gano la collada y doy vista a la vertiente contraria, a la zona de Llanes. Estoy justo sobre la collada de Braniella y tal y como me indicó el pastor, el descenso es cómodo y por terreno limpio.

Desciendo mientras veo a la derecha, la Sierra del Cuera (derecha), la Sierra de la Peñe la Villa (centro) y la Peña Llabres (izquierda), con los pueblos de Meré o Debodes.

A la izquierda en cambio lo que veo es la ladera por donde desciende la senda del Camín de los Malatos. Zona muy sombría, por lo que me doy por satisfecho con la elección de descenso.

Llegando ya a la collada Braniella. Desde la collada podría descender a la izquierda y alcanzar directamente Ardisana, pero yo bajaré a la derecha, para dirigirme a Malatería.

Así que alcanzo la collada y giro al este, bajando de cara al Cuera.

Bajo por terreno ya un tanto tomado de maleza, aun cuando hay senda clara. Alcanzo unos prados con una cabaña y busco por debajo de la misma, la caleya que le da servicio.

Pronto el camino da paso a una buena pista por la que sigo bajando por las fincas de Treches y la Llosa la Juente.

Por fin, cuando doy vista a Malatería paro a comer, junto a la cabaña de El Cantón. Buen sitio, al sol. Tampoco en la comida me doy prisa. Desde aquí se que ya es todo buen terreno.

Tras comer bajo a Malatería y salgo por la carretera para enganchar, algo más adelante, nuevamente el Camín Encantáu por el que haré parte del regreso.

Junto al Pataricu me llaman más la atención unas pequeñas plantas y el musgo que la propia escultura. 

Paso junto a la iglesia de Santolaya de Ardisana.

Y bajo por el empedrado camino a salir a la carretera por la que entro en Palacio.

Llego a Palacio y callejeo un poco por el pueblo. Aquí abandono nuevamente el Camín Encantáu que se dirige a Ardisana, ya que sería volver a bajar por donde subí de mañana.

Así que en su lugar tomo por una pista que desciende hacia la carretera de Riocaliente, con el Benzua siempre al frente.

Salgo a la carretera y recorro por ella el kilómetro escaso que me separa del pueblo. Ni un solo coche me cruzo en el trayecto.

Y luego si, doy una vuelta por el pueblo para visitar La Castañera, pero sobre todo su precioso conjunto de hórreos.

Cambio de ropa y a tomarme la cerveza de rigor allí mismo, en el pueblo de Riocaliente, donde hay un curioso bar que merece la pena visitarse. Un pueblo tan pequeño y cuenta con un templo a la cerveza que se llama, como no podía ser de otro modo, El Mundo de la Cerveza. Todo un descubrimiento en el que lo que cuesta es decidirse por qué cerveza pedir. Os dejo el track.

Un saludo

Cienfuegos