
Siempre comento las posibilidades que encierran los ríos de la margen derecha del Piloña a su paso por Parres y Piloña. Seguramente el más habitual sea el Espinaréu, puerta de acceso a multitud de cumbres de sobra conocidas. Otros, como el Color o el Tendi, aún siendo menos recorridos, también alcanzan las laderas de otras montañas habituales. Queda sin embargo algún que otro río, de menor entidad que, a pesar de su menor tamaño ofrece rincones que merecen la pena ser recorridos. Hoy me movería por la cuenca del río Valle, el más pequeño de ellos, para atravesar la espectacular foz de Entrepeñes y ascender a un par de modestas cumbres.