Primer fin de semana de junio y de nuevo tocaba reunirse en Cerulleda con un buen grupo de amigos a disfrutar de montaña, buena comida y mejor compañía. Al Igual que el año pasado, por motivos laborales, no podía engancharme a la ruta del viernes, así que preparé una alternativa para aprovechar la tarde. Una ocasión de lujo para visitar el Cueto Ancino o Huevo de Nocedo, otra de esas incunables montañas leonesas que aún no conocía. Partiría de las Majadas del Caserío para ascender por la crestería, regresando por el precioso hayedo que tapiza su cara norte, en el que se esconden no pocos ejemplares de espectaculares tejos.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 01/06/2018
- Zona: Alto Curueño
- Municipios: Valdelugueros (León)
- Inicio/Fin: Majadas del Caserío
- Distancia: 8 Km
- Desnivel máximo: 620 m
- Desnivel positivo acumulado: 800 m
- Tiempos: 3 horas
- Dificultad: Moderada. La progresión por la crestería requiere de un par de trepadas y otros tantos destrepes sencillos, pero en los que hay que poner atención. Lo peor puede ser un paso lateral con cierta exposición que podría evitarse perdiendo bastante altura.
- Track: cueto_ancino_desde_majadas_del_caserio
La tarde se presentaba sumamente revuelta y amenazando tormenta, pero la pirámide calcárea del Cueto Ancino hacía de imán, así que me propuse ascender al menos hasta las praderías bajo la cresta, donde decidiría qué hacer.
Dejé el coche en las Majadas del Caserío y tras cruzar un cierre tomé por la pista que asciende valle arriba, dejando al poco un ramal que desciende a la derecha, hacia el río, y por el que regresaría más tarde.
La pista se interna en el valle del arroyo del Fito, dejando la crestería del Cueto Ancino constantemente a nuestra derecha.
La pista en algunos tramos aún conserva un precioso empedrado.
Se cruza el río en un par de ocasiones en la zona de las fincas de Las Tejeras. El Cueto Ancino bien visible en todo momento.
La pista asciende por medio de un precioso bosque, de roble en algunas zonas, pero mayormente de haya...
...hayas que lucen largas barbas. Buen síntoma.
La pista da una cerrada curva a derechas y vuelve valle abajo para acabar saliendo a una zona despejada, en Los Mallaones.
Subiendo por una zona de pradería debemos ir atentos a una fuente que veremos a la derecha de la pista.
Junto a ella entra una marcada senda que se aproxima a un arroyo, subiendo junto a él para luego cruzar a la derecha y alcanzar una zona de pradería, ya bajo la crestería del Cueto Ancino.
Buenos bosques los que tapizan esta zona. Sobre ellos, al otro lado del Curueño vemos las cumbres de Sopeñallana y a su derecha el Bodón, que visité el año pasado como os conté AQUI.
La tarde continuaba amenazando tormenta, pero de momento aguantaba, así que me decido a continuar. Desde aquí la senda se pierde y aunque hay algún jito, toca buscarse la vida, subiendo hacia la crestería, con tendencia a la derecha.
Abajo la zona de pastos a la que salí.
Más arriba localizo una senda que cruza casi en horizontal la ladera hacia la derecha, pasando ya bajo los primeros crestones calizos.
Salgo a una pequeña vega, justo bajo la crestería.
Alcanzo así el primer crestón. Se puede cruzar sin muchos problemas, pero también se puede bordear por abajo con tan solo perder unos pocos metros, que en mi caso es lo que hago.
Entro así en una pedregosa canal que tengo que remontar hasta su salida superior.
Alcanzada la crestería veo lo que me queda por delante. De momento un corto y sencillo destrepe.
Y luego el punto más complicado - por decir algo - de la ruta. Hay que cruzar una repisa con fuerte caída a la derecha. Es sencillo, pero el cruce resulta incómodo, raro, parece que te echa hacia afuera. En la foto no se aprecia bien ni la dificultad ni la caída. Es posible evitarlo, pero perdiendo bastante altura.
Continúo ahora cruzando la cabecera de una canal.
La tarde seguía jugando conmigo. Tan pronto se cerraban oscuros nubarrones, como parecía que salía el sol. En todo caso, los juegos de luces resultaban preciosos.
Lo siguiendo es trepar por una especie de tumbado diedro. Sencillo, pues tan solo hay que apoyar de vez en cuando las manos. Una vista desde arriba hacia la parte ya recorrida.
Y veo la siguiente canal por la ya se accede a la parte cimera del Cueto Ancino.
Vertical pero sencilla. Con muchos y buenos apoyos y lo bastante protegida para que no de sensación de vacío en ningún momento.
La canal me saca a una pequeña horcada en el crestón, debiendo cruzar luego una inclinada ladera herbosa. Vista atrás hacia la horcada de salida.
Luego ya solo resta seguir subiendo a pura cresta, sobre grandes bloques sin mayores complicaciones, casi en la vertical de Majadas del Caserío, cuyas casas veo abajo.
Y cumbre del Cueto Ancino o Huevo de Nocedo. Tenía muchas ganas de pisar esta cima y no me ha defraudado. Ofrece una ascensión corta y sencilla, pero preciosa y muy entretenida.
No paro demasiado en cumbre ya que la tarde sigue sin saber lo que va a hacer. Bebo y pico algo y tiro una serie de fotos haciendo un 360º. La primera hacia la Peña Valdorria, con Peña Galicia asomando detrás, a su izquierda.
La Peña la Verde, otra cima modesta pero que me llama mucho la atención. Quizás para otra tarde como esta.
Cueto Cabañas (izda) y Bodón (decha). En medio y por delante de ellas Sopeñallana. Hacia la cordillera la tarde se presentaba mucho peor y parecía estar descargando agua.
Hacia el Puerto San Isidro, con el Agujas y Cuerna en los que aún quedaba bastante nieve.
El valle del Curueño asciende hacia el Puerto de Vegarada, con los pueblos de Tolibia de Abajo y Lugueros.
La cresta del Cueto Ancino corre al este, hacia la collada del Fito. Sobre ella., al fondo, ...
... vemos Los Mampodres, aún con nieve.
Y al fondo la montaña de Riaño, con el Espigüete en el centro y lo que creo son Peñas Pintas a la izquierda.
Al sur la cumbre del Prado Llano
Una nueva vista hacia el Curueño, con Peña Valdorria a su derecha. En días claros se ve incluso León, pero yo no tuve esa suerte.
Una vista del Valdorria al Bodón.
Y al poco para abajo, que parecía que la tarde volvía a cerrarse. Desciendo por el mismo itinerario de ascenso, dando vista a las casas de Majadas del Caserío donde tengo el coche.
Dando vista a los preciosos bosques que cubren los valles de esta zona.
Destrepo con cuidado la vertical canal que me deposita en la cabecera de una pedrera. Aquí abandono el itinerario de ascenso, cercano a la crestería, para descender por la canal sobre la que se deposita el pedrero, buscando su margen derecho.
El pedrero se precipita hacia la zona alta del bosque. Por su derecha se baja bastante bien.
Ya en la zona baja toca descender sobre grandes bloques, buscando la mejor entrada al hayedo.
Y el hayedo resulta ser una preciosidad. Limpio, cómodo de caminar y que pillo en un punto de verde primaveral perfecto.
Pero lo más guapo de este bosque son los espectaculares tejos que se esconden en su interior.
Bajo casi en la vertical de la canal, aunque me dejo ir a derecha o izquierda, buscando visitar los numerosos tejos....
...y disfrutando del hayedo.
Siempre me llaman la atención los pies de los milenarios tejos, con sus retorcidas raíces.
Por fin salgo a una vieja pista que desciende hacia la izquierda.
Desde ella veo el valle del Fito y en su fondo, la pista por la que subí hace unas horas.
Arriba la crestería del Cueto Ancino y bajo ella, el hayedo por el que acabo de descender.
Yo sigo hacia el fondo del valle del Curueño.
La pista acaba por alcanzar el río del Fito que tengo que vadear saliendo poco más allá a la pista por la que subí.
Regreso así a las casas de Majadas del Caserío, cuando por fin parece que la tarde empieza a abrir.
Me despido del Cueto Ancino, una montaña que me ha encantado, quizás modesta en altitud, pero con una imponente silueta que se alza sobre las aguas del Curueño y que no deja indiferente cuando pasas cerca de ella.
Y ya para Cerulleda a pegarse una buena ducha y saludar y tomar algo con los compañeros que ya estaban allí, recién llegados de sus andanzas por la Forqueta de Arintero. Os dejo el track.
Un saludo
Cienfuegos
Sólo subí una vez, hace unos años, drsfe el balneario y la subida una maravilla al igual que las panorámicas
ResponderEliminarSi que es una ascensión guapa, Mar. Muy entretenida y las vistas desde arriba, preciosas.
EliminarUn abrazo
La zona del Curueño tiene mucho encanto y el Ancino, es uno de los clásicos imprescindibles. Hicimos una ruta muy parecida hace un par de años y disfrutamos cada tramo. Seguro que has disfrutado un montón! Un abrazo!
ResponderEliminarNo me extraña que dusfrutarais. Es una cumbre muy guapa con una ascensión de lo más entretenida. Un abrazo
EliminarEs tan bonita esta zona, este valle tiene magia y el pico alucinante...paraíso Leonés en estado puro...estar entre León y Asturias, y Asturias y León es un auténtico privilegio, fotos preciosas como siempre.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo
La verdad es que voy descubriendo ese valle poco a poco. Solo conocía la zona alta. Y me encanta. Habrá nuevas visitas. Un abrazo.
Eliminar