30 septiembre 2012

El Ranchón y tres más por el Canalón Bajero

A lo largo del año hay determinadas rutas que suelo tener remarcadas en rojo, para hacerlas si o si. Esta era una de ellas. Sabía que iba a ser dura, por la distancia, por el desnivel acumulado, por el tipo de terreno. Además tenía el antojo de hacerla solo. Rarito que es uno. Me llevaría a pasearme por alguna de las cumbres que cierran por el oeste los Puertos de Agüeria, que se llevarían buena parte de las fotos del día.



DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 03/09/2012
  • Zona: Macizo de Ubiña
  • Concejos: Quirós (Asturias) y Santo Emiliano (León)
  • Inicio/Fin: Curva de Los Garrafes. Pista de Bueida a Trobaniello
  • Distancia: 20 Km
  • Desnivel máximo: 1.245 m
  • Desnivel acumulado positivo: 1.730 m
  • Tiempos: 9 horas
  • Dificultad: Moderado. Técnicamente no es una ruta complicada. Las ascensiones son fáciles todas ellas, sin embargo, parte de la ruta discurre por una de las zonas más complejas y solitarias del Macizo de Ubiña. Por su parte, el descenso se hace durante un tramo por terreno sin senderos de ningún tipo.


La carretera del valle de Ricabo, en Quirós muere en el pequeño pueblo de Bueida, pero desde él continua una buena pista, la de Trobaniello, que tiene continuidad hasta el alto del Puerto de Ventana. A unos 2 km de Bueida, la pista da una cerrada curva a derechas. Allí mismo hay una buena zona para aparcar y justo en la propia curva sale a la izquierda (subiendo) una ancha caleya que es la que sube a los Puertos de Agüeira y que es por la que comencé a caminar a eso de las 9 de la mañana (910 m).

En los primeros metros se cruzan los cauces, secos en esta fecha, de Les Garrafes, unos enormes manantiales, que solo tienen agua en primavera, cuando con el deshielo se colapsan los sifones que los alimentan. Entonces, de una hora para otra, ingentes cantidades agua salen por hasta cuatro puntos y arrasan la ladera durante varios días, hasta que el sifón se vacía por completo. Todo un espectáculo.


La caleya sube siempre muy marcada hasta alcanzar las fincas de Las Infiestas, con varias cabañas. Aqui el sendero parece perderse en una primera vega. En realidad desde ella podemos subir por la derecha, pasando junto a varias cabañas o a la izquierda, como hice yo, por una zona más despejada, aunque también más pendiente. En ambos casos reencontraremos un marcado sendero a los pocos metros.


Desde Las Infiestas el camino gana en pendiente, aunque el realidad este tramo lo subí a buen ritmo y con pocas paradas. Lo conocía de anteriores visitas e hice pocas fotos. En la primera hora había superado más de 500 m de desnivel. Sabía que la ruta iba a ser larga y no quería perder tiempo en esta primera parte.


Alcancé así la parte inferior de la enorme vega de Llaseiro (1.374 m), con varias cabañas diseminadas y ya con los murallones de la línea de cumbres que cierran el valle por el oeste, la misma línea de cumbres que, al menos en parte, tenía pensado recorrer más tarde.


La vega de Llaseiro es inmensa y la foto apenas da idea de su magnitud, aunque fijándose bien se aprecian algunas de las cabezas de ganado que por ella pasaban. Desde los 1.350 m de altura del fondo de la vega se alzan las moles del Ranchón, a la izquierda, con 2.152 m (principal objetivo del día) y el Huertu Diablu Sur, a la derecha, con 2.133 m, separados por el enorme tajo de la Canal de Rolamuela.


Una vista atras de la zona ya recorrida. Durante gran parte del año, el fondo de la vega se convierte en una gran laguna y es que toda esta parte del valle es muy húmeda, incluso a finales de un verano tan seco como el que teníamos.


Continuo subiendo por una especie de loma que separa la vega de Llaseiro, del incipiente río Ricabo y dando vista ya a la mole de Peña Rueda, casi diría que la protagonista del día.


En esta zona los senderos se multiplican entre un precioso bosque de acebos. El valle de Ricabo se abre ya completamente a la vista, con la Sierra del Aramo al fondo.


Cuando el valle parece cerrarse contra la enorme collada de Lingleo que va desde Peña Cigacha a Peña Rueda, el sendero más marcado gira a la izquierda, dirigiendose hacia las vegas de Llama Salgá, donde hay una buena fuente. Por un momento dudo si seguir hacia allí, ya que no tendré más agua en todo el día, pero por otro lado me supone un rodeo inútil y casi ni he tocado los 2 litros de agua que llevo, de forma que al final bordeo por la derecha el Cueto Pachón y sigo subiendo pegado a las escarpaduras que caen desde la zona de Peña Cigacha.


Alcanzo así la zona alta de Lingleo que en este extremo oeste forma varias colladinas, con numerosas lagunas entre ellas, cosa que me sorprende, ya que no esperaba encontrar tanta agua en estas fechas.


Voy pasando de una collada a otra espantando patos y teniendo ya al frente la mole del Fariñentu. Por debajo de ella se esconde aún a mi vista el vergel de los Puertos de Agüeira.


Por fin alcanzo una última collada (1.645 m), bien pegada al murallón de Peña Cigacha y ante mi se abre la inmensidad de los Puertos de Agüeira. Agüeira es un verdadero paraiso, de pastos, agua... Entre los bosques de acebos se esconden varias majadas con buenas y conservadas cabañas y una numerosa cabaña ganadera pasta aqui durante todo el verano. La vista alcanza desde Peña Rueda a la izquierda, a Peña Arpín, la Carba Valseco, Tapinón y Fariñentu a la derecha del todo.


Más a la derecha del Fariñentu veo la zona de Los Fontanes con dos marcadas canales en el extremo izquierdo de la foto, la del Canalón Cimeru que sube directa al Joyu Llongu, bajo los Fontanes y a su derecha, la del Canalón Bajeru, que es por la que subiré yo.


Tras picar algo en la collada pierdo altura rápidamente, unos 100 m, hasta la Vega de Retuerto (1.552 m) en los puertos de Agüeira, sorteando charcas, arroyos y pequeñas lagunas que tiene su origen en la Fuente del Nacimiento, y que formarán el río Lindes, y dirigiéndome hacia la entrada del Canalón Bajeru.


Una vista atrás. En el extremo izquierdo, la zona por la que bajé desde la collada Lingleo. A la derecha Peña Rueda. una vez más.


Empiezo a ganar altura hacia el Canalón Bajeru. El sendero le llega desde la izquierda, por lo que yo tengo que atravesar una zona de grandes bloques hasta salir a él.


El Canalón Bajeru es una inclinada canal, no demasiado larga, que se sube bastante bien gracias a un marcado sendero que va haciendo amplias zetas y que ayuda a salvar los aproximadamente 300 m de desnivel que tiene.


En la zona alta, el Canalón se abre. La salida del mismo se hace hacia la derecha por la zona alta de un enorme pedrero en el que se ve cruzar horizontalmente la senda, bajo los desplomes de Las Torres.


Sin embargo yo quiero ver como es aquella zona, ya que nunca me he metido por allí, de manera que al llegar a la altura del cruce a la derecha del pedrero, me voy a una collada que se abre más arriba y a la izquierda y que da acceso al Joyu Llongu. La panorámica que se abre es impresionante. Tengo venido decenas de veces a Ubiña, pero nunca me había metido por aqui. Esto es, sin duda, lo más salvaje y solitario que se puede encontrar en todo el macizo. Tambien queda lejos de narices, vengas desde donde vengas, Lindes, Bueida o Tuiza. A la derecha de la collada veo la mole del Fariñentu, con Peña Arpín, asomando a la izquierda...


... justo enfrente (mala foto por la posición del sol) el cresterío de Los Cintos y Los Foyos.¡¡Menudas agujas!!...


... y a la izquierda una inusual vista de Los Fontanes. La zona fondera del Joyu Llongu, me queda oculta por las llambrias de Las Torres. Sin duda habrá que volver a meterse por estos sitios.


Por fin me doy la vuelta y desciendo a recuperar el sendero que sube desde el Canalón Bajeru. Este cruza el pedrero y alcanza un pequeño jou, a la derecha de Las Torres. Allí, tendré la cagada (con perdón) del día. ¡Como no!. Al llegar al jou, veo un marcado sendero que sube por la izquierda del mismo, bordeando Las Torres (flecha roja) y tomo por él, cuando si queremos ir hacia Peña Cigacha, debería haber seguido de frente (flecha verde) y a menor altura.


El sendero por el que sigo desde el jou anterior, está incluso armado o muriado en su tramo final, lo que me convence de que voy bien. Alcanza así un pequeño collado que da vista al enorme agujero de los Joyos de Colines, entre las moles de El Prau, a la izquierda, y el Pico Colines, a la derecha.


Es entonces cuando me doy cuenta de que voy mal. Los Joyos de Colines son un fondo de saco del que tengo que salir, bien desandando el camino o bien cortando hacia la derecha como mejor o peor pueda, que es lo que acabo haciendo, por un terreno muy malo de andar, con múltiples simas y cortadas, teniendo incluso que destrepar algún tramo para recuperar la buena dirección hacia Peña Cigacha. En la foto, la flecha marca el sendero por donde tomé equivocadamente y el posterior destrepe.


Luego solo queda seguir aproximándome a la collada que se abre entre Peña Cigacha y el Pico Colines. La senda buena aún iría más abajo de por donde yo transito, pero al menos el terreno es más amigable con la parte anterior. Buenas vistas en este tramo sobre los Puertos de Agüeria.


Por fin alcanzo la collada (1.940 m) que sirve de entrada a la Vega del Robezu, con Peña Cigacha enfrente y La Mojonera a su izquierda. Asomando entre ambos, el Ranchón.


Alcanzó así la primera cumbre del día, Peña Cigacha (2.060 m) con una buena vista de la zona por la que he subido: el Canalón Bajeru; la collada que se abre al Joyu Llongu, con Los Fontanes dominando toda la zona; el pequeño jou donde me lié y en rojo por donde llegué hasta aqui. En verde, más o menos, por donde debería haber venido.


A continuación, el Fariñentu, con el Tapinón y el Siegalavá asomando por detrás y a su izquierda.


Justo enfrente la mole de Peña Rueda. Uuuuna vez más, siii!. Y la collada Lingleo.

Y una panorámica de las vistas desde cumbre. Al final el día se torcería de tal manera que sería la única panorámica decente que pude sacar.



Y es que cuando me quiero dar cuenta la niebla se ha metido sin saber como ni porqué en la siguiente zona a transitar. El recorrido (en rojo) será bajar a la Muesca la Cigacha, la collada que se abre entre Peña Cigacha y el Pico del Pachón y subir por la canal que se forma entre este (derecha) y La Mojonera (izquierda). Al final de dicha canal estaría El Ranchón, ahora entre las nubes.


No me entretengo mucho en cumbre. Tengo miedo de que el día se cierre definitivamente, de manera que una autofoto rápida y para abajo, a ver la entrada de la Muesca la Cigacha.


La Muesca la Cigacha (1.959 m) es un acceso más rápido y directo hasta aqui desde la collada Lingleo, sin necesidad de venir por el Canalón Bajeru. Viéndolo desde Lingleo no sabía donde se tomaba (antes había estado mirando a ver si veía algún jito sin suerte), pero ahora me acerco hasta la collada de la Muesca y veo un recorrido bien jitado que baja por la colladina que se abre más cerca de El Pachón, que de Peña Cigacha (hay dos colladinas separadas por un promontorio).

Hacia el lado contrario se abre la Vega del Robezu, con el Pico Colines a su izquierda. A diferencia de los Puertos de Agüeira, por aqui arriba si que se nota, y mucho, la sequía.


Subo la canal que se forma entre el Pachón y La Mojonera. La idea inicial era hacer cumbre en los dos, pero entre la niebla no veo la mejor subida al Pachón, que parece ser directa desde la Muesca, no desde la canal, hacia donde caen grandes llambrias, de manera que subo a La Mojonera. Desde la segunda cumbre del día (2.104 m), veo la niebla entrando y saliendo sobre el Pachón.


Hacia el Ranchón el día tampoco parece estar muy católico. A ratos se cierra mucho y a ratos abre, así que no pierdo más el tiempo y bajo y me voy directo a la cumbre principal del día, cruzando la Vega El Canchal, que se forma entre las tres cumbres: Ranchón, Mojonera y Pachón (2.022 m).


El ascenso es sencillo. No hace falta utilizar las manos en ningún momento, aunque los casi 150 m desde el fondo de la vega se notan. Por fin alcanzo la cumbre del Ranchón (2.154 m), con un par de guapos buzones, sobre todo éste de la foto.


Las nubes siguen jugando con las cumbres. Vistas hacia Peña Rueda, ...


... hacia la vertiente leonesa, con Somiedo al fondo, por donde parece estar bastante más despejado,...


... al norte, hacia los Huertos del Diablo, ...


... y al sur, a donde a ratos despeja y me deja ver, el Pachón, a la izquierda y la Mojonera a la derecha. Entre ambos y al fondo, el Pico Colines, la puntiaguda silueta del Prau y detrás del todo, empastado con éste, Los Fontanes.


El día está raro. Aguardo un rato en cumbre, pero no acaba de despejar. Por momentos se cierra mucho hacia los Huertos del Diablo. Por fin me despido de cumbre y me voy para abajo, descendiendo directo a la collada que se forma al oeste, entre el Ranchón y la Peña del Arca. Tenía intención de hacer cumbre también en esta, pero en vista del día, me digo que por hoy está bien.


Bajo por la canal que se forma entre el Ranchón y la Peña del Arca y alcanzo a ver la Boca de Rolamuela, la entrada a la impresionante Canal de Rocamuela, que fotografié por la mañana desde la Vega de Llaseiro.


Justo a la altura de la Boca y en sentido contrario se abren una serie de pequeños jous que bordeo por la derecha, iniciando así la circunvalación de los Huertos del Diablo, que finalmente he decidido no ascender. Ya los he subido varias veces y quiero ver como es el terreno por la vertiente leonesa.


Salgo así a la ladera que cae directamente hacia tierras de León (2.005 m) y que me ofrece una vista impresionante de buena parte de la cordillera. Curiosamente hacia esta parte no hay ni una nube.


Tirando de zoom veo los Bígaros, ...


... o la zona de Calabazosa con lo que juraría es la Torre de Orniz asomando por detrás.


Este tramo carece por completo de sendero, pero el recorrido está muy bien jitado, de manera que no ofrece problema alguna. El sendero va sensiblemente horizontal o ganado altura poco a poco.


Hasta completar la vuelta al Huerto del Diablo Sur, desde donde ya vemos el Huerto del Diablo Norte.


También vemos al norte, el modesto Pico de Cueva Melluque, con la colladina a donde tenemos que salir a su derecha. Para ello tenemos que perder altura y atravesar la Vega los Pozos. El mejor recorrido también está jitado y da una especie de vuelta hacia la derecha de la foto.


Cuando llego al collado (2.015 m) echo cuentas de la hora que es y me decido a subir al Melluque. Tengo pasado muchas veces junto a él, pero nunca lo subí y no deja de ser un 2.000, uno más del Club58, así que un arreón y cumbre (2.064 m).


Vistas hacia el Puerto de Ventana, con el Ferreirúa y detrás de él los Bígaros a la derecha. A la izquierda el Calabazosa y compañía.


Los Huertos del Diablo. Curiosamente la niebla se queda enganchada al Huertu Sur y no pasa más al norte.


Y una panorámica a vista de pájaro de la vega de Socellares que tendré que atravesar de parte a parte a continuación, con la Sierra de Sobia al fondo.


Por último una vista a la zona de donde vengo, con el Colines, Prau y Fontanes al fondo.


Bajo del Melluque y paro un rato a comer algo, que ya toca. Sesteo un ratillo y al poco, vuelta al tajo. Por lo pronto a bajar hasta Socellares.


Socellares es una vega inmensa, hoy completamente agostada. Las charcas que se forman en la misma están secas y hay poco ganado pastando. Es una zona perfecta para raquetear en invierno y a donde tengo venido muchas veces.


Cruzo la vega (1.740 m) y comienzo a subir por su extremo norte, desde donde tiro una vista hacia atras, con el Melluque a la derecha, y toda la cresta del Peñón Ameno, Tambarón, ... a la izquierda. Estos para otro día, que hoy ya voy maduro y aún queda ruta.


Alcanzo el solitario chozo de Socellares, aunque no me acerco hasta él. La última vez que lo visité estaba hecho un desastre. No estaría mal que alguien lo adecentara un poco. Puede servir para un apuro.


Llego así a la colladina que cierra Socellares por el norte (1.784 m). Desde ella veo todo el valle de Ricabo, con los pueblos de Bueida y Ricabo, que se abre hacia el más amplio valle del Trubia, con la Sierra del Aramo justo enfrente.


Bajo desde el collado a derecho, aprovechado sendas del ganado, por el Valle del Vaso, para luego ir cortando hacia la izquierda a salir a la collada de Prau Menes (1.625 m) que se ve al poco de empezar a perder altura.


Cruzo Prau Menes y pierdo altura hacia la vertiente oeste. A los pocos metros, pegada a la peña me encuentro una buena fuente. La primera desde Lingleo. Aprovecho para recargar agua. Desde ella veo el siguiente tramo. Tengo que bajar hasta una pequeña vega colgada sobre el valle de la Foix. Se supone que tiene que haber un sendero que comunica esta zona con el fondo del valle, pero por más que miro y miro desde la colgada vega no veo nada. Al final me decido y opto por bajar a derecho por la izquierda de la misma (flecha).


El descenso se hace por zona con vegetación baja y fortísima pendiente. No hay sendero alguno. En cuanto me meto en el bosque busco la vaguada que se va formando un poco a mano izquierda. Sigo bajando junto a ella, hasta una zona donde el bosque está más consolidado, con árboles de mayor envergadura y por tanto, con un sotobosque más despejado. Es aqui donde encuentro, por fin, una poco marcada senda, pero muy bien jitada, que serpentea por entre los árboles.


El bosque es precioso. Un hayedo muy húmedo, incluso en estas fechas. El sendero baja siempre por la margen derecha de la vaguada que se va formando en medio de él.



Se pierden así una buena pila de metros en un entorno precioso. Cuando el sendero se acerca por fin al arroyo, hay que estar atento. El sendero baja hasta el cauce y lo sigue durante una decena de metros por medio de él, hasta por fin cruzarlo a la margen izquierda. Hay que procurar no saltarse este cruce.



La senda cruza unas antiguas fincas, hoy abandonadas y volvemos a internarnos en el bosque. Unos metros después volveremos a cruzar el río. Desde aqui ya no hay pérdida posible. El valle se va encajonando cada vez más.


Más abajo, coincidiendo con la zona más encajonada del valle, El Boqueirón, el río se sume y aparece su cauce seco.


Aún tendemos que cruzar el río un par de veces más hasta que por fin, por medio de una zona preciosa, donde se localizan las hayas de mayor talla, saldremos a la pista de Trobaniello. Ya solo queda recorrer la pista durante aproximadamente un kilómetro hasta el coche. Pero incluso este último kilómetro se hace por una zona preciosa como pocas.


Por fin alcanzo el coche cuando se van a cumplir justo las 9 horas de ruta, una de las rutas más guapas y variadas que he hecho este año. También de las más solitarias. No he visto a nadie en todo el día. Ya siento la longitud de la entrada, pero creo que la ruta, con tal variedad de paisajes: vegas, jous, cumbres caliza, bosques, ... lo merecía. Os dejo el track.



Un saludo
Cienfuegos

12 comentarios:

  1. Un verdadero RUTÓN. Menuda pateada más larga y más dura, por una zona muy poco frecuentada pero que, no por ello, dejar de ser preciosa. Saludos.

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  2. Que preciosidad de recorrido!!!! Completo(bosque, camperas, roca) y entretenido.Las vistas extraordinarias. Enhorabuena.

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  3. Puf. menudo rutón de km.y horas, y encima solo, ! a veces! la intimidad en la montaña, tambien es necesaria, para poder disfrutarla. Gracias por compartirla con esas estupendas fotos.
    Un saludo.

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  4. Enhorabuena,hace 7 o 8 hicimos esta ruta y metiose la niebla en Socellares y cuando encontramos la senda y los jitos vino dios a vernos.

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  5. Pedazo de ruta, si señor. Con buenas cumbres e importante desnivel.
    Las fotos y la descripción, como siempre estupendas.
    Un saludo

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  6. Plas, plas, plas... no puedo dejar de aplaudir... pedazo rutón que te has marcado... impresionante la ruta, impresionante la explicación e impresionantes las vistas... esta misma actividad la queríamos realizar más bien pronto que tarde mi amigo el Toro de Huelde y yo, y con esta explicación ya no tenemos excusa para realizarla. De nuevo felicitaciones.

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  7. ¡Vaya tela! Un buen rutón te metiste. Recuerdo hace años haber subido y bajado a Peña Rueda desde Bueida y cómo me quedaron las piernas. Eres un crack.

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  8. Una ruta buenisima!!!. Lo tiene todo,cumbres, vistas, bosques, caminos, sendas, cresteos....eso si vaya paliza!!!

    Que raro que para León no hubiera nubes ;-)

    Saludos y gracias por compartir esta ruta

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  9. Una ruta preciosa, pero una paliza. Les fotos precioses. gracies por descubrirnos les maravilles de esta tierra. Un saludu.

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  10. Professeur, una maravilla de ruta, y efectivamente dura, aunque como bien sabes, por experiencia propia, todavía podría haberla endurecido un poco más. ¿Como era aquello de 10 horas, 10 cumbres?, pufff!!!

    Jose, efectivamente es u recorrido muy variado, lo que hace de la ruta una verdadera maravilla.

    Sanclagones, pues si, a veces hasta la soledad es buena compañía.

    Manuel, ya me imagono que bajar aqeullo entre la niebal no debe de ser precisamente para ir tranquilo. La verdad es que hasta que vi los primeros jitos no las tenía todas conmigo.

    Monchu, la ruta es de las buenas, si. Aún se me quedron cumbres por la zona, así que habrá que volver.

    Gordonés, pues si teneis pensado hacer esa ruta, solo puedo animaros a hacerla más pronto que tarde. Si conseguis hacerla además con el hayedo en pleno apogeo otoñal, ya puede ser sencillamente impresionante.

    Jose Luis, es que el desnivel a Peña Rueda rampoco es tontería. Yo subi dos veces desde Lindes y aún no tengo ganas de volver, ja, ja.

    Jose Luis Lorente, pues si que es casualidad que para León no hubiera nubes, si, ja ja, ja. La verdd es que era UNA nube, pero muy pesada, solo estaba anclada encima del Ranchón, el resto estaba despejado.

    Jorge, es una palicilla, si que lo es, pero una palicilla de esas que te estás relamiendo varias semanas recordándola, je.

    Gracias a todos y un saludo

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  11. Buen conocimiento de la zona... ¡como siempre!, buenas piernas pa recorrelo y bemoles pa dir solu. Es de agradecer la exposición por lo que vale.

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  12. kikolake gracias. La entraa es larga pero la ruta lo merece. Sobre lo de ir solu, pues ya ves, ... a veces es lo que apetece.
    Un saludo

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