21 octubre 2019

Meloita y Barragana desde Caldas de Luna

Ya hacía tiempo que la Barragana estaba en la carpeta de pendientes y aunque siempre me la había planteado desde Cubillas de Arbas, la ruta me parecía que se quedaba un poco corta, hasta que vi la opción de salir desde Caldas de Luna y ascender la Meloita por medio. El inicio, además, pillaba mucho más cerca llegando por la Autopista del Huerna y nos iba a permitir cerrar una circular perfecta, en una tarde en la que jugamos al despiste con las numerosas tormentas que estaban descargando por la zona y que a cambio nos regaló momentos irrepetibles en las cumbres.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 19/09/2019
  • Zona: Alto Bernesga
  • Municipios: Sena de Luna y Villamanín (León)
  • Inicio/Fin: Caldas de Luna
  • Distancia:  12,5 Km
  • Desnivel máximo: 770 m
  • Desnivel positivo acumulado: 1.120 m
  • Tiempos: 5 horas
  • Dificultad: Moderado. Sin ser una ruta complicada, hay que poner cuidado en el ascenso tanto a la Meloita como en el cresteo de la Barragana. El paso de una a otra se hace cruzando una zona un tanto incómoda sin senda clara.
  • Track: meloita-y-barragana-desde-caldas-de-luna


Aparcamos en medio de Caldas de Luna, donde tenemos fuente para cargar agua, con la vista puesta en la Peña El Castillo que forma parte de la sierra a la que acabaremos por darle la vuelta.


Salimos de Caldas cruzando bajo la Autopista del Huerna para empezar a ascender por una ancha pista.


No la seguimos mucho rato, ya que enseguida la dejamos para tomar una senda que sube a la derecha, buscando la entrada al valle de Aronga por el que queremos subir.


La autopista bajo nosotros con el Pico Cabachín al fondo. La tarde se presentaba muy revuelta. Se habían pronosticado tormentas, aunque esperábamos que descargaran más al oeste.


Caldas de Luna y su peculiar y llamativa Foz de Pincuejo, con la arista del Cirbanal asomando ya por detrás.


La senda nos encamina al pie de unos paredones a la entrada del valle.


Y entramos así en el valle de la Aronga, con un ambiente muy montañero.


En las paredes de la izquierda se abren abrigos que se veían con uso ganadero, manteniendo aún diversos cierres con muros.


Subimos a dar con una marcada senda que va más alta y que parece acceder al valle por una collada anterior (izquierda). Nada más dar con ella empieza a llover. Pues va a ser que no libramos las tormentas. De momento no es mucha agua, pero agua es.


La Peña Meloita aparece ya al fondo del valle, ejerciendo de faro hacia el que tendremos que dirigirnos.


Muy guapo el ascenso por el valle. Una pena no haber tenido mejor día. Con todo, la lluvia apenas incomoda y al poco incluso para.


Una vista atrás


Y otra adelante.


El último tramo hasta ganar la collada de Aronga "pica" más y se hace duro. Todo a lo largo del valle corre una línea de postes eléctricos junto a los que subimos.


Alcanzamos la collada y damos vista al valle de Casares con el embalse homónimo al fondo. Hacia el este también se veían cortinas de agua cayendo. Lo dicho, parecía que nos íbamos a mojar.


Desde la collada toca remontar ladera arriba buscando la entrada a la canal que se ve a la izquierda. Lo más complicado es librar el denso escobero de la zona baja.


A mi se me da el escobero mejor que a mis compañeros y pronto me veo ya muy alto en la canal, mientros ellos aún seguían dando vueltas en él.


Desde aquí veo la salida hacia el hombro que debemos ganar, con una travesía a izquierdas.


Una vista atrás desde el citado hombro. Al fondo la Peña el Prado, impresionante murallón.


En la salida del hombro hay que apoyar puntualmente las manos. Muy sencillo y bien jitado. Se bordea un tramo para entrar en una segunda canal, más corta.


Esta segunda canal nos saca ya a la cresta cimera.


Últimos metros por la cresta para ganar la cumbre.


Y una vez en la cima, paramos a descansar, picar algo y a disfrutar de las vistas. Al menos de las que nos dejan las nubes, que se han retirado momentáneamente e incluso sale un poco el sol. La primera vista hacia el embalse de Casares, con Cubillas de Arbas a la izquierda.


Todo el valle de la Aronga que hemos ascendido. Al fondo la negrura era total y nos impedía toda vista. Más bien parecía la entrada a Mordor.


El Cirbanal


El embalse de Luna y su puente atirantado, al menos, la parte de él que se ve desde cumbre.


La Peña del Prado corre al este pasando por la Peña Negra y sigue hasta la Barragana, en su extremo oriental. Nuestro próximo objetivo.


A nuestro alrededor seguían descargando las tormentas. Se oían esporádicos truenos y se veían cortinas de agua. Incluso un tímido arcoíris se dejó ver por detrás del embalse de Casares.


No paramos mucho en cumbre. Quedaba trabajo por hacer y el tiempo, el meteorológico, no invitaba a perder mucho el "otro" tiempo.


Volvemos a bajr por el mismo sitio, hacia la collada de Aronga.


Tenemos claro que tendremos que cortar a media ladera bajo las paredes de Peña Negra hasta alcanzar una zona donde la caliza se vuelve más oscura (círculo). Marca la entrada a la canal de ascenso hacia la Barragana.


Atrás se queda la Meloita y su marcada canal de ascenso/descenso.


Buscamos un tenue sendero en la ladera, que va a resultar mucho más incómoda de la que esperábamos. La senda no es evidente, aparece y desaparece, y la maleza hace de este tramo un verdadero coñazo. Seguramente fuera mejor perder altura por el cómodo camino que baja desde el collado de Aronga y ascender después de forma más directa hacia la entrada de la canal.


Con todo vamos avanzando poco a poco, pasando bajo las agujas de Peña Negra y pronto la Meloita se ve ya lejana.


Los truenos iban a más. No se veían relámpagos, pero la tormenta se acercaba y pronto empezaron a caer las primeras gotas.


Ya vemos el acceso a la canal por la que vamos a subir, por encima del bloque oscuro que destaca sobre la blancura caliza.


Seguía tronando y la lluvia definitivamente iba a más.


Una vista atrás


Nos atechamos durante un rato en un paré de la peña, a esperar que escampara un poco. Cuando nos pareció que la lluvia plor fin iba a menos, empezamos a ascender por la canal.


La canal culmina en una amplia collada que da vista al valle de Ferreras por el que bajaremos luego. Por detrás del Cirbanal seguían cayendo cortinas de agua de las tormentas que nos rodeaban. Aquí dudamos que hacer, si ganar la cumbre o no. No se nos apetecía recorrer una cresta tan expuesta en plena tormenta, pero nos pareció que ésta iba pasando, así que finalmente nos encaminamos a cumbre.


La verdad es que la cresta de la Barragana se prolonga como la proa de un barco. Resulta un tramo espectacular y muy entretenido de recorrer.



Aún caía alguna gota, pero efectivamente la tormenta había pasado y empezaba a brillar el sol. Al fondo, por detrás y a la izquierda de Peña Negra, veíamos la Peña Meloita.


Último tramo a cumbre. Preciosa crestería que se tarda en recorrer más de lo que puede parecer a priori.



Y por fin, cumbre de La Barragana. Curioso nombre para una peña tan guapa. Al fondo Peña Esquina y la zona de Las Tres Marías cuya ascensión os conté AQUI.


Sin duda mereció la pena acercarse cumbre. La tormenta había pasado y pudimos disfrutar de uno de esos momentos mágicos que a veces nos regalan las montañas, un precioso arcoíris bajo nuestros pies, que enmarcaba el embalse de Casares.



Las Ubiñas asomando al fondo.


Y las impresionantes caídas sobre la collada Ferreras, a donde tendremos que bajar a continuación.


Saboreamos la cumbre. Fotos y más fotos del arcoíris, pero el día iba a menos y tocaba regresar. Casi diría que con pena dejamos la cima de La Barragana.


Desandando la crestería nuevamente hasta la collada anterior.


Desde la collada, una corta canal nos deposita de forma plácida en la amplia collada Ferreras.



Las impresionantes paredes de La Barragana que caen a cuchillo sobre Ferreras. La cumbre principal queda en el extremo izquierdo.


Empezamos a bajar por el valle Ferreras, pasando nuevamente bajo la quebrada ladera de Peña Negra, si bien ahora se trataba de su cara norte.


El sol ya muy bajo en el horizonte, cuando ya veíamos a lo lejos Caldas de Luna y la Autopista del Huerna.


La tarde caía y el sol coloreaba de naranjas la caliza de Peña Negra.



Bajamos por un marcado sendero que finalmente alcanza una fuente. Desde ella continúa ya una buena pista.


Un último vistazo a Peña Negra y la Barragana que asoma a la izquierda.


La Carba la Espina, al otro lado de la autopista y que nos oculta las vistas del Cirbanal.


El sol se ponía tras las montañas cuando ya habíamos alcanzamos la misma pista por la que habíamos salido de Caldas de Luna. Ya solo restaba regresar por ella al pueblo.


Y junto al coche, cambio de ropa y para casa, bastante secos para lo que pudo haber sido. Las tormentas nos habían respetado y nosotros volvíamos con dos nuevas cumbres en nuestro haber. Otra tarde bien aprovechada. Os dejo el track.


Un saludo
Cienfuegos

4 comentarios:

  1. Aún me queda subir a la Meloita, pero he estado durante varias jornadas por la zona de Cubillas y de Casares de Arbas no hace mucho tiempo. Me enamoró la zona. Volveré sin duda, más veces. Parte de vuestro recorrido lo he hecho en solitario hace escasas jornadas.
    En cuanto a tu reportaje Javi, como siempre una preciosidad. Gracias por compartir. Un abrazo.

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    1. Hola Viti. Pues la Meloita también merece una visita. Muy guapa y con una ascensión entretenida. Además, al quedar un poco apartada de la línea de las Tres Marías a Peña Negra, da una perspectiva diferente, muy buena.
      Gracias a tí y un abrazo

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  2. Vaya ruta guapa Cienfuegos ... Y las fotos espectaculares!!! Mereció la pena!!

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    1. Gracias Trasgu. Pues si, ya solo por ese momentazo en cumbre de La Barragana, mereció la pena.

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