Vuelvo a releer ahora el texto de la primera foto del año.
En él hablaba de un año bisiesto con un día más de oportunidades.
Buenos deseos de año nuevo.
Y valorando, ahora que ya se está acabando, como salió este año,...
...solo puedo decir,...
¡¡A la mierda 2020!!
Cunta la hestoria que'nesti llugar hubo, tiempu ya, un llagu perguapu.
Y delles ayalgues escondies nel fondu y guardaes per una xana.
Dixeron los aldeanos de ganar les ayalgues ya furaron el monte,
ya sacaron l'agua,
ya secaron el llagu,
ya morrió la xana.
De les ayalgues solu el cuentu quedó.
Pero nos dies d'iviernu nos que les ñubes lloren por la xana que morrió,
les agues s'alcen ya tapen los praos.
Y entos, per unos pocos dies, pues arrimate a la oriella
y oyir selequino el llantu la xana qu'alli quedó.
Y delles ayalgues escondies nel fondu y guardaes per una xana.
Dixeron los aldeanos de ganar les ayalgues ya furaron el monte,
ya sacaron l'agua,
ya secaron el llagu,
ya morrió la xana.
De les ayalgues solu el cuentu quedó.
Pero nos dies d'iviernu nos que les ñubes lloren por la xana que morrió,
les agues s'alcen ya tapen los praos.
Y entos, per unos pocos dies, pues arrimate a la oriella
y oyir selequino el llantu la xana qu'alli quedó.
Se estiraban eternas las tardes de primavera.
Tanto que daban para lo que son rutas de día completo en otras épocas.
Y así recorría yo algunas zonas aún sin conocer del Aramo.
Como en esta ocasión, por el cordal de Peña Podre.
Asomándome a los valles quirosanos.
Así. Así de mustios nos vamos a quedar cuando nos vuelvan a encerrar.
Y no tardará. Se ve venir. Y lo peor es que lo mereceremos.
Nos creímos que la nueva normalidad era una normalidad nueva.
Y nueva era. Pero no era normal. (oct2020)
Nos creímos que la nueva normalidad era una normalidad nueva.
Y nueva era. Pero no era normal. (oct2020)
Y de sópitu entamó la seronda.
Tornose la biesca amariella.
Esnalaben les fueyes pente les fayes.
Cubriose el suleu d´una alfombra de fueyes que pena daba pisala.
Quizias per eso punxieron la pasarela de maera.
Tardes que presten.
De les que allargues la ruta p´atapecer pol monte.
Esfrutando al sol, mientres les sombres tapen ya los valles.
Distancia social, alertaban las autoridades.
Y nosotros que somos buenos mandados, fue lo que hicimos.
Playa, si. Pero con distancia social, señores.
Casi que una enterita para nosotros solos
Si alguna lección sacamos del confinamiento fue a aprovechar el tiempo.
Pocas veces unas vacaciones fueron tan aprovechadas.
Incluso en los pocos días de mal tiempo encontramos cosas qué hacer,
como visitar alguno de esos viejos y preciosos molinos de marea.
¿Llegaremos a tiempo de ver los verdes eléctricos?
¿De oler el jacinto estrellado en lo profundo del hayedo?
¿De oír el rugir de los ríos cargados por el deshielo?
¿De sentir la primavera?
¿Aún?
Habrá que salir a comprobarlo. Por fin. Al fin.
Cuarenta días ya.
Cuarenta y los que quedarán.
Yo haciendo planes. Como todos, supongo.
De lo que haré. De a donde iré.
Aunque me conformo con poco.
Con sentarme al aire, solo, en una pequeña atalaya, sin hacer nada más, que disfrutar.
Y bajaremos la escalera, y saldremos a la calle,
y volveremos a vivir. Porque ya lo dijo Don Quijote,
"Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".
Esto es lo que toca ahora.
Teletrabajo, telemonte.
Intentemos verlo como una oportunidad.
Para leer todos esos libros que teníamos amontonados.
Para ver todas esas películas atrasadas.
Y para actualizar el blog, evidentemente.
Llegarán tiempos mejores.
Mientras tanto,
#YoMeQuedoEnCasa
Alcordances d´aquellos díis nos que l´aire yera nidio.
Nos que el mundiu esparcíase lloñe, allende les cuatro paredes de mio casa.
Nos que esfrutábamos caleyando sele, pente les cuadres y les finques.
Tornaran. Tornarán esos díis.
Pero agora, toca recoyese en casa.
Mala autopista escogiste, sacaverca.
En una montaña con tanto runner,
que ni ven, ni miran, ni observan, ni se fijan,...
¿Quién se iba a detener a apreciar tus colores,
a verse reflejado en tus oscuros ojos,
a disfrutar de tu patoso andar, o
a charlar sin esperar respuesta?
¿Quien iba a verte a tiempo de no pisarte?
Vaḷḷe´Ḷḷagu columbrábase lloñe,
per riba´l ḷḷáu.
Lḷáu, que nun yera ḷḷáu.
Y per riba´l pueblu, entre les peñes,
güeyábamos el pasu´l Callejón del Puexu l´Agua.
Ablucante y perprestosu camín que caleyamos va tiempo ya.
A los que buscan aunque no encuentren
a los que avanzan aunque se pierdan
a los que viven aunque se mueran.
(Mario Benedetti)
Empieza un nuevo año, empieza un nuevo ciclo.
Una nueva vuelta al sol.
Ésta un poco más larga, o quizás un poco más lenta.
Una vuelta con un día más.
Un día más para disfrutar, para descubrir,
para inventar, para intentar,
para sorprender o para sorprendernos.
Un día más, para vivir.
Feliz 2020.
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