Fiesta de San Mateo en Oviedo. Hasta el día antes no acabé de deshojar la margarita de si habría "bollu preñao" o monte. No hubo quorum para el bollu, así que ganó el monte. Sin tiempo para avisar a nadie busqué alguna ruta no excesivamente complicada y me acordé de esta. Una ruta sencilla, aunque dura por la distancia, que hacía mucho tiempo que se me apetecía. Unir la Senda de Caoru, el viejo camino de acceso a las majadas de Tambrín y Tordín, en la Sierra de Portudera, con la Senda de la Rumiada, el ancentral camino de Tielve a Poncebos.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 21/09/2015
- Zona: Sierra de Portudera. Macizo de Peñas Cabriegas
- Concejo: Cabrales (Asturias)
- Inicio/Fin: Arenas de Cabrales
- Distancia: 26 Km
- Desnivel máximo: 1.235 m
- Desnivel positivo acumulado: 1.420 m
- Tiempos: 7 y 1/2 horas (contando el regreso desde Poncebos en BTT)
- Dificultad: Fácil. La única dificultad hay que buscarla en la distancia y desnivel.
- Track: sendas_de_caoru_y_la_rumiada
Dejé el coche en el aparcamiento que hay a la salida de Arenas, para tomar la carretera de Poncebos que cruza sobre el Cares, con un día precioso, sin una sola nube en el cielo y que aunque se mantenía fresco a aquellas horas, me haría sudar más tarde.
Tras pasar el barrio de Cares, en una cerrada curva a derechas arranca la Senda de Caoru, bien balizada y señalizada con un par de paneles y las primeras marcas del PR.AS-127 "Calzada romana de Caoru", que empieza a ganar metros rápidamente por la Cuesta la Florida, un precioso bosque de centenarios castaños.
Poco después paso sobre el canal de agua de la Central Hidroeléctrica de Arenas, que capta el agua en el azud de Poncebos y dejando atrás el castañar y un cruce a la derecha que asciende a Subisomas, salgo a La Florida, una zona más despejada desde donde veo Las Arenas a mis pies.
La senda se interna de nuevo en el bosque y paso junto a la cabaña de La Florida, a la que le han retirado la cubierta de teja, y ofrece un triste aspecto de esqueleto. Aquí alcancé a una pareja de Almería que estaban haciendo la ruta. Paré un rato con ellos intercambiando impresiones sobre rutas por Asturias y por Almería. Gente maja. Van despacio, así que pronto los dejo atrás.
Paso por el collado Castiellu y entro en la verdadera Calzada de Caoru. Desde este punto la senda, conservando un perfecto empedrado, va a ir subiendo sin dar un solo respiro por medio de un bosque en el que las encinas toman el relevo a los castaños. El empedrado resulta cómodo en ascenso y un día como el mío, pero me imagino que será mortal en descenso y con lluvia. Tiene pinta de resbalar muchísimo. A medida que subo, no puedo evitar pensar que esto forma parte del tramo final de la Travesera, la ultra de 74 km y más de 6.000 m de desnivel positivo y otros tantos negativos.
Salgo del encinar y sigo subiendo por zona más despejada de arbolado, lo que me permite disfrutar de las vistas sobre la Sierra de Juan Robre, en la que veo perfectamente la senda que sube a los puertos de Nava y que recorrí hace una temporada, como os conté AQUI.
Arenas ya va quedando muy abajo. Lo que se ve al fondo, en el centro de la foto parece la Sierra de Ibéu. A la derecha destaca Cabeza Ubena, en la Sierra del Cuera.
Poco después me adentro en La Canal, en la que la senda gana metros con cortas zetas, las Vueltas de la Canal, y muchísima pendiente hasta alcanzar el Coterín de la Canal. Aquí me cruzo con un par de pastores. No volveré a ver a nadie hasta Tielve. A esta altura las hayas ya habrán reemplazado a las encinas.
Un poco más arriba llego a la Cruz de Pruvia, que como su nombre indica es una encrucijada de caminos. Dejo a la derecha el que sube a Fuente Teja y sigo el de la izquierda por el que en poco tiempo alcanzo primeramente las cabañas de La Bolera y a continuación las de El Ḥornial.
La senda pierde aquí unos metros, el primer respiro casi que desde que se inicia la ruta, para volver a ganar altura a continuación hasta alcanzar el collado Tambrín.
El Collado Tambrín es un lugar perfecto para una reparadora parada. Y así lo hago. Para un rato y aprovecho para comer algo y beber. Además el sitio merece la pena. A la izquierda se abren las fincas de la majada Tambrín, con la Sierra del Cuera al fondo.
Y a la derecha las fincas de Los Praucos que, salpicadas de cabañas, parecen trepar ladera arriba por la Sierra de Portudera.
La senda se difumina en el collado Tambrín, pero sigue subiendo por el fondo de la vaguada que se forma sobre él para alcanzar un colladín, el Asomo la Llaguerca, que da vista a la pequeña y empozada vega de la Llaguerca, a la derecha. La zona alta de la sierra ya empieza a ser visible al fondo.
Cruzo sobre la Llaguerca en un nuevo tramo de sendero empedrado que, poco después, se difumina de nuevo a la entrada de la vega Humardu d´Abaju. Aquí sin embargo, yo dejo la senda para subir a la derecha unos metros y entrar en Humardu d´Arrriba, majada que conserva varias y buenas cabañas.
Tras visitar Humardu d´Arriba, vuelvo sobre mis pasos y cruzo sobre Humardu d´Abajo, una preciosa vega, abierta al este, hacia el valle del río Miñances y que cuenta asimismo con varias cabañas.
La senda se aproxima ahora a los cortados que, a la izquierda, caen sobre el valle Miñances, para seguir subiendo hacia una nueva collada en la Llomba las Baturrias.
A la izquierda, justo bajo nosotros, el valle Miñances y más allá el valle del Cares. A la derecha,entre prados, se ve el pueblo de Oceñu. Y al fondo, de extremo a extremo, la Sierra del Cuera.
Desde la Llomba las Baturrias, tiro una foto atrás, a Humardu d´Abajo, con el collado por donde accedí a la vega, a la izquierda de las cabañas.
Y también desde el collado observo como, por encima de la cresta de la Sierra de Portudera, aparecen las primeras cumbres del macizo de los Urrieles, a la izquierda, inconfundible la silueta cimera del Urriellu. Parece que voy a tener suerte con las vistas.
Desde la collada toca perder una pila de metros por la Cuesta les Cuerres hacia el fondo de un valle por el que baja el arroyo del Vao les Cuerrres, que no me da mucha guerra cruzarlo ya que apenas si lleva agua en esta época, para empezar a subir después por la margen derecha, por la Calzada les Cuerres. Al fondo ya se destaca la cumbre del Cabeza del Valle, el techo de la sierra de Portudera, fácilmente identificable por las dos enormes antenas que lo coronan.
La senda alcanza un nuevo colladín en el Callejón les Cuerres, donde parece girar un tanto a la derecha para seguir faldeando y ganando altura poco a poco.
La senda alcanza un nuevo valle, cerrado por el marcado collado de Fuente de Viña, al que tenemos que ascender.
Unos metros antes del collado llego a la estupenda Fuente de Viña, con un buen chorro de agua fresca en la que no dudo en ahogar mi sed, mientras veo por donde he venido subiendo. Y es que el sol está haciendo su trabajo y ya hace rato que hace calor.
Nada más trasponer el collado doy vista a la preciosa majada de Tordín. Hasta aquí tengo llegado subiendo por Vierru, como os conté AQUI. El Cabeza del Valle ya se empieza a ver cerca. Hay ganado bastante, pero no veo a nadie en la vega.
Tordín es una majada grande que cuenta con no pocas cabañas, muchas de ellas bien conservadas, en medio de una amplia y llana vega.
Yo no llego a entrar en la majada. Queda a la izquierda de la senda y no bajo hasta ella. Sigo camino hacia la derecha, subiendo hasta el collado de El Mojón, uno de esos espectaculares parajes en los que es imposible no pararse y disfrutar de las vistas.
Tras unos instantes de contemplación hecho cuentas. La verdad es que he subido bastante rápido. Miro el desnivel que me queda a Cabeza del Valle y me decido. Subiré a hacer cumbre, así que justo desde el collado, empiezo a ganar metros hacia la izquierda, mientras Tordín va quedando cada vez más abajo y ya veo la cueva de La Grayera.
Y así hago cumbre en Cabeza el Valle, o Alto el Valle, cumbre que en no poca bibliografía y cartografía aparece como Cabeza Blanca, pero que en su día Manolo el de Vierru, nos confirmó como Cabeza el Valle. La cumbre en si es fea como ella sola, amplia y plana (precisamente lo que viene a ser un "cabezu") y coronada con dos enormes antenas a modo de gigantescas canastas. Pero el verdadero valor de esta cumbre está en sus vistas, como esta al norte, sobre la Sierra del Cuera en toda su extensión, donde por cierto parece que empiezan a entrar nubes.
O esta otra al este, sobre el Cabeza Vigueras a la izquierda y la Sierra de Cocón con el Cuetu Cerralosa, a la derecha.
Al oeste continúa toda la Sierra de Portudera con sus cimas y al fondo la zona del Cuetón, ya en el macizo del Cornión.
Pero hacia donde de verdad se nos irán los ojos es al sur, hacia los Picos de Europa y sobre todo hacia los Urrieles, donde destaca, hipnótica, la monolítica silueta del Urriellu. (Pinchad en la panorámica para verla en grande).
El macizo del Cornión también asoma, a lo lejos, con la imponente Peña Santa destacando sobre todas las agujas y peñas.
El Cuetu Albo
Urriellu y Neverón de Urriellu
Peña Castil y, una vez más, Urriellu. Si es que no se las fotos que le tiré.
Abajo, muy abajo aún, sobre el valle del Duje, se destaca la mole del Cuetu Vierru, un Urriellu en pequeño que se alza sobre la majada de Vierru, a la altura de Tielve y frente al que pasaré más tarde. Al fondo lo que se ve es ya el Desfiladero del Cares, pudiendo apreciarse en la ladera de la derecha, la senda que gana Los Collaos en la Ruta del Cares.
Tampoco me entretengo demasiado en la cumbre. Quiero bajar a comer a Tielve, así que tras disfrutar un rato de las vistas, ... autofoto y para abajo.
Desde cumbre bajo hacia el sur, con tendencia a la derecha, buscando acortar algo y salir a la senda más abajo del Posadoriu, mientras la patrulla aérea da vueltas a mi alrededor.
Desde arriba doy vista a las fincas y cabañas de Valfríu, a donde tendré que bajar.
Por fin, doy con una ladera en la que una especie de canal me permite bajar hacia la senda del Camín de las Conchas, saliendo a ella un poco por debajo del Posadoriu. Es una canal con mucha pendiente, pero en la que buscando los pasos, se baja relativamente bien.
El Camín de las Conchas pierde metros hasta una pequeña vega, pasando junto a la fuente los Trillos, para luego remontar unos metros hasta una marcada horcada, el Ḥorcao la Morzal. Detrás la pequeña sierra del Obesón.
Buenas vistas en este tramo.
A la derecha vamos a ir pasando sobre la majada de Valfríu, a donde bajaré a continuación.
La senda baja hasta un marcado y amplio collado en la Cruz de Entrejanu (Entreḥanu), un cruce de caminos. Allí mi senda, la que se dirige a Valfríu y Tielve, gira a la derecha para bajar por Los Regueros, otra sigue de frente, hacia Sotres, pero primero me acerco a la izquierda por la que sigue hacia la majada de Entrejano, que aprovecho para visitar, con el Obesón asomando a la derecha.
Y después si, después sigo hacia la cabecera del valle Los Regueros, que baja hacia Valfríu, por cuyo fondo y entre felechos, baja una marcada senda.
La senda va a ir dejándose caer a la derecha, para tras cruzar un arroyín, bajar junto a él hasta las cabañas de Valfríu. Al fondo, la zona de Llerosos.
Por fin alcanzo Valfríu, con mucho ganado y buenas cuadras. Allí salgo a la pista que le da servicio a la majada desde Tielve y por la que tomo. Una vista atrás, a la zona por la que acabo de bajar.
Bajo por la pista hasta la fuente-abrevadero de Fuente Llorea, junto a la que un poste me indica a la izquierda la vieja senda, que evita tener que bajar enteramente por pista hasta Tielve, así que tomo por ella, cuando ya veo cerca las casas del pueblo.
A la izquierda voy a ir viendo el valle del Duje, que sube por los Invernales de Sotres hacia Aliva, con las cumbres de Ándara al fondo.
La senda, muy marcada y sin posibilidad de pérdida, me lleva hasta Tielve, entrando al pueblo junto al depósito de aguas y así, tras pasar junto al lavadero y un par de fuentes, desemboco en la plaza, frente a un bar en cuya terraza paro, por fin, a comer, mientras me tomo una reparadora cerveza y me refugio un poco del sol, que a estas alturas ya venía cascándome de narices.
Como tranquilamente. Pocas veces hago una ruta tan larga en la que pueda comer en un bar, tomándome una cerveza e incluso un café. Pero después toca seguir ruta, que aún me quedaba mucho tajo. De momento, para tomar la antigua senda de La Rumiada, bajo hasta la carretera y me acerco al viejo puente que, cruzando sobre el río Duje, permite acceder a la senda que sube a la majada de Vierru.
Justo enfrente del puente, arranca una pista que llega hasta una cuadra nueva. Antes de ella, una senda sube y la pasa por encima, saliendo poco más allá a la senda de la Rumiada, el viejo camino que unía Poncebos y Tielve.
La senda, perfectamente conservada en toda su extensión, va a ir bajando con una pendiente suave y mantenida durante la mayor parte del recorrido, por el valle del Duje y cortando las canales que caen desde las cimas de Portudera. En la margen contraria del valle, la mole del Cuetu Vierru va a ser compañera de viaje durante buena parte del descenso.
Atrás va quedando Tielve. Aunque aún no me percataba, el día estaba cambiando rápidamente. Para la tarde daban tormentas, pero de momento el cielo se mantenía despejado, aunque la bruma iba rápidamente en aumento, de manera que durante el descenso tiré la mayor parte de las fotos "hacia atrás", con mejor luz por la posición del sol y la bruma que, "hacia delante".
La senda alcanza las cabañas de Pertecéu. Se trata de una majada grande y diseminada con varias cabañas en buen estado y las fincas perfectamente delimitadas por largas murias.
Al otro lado del Duje, el peñón de Cuetu Vierru.
Me llama la atención que la senda de la Rumiada está soportada durante prácticamente toda su longitud, y son unos cuantos kilómetros, por larguísimas armaduras. Anda que no se trabajó aquí ni nada. Sin duda la senda merecería estar más y mejor promocionada. Resulta un paseo precioso y sumamente cómodo.
Una vista atrás, con la carretera de Sotres abajo.
Lo dicho. En ocasiones las armaduras de la senda no se limitan al muro exterior. Hay tramos donde la rasante de la senda se ha levantado para mantener la pendiente uniforme a costa de fabricar armaduras en los dos lados. Un trabajo impresionante.
Paso sobre las cabañas de Los Pozos, éstas en un estado bastante ruinoso, comidas por la maleza. Otra cosa que me llama la atención es la cantidad de nogales que hay a lo largo de toda la senda. Fresnos, encinas, avellanos, pero también nogales. Muchos.
La espectacular Canal de Llamedo (Llaméu), que algún día habrá que animarse a conocer.
Poco después llegamos a un punto donde los crestones calizos de la Sierra de Portudera caen hasta cerca del río, lo que obliga a la senda a perder altura rápidamente, con un par de zetas y cruzarlos por una pequeña horcada, fácilmente identificable por una torre del tendido eléctrico.
La senda remonta unos metros y gana el collado de Carancoba, en uno de los tramos más guapos de todo el recorrido, con la senda literalmente colgada sobre el río Duje y con la carretera bajo nosotros.
Poco después el valle se abre ligeramente y en la ladera del fondo podemos ver ya las casas de Camarmeña, sobre Poncebos. La bruma va a más y a duras penas se ve la entalladura del Desfiladero del Cares.
En el último tramo la senda se pega a las paredes del Cogón de la Rumiada, cuando ya puedo ver abajo las casas de La Trapa, último barrio de Poncebos y el río Cares que pasa junto a ellas.
La senda se asoma a continuación a un balcón precioso e impensable desde Poncebos, si desconocemos esta senda, colgado sobre La Trapa y sobre la entrada al Desfiladero del Cares, con la estación inferior del funicular de Bulnes, justo bajo nuestros pies.
El sendero gira 180º sobre si mismo y entra en la Canal de la Rumiada, por donde se retuerce en innumerables curvas - más de 14 zetas llegué a contar yo - para bajar a la carretera de Poncebos.
En la parte baja la senda está muy perdida y se baja por donde mejor se puede, por medio de un pedrero que está modificado por la instalación de torres de electricidad y de mallas para evitar la caída de piedras sobre la carretera. Pasaremos junto a una vieja casa que, parece ser, en otros tiempos fue fonda y hasta cuartel de la guardia civil y por fin alcanzo la carretera, justo enfrente de la central hidroeléctrica.
Si disponemos de dos coches, la ruta puede terminar aquí. Si no, nos aguardan aún seis duros kilómetros de asfalto hasta Arenas de Cabrales. Por suerte, yo tenía una buena amiga esperándome junto a la central. Tendría que dar pedales un rato, pero me iba a acortar la vuelta bastante.
Y vaya suerte tuve. En Poncebos aún lucía el sol, pero en Arenas la tormenta ya llevaba rato preparándose. Meter la bici en el coche y empezar a llover fue todo uno. De haber bajado andando, habría pillado una buena mojadura. Una buena y guapa ruta. Os dejo el track.
Un saludo
Cienfuegos
Guapísima sin duda y con imágenes de quitar el hipo. Lo de la bici...toda una idea!!! Un abrazo
ResponderEliminarPaloma, es que ese tramo de carretera ya me tocó recorrerlo alguna vez y ... como que no. La alternativa era hacer dedo, o bici, je, je.
EliminarUn abrazo
La he hecho en los dos sentidos, no se cual me gustó más, porque es una ruta muy bonita de la que recuerdo con agrado aunque la pista de hormigón desde Tielve es matadora. Y otro recuerdo grato es lo ricas que estaban unas cerezas que hay en el trayecto cerca ya de cabrales.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues no se en que sentido me gustaría más hacerla. Bajar esa calzada tiene que ser demoledor. En esta época no había cerezas, en cambio en el tramo de Tielve a Poncebos lo que abundaban ahora eran las nueces.
EliminarUn saludo
Pues un palizón de cuidado, da sudores solo con ver el perfil de la ruta.
ResponderEliminarPaisajes preciosos, queda anotada en el cajón de "pendientes".
Saludos!!
Na, Valentín. Peores las teneis hecho. Se hace muy llevadera.
EliminarUn saludo
Estás como una moto!! Tremenda pateada y después a darle al pedal!! Menos más que la lluvia te cogió dentro del coche, porque sino hubieras completado el "triatlon" con algo de natación jajaja!...
ResponderEliminarComo siempre unas fotos y unas descripciones de primera.
Felicidades por tan estupenda entrada y un fuerte abrazo!!
Ya te digo. Y no me veas la ventolera que se levantó nada más llegar a Poncebos, que me esperaba poder dejarme bajar hasta Arenas y me tocó dar pedales a base de bien.
EliminarUn saludo
Tiempo hace que no voy por Caoro ni por el camino viejo Poncebos-Tielve. Unas fotos de escándalo con ese día. La circular que siempre hize fue subir por Vierru desde arenas y bajar por Caoro. Esta tuya es algo más larga. Habrá que volver no tardando. Un fuerte abrazo Javier
ResponderEliminarEsa idea la llevaba en mente hace un par de años, la primera vez que subi por Vierru. Es una vuelta también muy guapa, pero me agarró un día de muchísima niebla y no me atreví a pasar de Vierru. Luego volvi por ahí, pero para bajar por el Mildón. Esta trenia ganas de hacerla porque la Rumiada no la conocía y así, mataba dos pájaros de un tiro.
EliminarUn abrazo
Jajajaja, lo de la bici.
ResponderEliminarEn to blog, con el tirón que tiene, es peligroso. Dentro de poco aparece todo el monte y alrededores lleno de bicis. jajajaja
Muy buena salida.
Saludos.
ja, ja, pues tampoco sería tan malo. Menos coches y más bicis. A ver si entre todos vamos dando alguna idea.
EliminarUn saludo
Guauuu Javier, esta no fue una ruta exprés, fua una RUTAZA...en esa zona uno siempre acierta...que bonita es. Ruta de majadas, lombas, canales, praderios, senderos pindios y alta montaña...ruta con unas vistas impresionantes que te permitió traernos esta claridad de imágenes para percibir la grandiosidad de la zona en la que te adentraste hoy.
ResponderEliminarGENIAL, me ha encantado.
Vamos a tener que volver a mover el Uriello un poquito, veo que ya volvió a su sitio jjjjjj.
Totalmente de acuerdo Sara. Malo será hacer una ruta por la zona que no resulte espectacular. Esta en concreto, ya ves, muy variada. Tenía de todo. Y con ese día, pues ¿que más se puede pedir?
EliminarUn abrazo
Ahhhhh jolines, marcho sin despedirme, mi abrazotedecisivo montañero.
ResponderEliminarRuta y fotografías preciosas, aunque supusiesen no comer el bollu!
ResponderEliminarUn saludo!
Bueno, no fue mal recambio a un bollu preñao, je, je.
EliminarUn saludo
Bonita ruta. La llevo pensando hace tiempo, pues la desconozco. Los paisajes fantasticos y la vista, hacia la estacón del funnicular ,Majestuosa ¡¡¡¡ . Un saludo
ResponderEliminarPues solo puedo animarte a hacerla. A mi me pareció una ruta preciosa. Y sin ninguna complicación. Gracias y un saludo.
EliminarImpresionante!! Ya me había recomendao Pancho la de Caoru pero esta de la Rumiada ta que se sale.
ResponderEliminarMuy guapo el reportaje, como siempre.
Si, la Rumiada a mi me sorprendió muy gratamente. Recomendable por si sola.
EliminarSaludos