22 enero 2015

Libro recomendado: Somiedo. Entre osos, brañas y pastores

Somiedo. Entre osos, brañas y pastores
Víctor Martín Alvarez "Orbayu"
Ediciones Cordillera Cantábrica

Siempre es complicado escribir sobre un libro. Más cuando se trata del libro de un amigo, en el que por salir, salen incluso varias fotografías mías. Y sin embargo, en este caso no debería serlo, ya que se trata de un gran libro.

Para los que lo conocemos sabemos de sobra de la pasión, casi obsesión, de Víctor "Orbayu" por Somiedo, un territorio que conoce al dedillo. Precisamente por eso ya sabemos de antemano que el libro es un regalo para aquellas personas que quieran adentrarse en el Somiedo más desconocido. Y es que somos muchos los que creíamos conocer Somiedo. Habíamos subido sus cumbres más conocidas. Habíamos recorrido sus PRs balizados. Habíamos caminado por algunos de sus valles y habíamos visitado sus principales lagos y alguna que otra braña. Yo era uno de ellos. Hasta que salí de monte por primera vez con Victor y entonces me di cuenta que no tenía ni idea de lo que era Somiedo.



El libro de Victor huye de las típicas rutas somedanas, documentadas hasta la saciedad en infinidad de libros anteriores, para descubrirnos un Somiedo oculto, el de las viejas y abandonadas sendas, el de las brañas no visitadas y el de las cumbres no reconocidas. Pero el libro es eso y mucho más. No es un "libro de rutas" al uso o mejor dicho, no se limita a ser eso. El libro es un verdadero estudio geográfico, histórico y etnográfico del mundo brañeiro. En el libro se nos diferencian las brañas, equinocciales, estivales, híbridas o invernales. Se nos habla de la importancia de las majadas de merinas, se nos aclaran los usos y costumbres de las brañas, de cuando se subía y bajaba el ganado o de cuando y porqué se mudaban los brañeiros, de qué pueblo era tal o cual braña, de los pactos de uso que había, de la derrota, de las facerías. Y sobre todo se habla de las sendas. De las viejas y perdidas sendas que comunicaban todas esas brañas, vegas y pueblos. Y todo ello con un detalle y un cuidado exquisito en la toponimia.


El libro se divide en cuatro grandes bloques. El Somiedo Salvaje, el Somiedo de camufladas brañas, el Somiedo de lagos y majadas y el Somiedo de robezus y caliza, siempre respetando escrupulosamente la zonificación del parque natural, de manera que en ningún momento se transitará por zonas restringidas. En el primer bloque de los cuatro se desgrana todo el largo cordal que separa los valles de los ríos Pigüeña y Somiedo. Así se describen las rutas a las brañas de Pineda, a las de Viñas y Pando, los hayedos de Turrubio y Cadepo en las faldas de la Sierra del Rubio, la braña de Orticeda y las sendas que conducen al valle de la Trapa, el entorno del Vildéu con las brañas de Pigüeña y Aguino, el puerto de Tchandurriu y la cumbre del Cebotchéu, y por supuesto Fontarente y el Cornón, sin olvidar el Mocoso y el Páramo con sus lagunas.


El segundo bloque nos lleva al valle de Saliencia. Nos ofrece las mil posibilidades que se abren en la vertiente sur del Michu, una ladera cosida por innumerables sendas y salpicada por otras tantas brañas, con no pocas foces o güergolas en su zona baja. En este capítulo también recorre los accesos al escondido valle de Campos de Gobia y Veigas de Fuentes, ya sea desde La Tchamera o desde Valle de Lago, hasta alcanzar alguna de esas cumbres que permanecen en el anonimato, como la del Tchan de Cabatchos.


El tercer bloque busca los puertos, donde pastaron hasta hace bien poco los rebaños de merinas. A la vez que nos cuenta historias mil de brañeiros y pastores, nos lleva hasta el alto del Tarambicu, nos conduce por el Cueto las Bruxas y la braña de Sobrepena, nos pasea por los Puertos de Camayor y los Pozos de Promedio, o por los Puertos de Calabazosa y Cerveriz, y por supuesto el Puerto de la Mesa, nos enseña que en Somiendo es posible caminar sobre las aguas - heladas - de los lagos y nos guía por el Vatche Morteras.


Por último en el cuarto bloque se centra en los verdaderos protagonistas de la peña: los corros y los rebecos. Un recorrido por las brañas de Murias Tchongas y Cuevameliz, el reto de una ascensión como la del Robezu y de nuevo brañas, más brañas, Sousas, Sulapena, Penachana, La Salgada, para acabar de nuevo entre vaqueiros y brañeiros, por las vegas de Valdecuélabre, Momián, La Machadina, El Xiblo y El Ordial.

Resumiendo, un libro imprescindible para quienes queramos ahondar un poco más en el conocimiento y disfrute de Somiedo. Un libro que nos descubrirá un Somiedo nuevo, y que nos abrirá los ojos a un territorio que, pese a lo que pudiéramos pensar, aún está por descubrir.

NOTA: En noviembre de 2015, Victor echó a andar su propio blog en el que va publicando correcciones al libro y añadiendo nueva documentación sobre Somiedo, como complemento al propio libro. Podeis echarle un ojo AQUI.

Un saludo
Cienfuegos

8 comentarios:

  1. Ya lo habías recomendado y después de hojearlo, lo compramos y la verdad es que merece la pena. Por cierto lo encontramos en Cervantes sin problema. Saludos

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    1. Vosotors que ya conoceis bien la zona, seguro que sabeis sacarle su jugo al libro.
      Un saludo

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  2. ¡Qué bon prólogu pal llibru sería esta entrada! Toi del too d'acuerdu contigo.
    ¡Norabona!

    Un saludu

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    1. Gracies Arturo. Po lo menos el llibru ya valió pa algo, pa alcontranos en lo de Manuel y ponenos cara.
      Un saludu

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  3. Me lo pido, ya me explicais este finde como me hago con el, Somiedo me ha embrujado y eso que sólo anduve por donde te dejan , imagino lo que será perderse en este territorio de magia pura.
    Abrazotedecisivo y hasta dentro de unas horas :):)

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    1. Sara, al final el sábado no hubo manera de charlar ni un rato. Una pena. A ver si hay manera de vovler a vernos algún dia a no mucho tardar.
      Un abrazo

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  4. Jope menuda reseña!!!!!
    Si no eres periodista o escritor, fallaste en la elección de tu profesión.
    No dudes que me lo compraré en cuanto lo vea.
    Saludos.

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    1. Gracias Pepe. Y no. Ni periodista, ni escritor.
      El libro es denso, pero con paciencia se le saca mucho partido.
      Un saludo

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