13 marzo 2017

Por el Encinar de San Emeterio

Por casa tengo el libro "Itinerarios y paseos por nuestros bosques" de José María Fernández Díaz-Formentí y aunque la mayoría de las manchas boscosas que en él se describen eran viejas conocidas, poco a poco fui recorriendo otras. Al final me quedó solo una de las rutas descritas por realizar, la de la visita al Encinar de San Emeterio, en el extremo oriental de Asturias. Una visita que llevaba tiempo pendiente, esperando el día propicio, y que al final resolvimos de una forma muy completa y perfecta para llevar a los críos, con una pequeña ruta, algo de geocaching, la visita a la cueva de El Pindal y que rematamos con el espectáculo de los Bufones de Pría.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 19/11/2016
  • Zona: Senda costera de Asturias
  • Concejo: Ribadedeva (Asturias)
  • Inicio/Fin: Mirador de El Picu. Pimiango
  • Distancia: 9 Km
  • Desnivel máximo: 210 m
  • Desnivel positivo acumulado: 270 m
  • Tiempos:  3 horas (más lo necesario para la visita a la Cueva del Pindal)
  • Dificultad: Fácil. Resulta perfecta para hacer con niños.
  • Track: encinar-de-san-emeterio


Dejamos el coche en el aparcamiento del Mirador del Picu, en la carretera que desde Pimiango lleva al Faro de San Emeterio y a la Cueva del Pindal y junto al que hay una pequeña área recreativa.


Hay que reconocer  que las vistas son guapas. Hacia un lado el Cantábrico, que en esta ocasión batía con fuerza.


El "arco" de la ensenada de Rejolgueru.


El Faro de San Emeterio que sobresale entre el encinar que tapiza gran parte de la rasa costera y que es uno de sus principales atractivos.


Pero las vistas más espectaculares y por lo que este mirador recibe su nombre están al sur, hacia los Picos de Europa ...


... y hacia el El Picu.


Total, que iniciamos la ruta acercándonos en primer lugar a Pimiango por la senda habilitada, con la vista puesta en los Picos.


En Pimiango callejeamos un poco para visitar la Iglesia de San Roque...


... y las casas del Pedrosu o del Palacio, un guapo conjunto.


Tras la visita, salimos de Pimiango por la estrecha carretera que se dirige al este, pasando frente a las casas del barrio de La Ponde.


En un cruce nos llega por la derecha una pista que forma parte de la ruta balizada que sube desde Bustio. Solo unos metros más allá, en un nuevo cruce, tomamos el ramal de la derecha e inmeditamente después en un segundo cruce, una nueva pista que sube también a la derecha.


La pista pasa sobre las fincas de Cabaña Cueli y alcanza la modesta cumbre del Pico Cañón, que será nuestra "cima" de hoy. El Cañón es la cima más oriental de Asturias, una cima horrible pero que tiene su historia, y que se remonta a la Guerra de Independencia, cuando el General Ballesteros colocó aquí un cañón que trajeron desde el fuerte de Llanes para hacer frente a la invasión francesa.


La pista avanza por lo alto del cordal, junto a la linde de las fincas y el límite del ocalital que cae hacia Bustio...


... y llega al extremo de la sierra, o más bien debería decir al extremo de Asturias, al mirador del Cañón, colgado sobre la Ría de Tina Mayor, la desembocadura del río Deva.


El mirador ofrece una buena vista sobre el estuario del Deva.


La Autovía del Cantábrico y las localidades de Bustio, la última de Asturias y Unquera, la primera de Cantabria.



Desde el mirador retrocedemos unos metros por la pista hasta que damos con un senda que baja a una finca. La bordeamos por su derecha y salimos a un buen camino.


El camino desemboca en una pista que discurre por la parte inferior de las fincas Cabaña Cueli, paralela a la que nos había llevado al mirador.


Esta pista nos conduce de nuevo a la carretera por la que llegamos hasta aquí desde Pimiango, por la que seguimos, ahora en sentido contrario, atravesando por entre las fincas de la Ería Nueva de Pimiango.



La carretera finaliza en el límite norte de la Ería donde hay un nuevo mirador, bastante deteriorado y con pocas, por no decir ninguna vista, dado el ocalital que hay al norte. Precisamente por entre él, desciende con fuerte pendiente una pista hormigonada.


Esta nos deposita en la rasa inferior, saliendo justo a la altura de las ruinas de una antigua casería, quizás parte del viejo Monasterio de Tina y en la que aún se conservan algunos naranjos.


En este punto nos internamos ya en el Encinar de San Emeterio, un denso y bien conservado bosque de encinas y acebuchales extraño en estas lares, ya que se trata de un bosque típicamente mediterráneo, pero que en este caso, constituye un vestigio de los bosques que cubrían buena parte de lo que hoy es Asturias en pretéritas épocas más templadas, hace más de 5.000 años en pleno Holoceno.



Por desgracia el encinar da paso por momentos al ocalital, representativo éste de otros tiempos más modernos.


Un poco más allá abandonamos la pista para tomar por una senda que nos permite acercarnos a la línea de costa y disfrutar de las vistas sobre los acantilados y el embravecido Cantábrico que aquellos días mostraba su cara más fiera.


El encinar llega hasta el borde mismo del mar.



Y es en este punto donde nos ponemos manos a la obra para intentar dar con un geocaché...


... que localizamos sin muchos problemas. Uno más.


Después seguimos ruta siguiendo cerca de los acantilados, por una senda no especialmente cómoda, pero que nos descubre guapos rincones en medio del encinar.




Por fin alcanzamos lo que queda del Monasterio de Tina, con origen en el Siglo X, las ruinas que se conservan son del Siglo XIII.


Visitamos con calma la iglesia. Se conserva la fachada, los muros perimetrales, el ábside de la nave central y las capillas adyacentes y los arcos de medio punto que sustentaban la cubierta. Una imagen extraña.



Justo enfrente de la iglesia continúa la marcada senda, descendiendo hacia el cauce del arroyo de Bartolo, en el que puede ser el tramo más guapo de todo el recorrido.



Un puente de madera ayuda a cruzar sobre el arroyo Bartolo. No hemos tenido suerte. En épocas de fuertes lluvias aquí se forma una pequeña cascada, pero hoy el arroyo baja casi seco.



El arroyo de Bartolo desemboca en el Cantábrico por una pequeña entalladura en la que el mar bate con fuerza.


Desde el cauce toca remontar unos metros con fuerte pendiente para seguir después en llano por medio del encinar, con el suelo plagado de bellotas.



La senda nos conduce sin problemas hasta la Ermita de San Emeterio o Santumedé, patrono de los zapateros, una iglesia del siglo XVI de planta rectangular con amplio y protegido pórtico y estancia para peregrinos adosada.


Justo a ella se localiza la Capilla de San Emeterio, casi fagocitada por el bosque.



Nos perdemos de nuevo en el encinar, buscando la cercanía de los acantilados.


Y después nos acercamos hasta la Cueva del Pindal, sumergida en el bosque, cuenta con una ubicación privilegiada.


De cara a una estrecha ensenada.



No habíamos programado la visita a la cueva, pero sobre la marcha nos informaron de que había plazas libres y nos apuntamos. El Pindal presenta pinturas rupestres de entre 13.000 y 18.000 años de antiguedad. A lo largo de la galería que forma la cueva se localizan varios paneles con pinturas animalisticas y claviformes, así como grabados, pero destacan por su rareza la representación de un pez y sobre todo de un mamut.


Con la parte cultural del día cubierta, seguimos ruta saliendo por la estrecha carretera que lleva hasta la Cueva del Pindal y pasando junto al ramal que conduce al Faro de San Emeterio, hasta el que no nos acercamos ya que sabíamos que está vallado y no se puede acceder.


Salimos en dirección a Pimiango, pero solo unos metros más allá tomamos por una pista que entra a la derecha, pasando junto a las fincas de La Vaquería, en las que se forma una laguna estacional.


La pista avanza en llano, con bastante barro en este tramo....


... hasta alcanzar la quintana de Tronía.


Por detrás de las viviendas localizamos el estrecho sendero que va a ir subiendo ladera arriba, equipado con tramos de escalones para facilitar el ascenso en las zonas más pindias. Volvemos a ver la Ensenada de Rejolgueru.


Abajo queda Tronía.


Y poco después volvemos a salir al Mirador del Picu, donde volvemos a disfrutar de las vistas sobre los Picos de Europa, cerrando de esta forma una corta, pero guapa circular.



Y tras comer por la zona, decidimos acercarnos a disfrutar del espectáculo de los Bufones de Pría. Por desgracia llegamos un poco tarde, con el día ya apagándose y poca luz para las fotos. Lo que más me llamó la atención era la cantidad de gente que había. Incluso llegando ya de noche, cuando nosotros ya nos íbamos.





Y eso es todo. Un día de lo más completo. Ruta, visita cultural y espectáculo de los bufones. No os quejareis. Os dejo el track de la ruta.

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Un saludo
Cienfuegos

18 comentarios:

  1. Nos está esperando con la pitufa...vaya recorrido guapo y con panorama de mar y montaña en mayúscula ! Gracias JAVIER. Una ruta preciosa

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    1. Le va a gustar, ya vereis. Si la dejais para un poco más adelante, ya la acompañais con un baño en la playa y perfecto del todo.
      Un abrazo

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  2. Imposible d'aprovechar meyor jeje. Lo de la horrible cima del Picu Cañón, llegóme jajaja

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    1. Pocos cumales tan feos como esti alcontraras. El ocalital que tien a la espalda, dende llueu nun ayuda, non.

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  3. Por allí suelo perderme cuando voy a la Franca, tiene rincones impresionantes. Eso si la vuelta luego atajando es un tostón. Saludos rapaz.

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    1. Hombre estando en La Franca, lógico. A ti te pasa con esto lo que a mi con las costeras dealrededor de Colunga. La vuelta por arriba hasta La Franca no lo conozco pero no tiene muy buena pinta, no.
      Nos vemos

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  4. Merece la pena patear esos parajes, la visita a la cueva está pendiente, ya lo intenté dos veces pero estaba cubierto el cupo de visitas.
    Un saludo.

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    1. La próxima vez mira de visitarla en el turno de la tarde, creo que a las 4 o 4 y media. Nos dijeron que era el que menos gente tenía. La verdd es que merece la pena.
      Saludos

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  5. Vaya ruta guapa por una zona espectacular, las fotos de 10 Javier, un saludo....

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  6. Casi todos los años vamos María Teresa y yo a caminar por esa zona durante el verano y no tenia ni idea del mirador del Cañón. Gracias por enseñárnoslo y ya tenemos disculpa para ir una vez más.
    Un saludo

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    1. Me da que no tiene demasiado tiempo. Un par de años a lo sumo, porque creo haber leido algún artículo en prensa de cuando se aprobó el proyecto de mejora de la zona, que incluía la construcción del mirador.
      Un saludo

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  7. Guapa ruta, no solo para los peques, tiene muchos alicientes tambien, para aquellos que sintiendose peques, ya no lo son. Ja, ja.
    Y encima pudisteis disfrutar de la visita a la cueva y de lo s bufones. Que más se puede pedir. Un saludo

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    1. Pues vas a tener razón, porque yo tmabién la disfruté "como un enano". Lo de la cueva fue una suerte, ya que pensé que estaría completo, pero al ver que había plazas, nos apuntamos sobre la marcha.
      Un saludo

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  8. Que guapa y diversa ye nuestra tierrina, esta Asturies tiene de todo, tal y como nos enseñas en este excelente repor. es igual hacia la montaña, que hacia el mar, que hacia sus cavernas en el interior, mire por donde se mire, no tien desperdiciu.
    Otra para conocer, gracias a tus descripciones y fotos,
    Un Saludo.

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  9. Descubrimos parte de esta ruta el año pasado, casi por casualidad cuando pasamos unos días por la zona y la verdad es que quedamos encantados. Son rincones hechos para fotografiar, muy mágicos.
    Un abrazo!!

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