Cascada de Guanga o Buanga

Hace unos meses (2009) el Ayuntamiento de Oviedo, en colaboración con el FAPAS balizó tres rutas por el concejo; se trata de las las de la Salamandra, del Buitre y del Oso. No confundir esta última con la cicloturista Senda del Oso, aunque están pegadas. Yo incluí en la ruta la visita a la cascada superior de Guanga, ya que pilla muy cerca de la Ruta del Oso, aunque inexplicablemente ésta no aparece indicada como tal en los paneles e indicadores de la ruta.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha: 12/11/2009
  
• Zona: Valle del Trubia
  
• Concejo: Oviedo (Asturias)
  
• Inicio/Fin: San Andrés
• Distancia: 10 Km
• Desnivel máximo: 450 m
• Tiempos:  3 y 1/4 horas
• Dificultad: Fácil. El ascenso hasta la collada situada al pie del Pico Castiello presenta mucha pendiente, pero cuenta con buen sendero.
• Nota: La entrada está publicada en 2009.  Hoy día la zona es mucho más conocida y visitada y las sendas pueden haber cambiado bastante.
  

Dejé el coche junto al lavadero del pueblo de San Andrés y seguí por la carretera de Castañedo del Monte unos 100 m para tomar por una caleya a la derecha que pasa entre una casa (en rehabilitación ahora mismo) y una finca vallada, también con casa.



En un primer momento puede parecer que no hay paso por detrás de la casa, pero un estrecho sendero se mete en el bosque y empieza a ganar altura con rapidez. Todo el monte en un puro castañar, de vez en cuando con buenos ejemplares.





El camino sube hasta un primer collado y sigue ganando altura hasta un segundo collado más amplio donde hay unas pequeñas cabañas. Allí se toma el sendero que sube a la izquierda, dejando otro que llanea a la derecha.



La caleya continua entre muros de piedra y poco más arriba sale del bosque, permitiéndonos ver abajo el valle del Trubia, con parte de la Sierra del Aramo enfrente.





Ya hemos dado vista al valle del río Buanga o Guanga, donde se localiza la cascada. El camino sube pegándose a la peña el Castiello y vuelve a meterse en el bosque justo antes de alcanzar el amplio collado del Castiello, detrás de la peña del mismo nombre.

Allí parece ser que suele haber un rebaño de cabras, guardado por dos mastines que amablemente marcaron territorio, dejándome muy claro hasta donde me podía arrimar, y allí también, encontré las primeras marcas de la Ruta del Oso, una serie de azulejos con un dibujo de un oso, original ¿eh?. El camino parece llegar de la derecha del collado. Otra caleya sigue de frente y otra más sale a la izquierda.



Yo tomé un tramo por la de la izquierda, que cruza el bosque en llano para acabar alcanzando el río Buanga. Seguí su curso un tramo para ver la zona alta del valle, muy llano y con praderias.





Al poco volví sobre mis pasos para dejarme caer por medio del bosque a alcanzar una estrecha senda que desde el collado baja en dirección a los restos de una casa y luego a los de un antiguo molino. El río Guanga está justo a su lado y poco más arriba la primera de las cascadas.





Esta cascada tendrá unos 12 m de altura y llevaba bastante agua, pese a que no había llovido demasiado los últimos días. Me imagino como bajará esto después de una buena tormenta.

















Lo más increible de todo es lo cerca que pasa la Ruta del Oso y que no está indicada la cascada en los paneles de la ruta. Allí me quedé cerca de una hora haciendo fotos y disfrutando de la paz que se respiraba.



Luego me acerqué hacia aguas abajo para al poco de pasar el molino acercarme a ver la segunda de las cascadas. Esta solo la ví desde arriba, el descenso se muestra complicado. Tendrá una altura parecida a la anterior. En aquel momento yo aún no sabía de la existencia del resto de cascadas de Guanga, que pude visitar solo unos meses después, como os conté AQUÍ.





Volví al collado al pie de la peña el Castiello, que por cierto se llama así porque aquí estaba el Castillo de Guanga, uno de los castillos de Gonzalo Peláez, el noble astur que tanta guerra le dió a Alfonso VI en el Siglo XII, que no se que le habría hecho, pero el tal Gonzalo se la tanía jurada, dicen que para recuperar la independencia del antiguo reino astur, y seguramente también para hacer y deshacer a su antojo, sin tener que dar explicaciones a nadie. Hasta en cuatro veces se la lió a Alfonso y el caso es que estuvo dando guerra (nunca mejor dicho) hasta que se murió, justo cuando preparaba otra a medias con el Rey de Portugal. De haber salido las cosas de otra manera hoy los asturianos ¿seriamos independientes?, ¿hablariamos portugues?, ¿no beberiamos sidra ni seríamos tan mal hablados? Quien sabe.

A lo que iba, en el collado, cual Alicia, tomé por el camino de baldosas amarillas, o lo que es lo mismo, por la caleya con los azulejos de la Ruta del Oso, es decir, la que salía de frente según llegué desde San Andres.



Cartel indicativo de la Ruta del Oso


Este se interna de nuevo en un espeso bosque de castaños, principalmente y sigue en llano bordeando toda la ladera de la sierra de Buanga. La idea era seguir hasta un sendero que poco más adelante me bajaría a la carretera de San Andres. Sin embargo, aquí me dí de frente con una cuadrilla de cazadores, que ya tenían los puestos montados, precisamente en las inmediaciones del citado sendero y vaya como que bajar por allí con un montón de escopeteros esperando ver moverse las ramas para pegarte un tiro, ... como que no.

Así que seguí ruta adelante en dirección al pueblo de Perlavia, por cierto pueblo muy guapo, llano, con una buena colección de horreos y buenas y arregladas casas.



Perlavia


En Perlavia pregunté si había manera de bajarse de frente a la carretera, pero nones. O seguía el camino de baldosas amarillas o me la jugaba a través del monte. Si el bosque fuera un hayedo, puede que hubiera probado fortuna, pero en un castañar, el sotobosque suele ser bastante malo de andar.

Así que seguí la Ruta del Oso, ya directamente al trote porque ya veía que me iban a dar las tantas. Este tramo ofrece unas panorámicas sobre todo el valle de Trubia muy guapas.





San Andrés, de donde vengo


Esta parte de la Ruta no está muy bien balizada y además, como estuvieron sacando madera hay pistas nuevas a barullo y puede haber un poco de lio para saber cual es la buena. De hecho yo me equivoquué y tuve que acabar cortando por un prado para salir a la buena, pero al final llegué al pueblo de Carandón, ya con Trubia a la vista.

Sierra del Aramo, con la Mostayal a la izquierda y el collado Pan de la Forca en medio


Trubia


Tramo de bosque, previo a Carandón


En Carandón se tiene que seguir un corto tramo por la carretera para, a la altura de las escuelas, tomar a la derecha la balizada Ruta del Oso y por Las Cuestas salir justo a la entrada de la localidad de Trubia.



Desde alli me quedaban unos 3 km por carretera hasta San Andres. De haber ido con tiempo de sobra lo mejor sería cruzar el río y tomar la Senda del Oso (esta si es la ciclorutista) que va por la margen derecha del río Trubia y que pasa por San Andrés, pero yo, como iba con bastantes prisas ya seguí la carretera hasta el coche.

Al fondo a la derecha la Peña El Castielu


Y eso es todo, menuda chapa que os he dado hoy. El que haya llegado hasta aquí se ha ganado un Chupa Chus. Os dejo un video de la cascada de Guanga con música de Xera, unos chavales precisamente de Trubia y con una canción que le viene al pelo ya que es el Valsiau de San Andrés (de Trubia).

PD: A finales de 2012 volví en varias ocasiones para recorrer todas las cascadas de Guanga, por lo que teneis más información AQUI.

Un saludo
Cienfuegos