20 noviembre 2022

Torres Areneras desde Poncebos

Si hay una ruta que a finales de verano ya se empieza a convertir en todo un clásico,  es la de subir desde Poncebos a Urriellu y Cabrones, ya sea en un sentido o en el contrario. Una circular dura, sin duda, pero que no me cansa. Es un decir, ya que el desnivel es de los de meter miedo. Para este año la novedad sería la de subir de Cambureru a Urriellu por Jou Lluengu, una senda que aún no conocía y que me gustó mucho más que por donde va marcado el PR, y como cumbre de la jornada pues la segunda Torre Arenera, con un bonus track para comer en la collada del Agua con vistas al Cornión. Día redondo.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 22/09/2022
  • Zona: Picos de Europa. Macizo de los Urrieles
  • Concejo: Cabrales (Asturias)
  • Inicio/Fin: Poncebos
  • Distancia: 25 Km
  • Desnivel máximo: 2.390 m
  • Desnivel acumulado positivo: 2.580 m
  • Tiempos: 11 horas
  • Dificultad: Difícil. La distancia y desnivel ya de por si deberían servir de filtro, pero además la segunda Torre Arenera tiene una trepada sencilla, pero con algún tramo aéreo y no exenta de riesgos, como casi cualquier cumbre de Picos.
  • Track: Torres-Areneras-por-Jou-Lluengu-y-Urriellu-y-vuelta-por-Cabrones
 

 
Madrugada al canto y para Poncebos temprano de donde saldría con las primeras luces y muy poco ambiente a aquellas frías horas. Una foto rápida a las Salidas de Bulnes por la Canal del Texu, tan rápida, y con tan poca luz, que hasta salió algo borrosa.


Me tomo el "primer largo" con calma. No es que fuera un año de mucho monte y no andaba yo tan fino como otras temporadas a estas alturas. Al poco ya veo como el sol empieza a dar en las alturas.

 

Pocas fotos en esta parte. Tan solo una en el Puente Colines con el barrio de El Castillo arriba y por donde si todo iba bien volvería a la tarde.


Bulnes aún más solitario si cabe que Poncebos, tan de mañana. Paro lo justo para cargar algo de agua en la fuente, que venía de vacío.


Salgo de Bulnes por la habitual senda de Cambureru, pasando junto a la cascada de la Boluga, seca en esta ocasión.


La senda atraviesa la estrechez de la Boluga de Castisierra, para dar paso a la canal de Balcosín.


Balcosin. Impresionante lugar. De esos que no te cansas de visitar. En toda esta parte pocas fotos, ya que es de sobra conocida y la luz tampoco estaba para ello, con fortísimos contrastes.


En el escalón de La Garganta sigue la cadena que hoy me viene especialmente bien, ya que me lo encuentro muy húmedo y resbaladizo.


Jou Baju. Allí la senda gira a la derecha para entrar en la canal de Cambureru. En la parte alta de la misma ya daba el sol. La mañana estaba siendo muy fría y ya tenía ganas de salir al sol.


Atrás de queda el Jou Baju.


La canal de Cambureru, con la senda bastante desdibujada, pero que aún así se deja subir bastante bien.


En la majada de Cambureru salgo por fin al sol. Allí me cruzo con un grupo que bajan de Urriellu mientras le echo un vistazo al acceso a la collada de Ties, que una vez más se queda "para otro año".


La majada de Cambureru llegó a contar con un buen número de cabañas, ya todas en ruinas.


La típica foto desde la zona alta de Cambureru, con la collada Ties a la izquierda y los Collaos a la derecha. Por ahí todavía me queda trabajo por hacer.


A la salida de Cambureru paro un rato a dejar que el sol me caliente. He subido sin prisas, pero sin paradas. Me parece que voy bien, así que disfruto de las primeras vistas completas del Picu. Justo aquí, al inicio del "pedreru" que se ve a la derecha y por donde sigue el PR con sus marcas blancas y amarillas, hay un cruce marcado con un jito. Si nos fijamos veremos que una tenue senda entra en llano a la izquierda. Es el camino de Jou Lluengu.


La senda va a cortar casi en llano, e incuso perdiendo algo de altura, a la izquierda, buscando el fondo del Jou Lluengu que es, pues eso, un jou largo por el que vamos a ir subiendo, siempre con el Picu al frente.


Subida muy cómoda y guapa, y muy diferente a la del PR. Seguramente mala en invierno ya que esto es muy sombrío y aquí la nieve debe de aguantar mucho. No la conocía y me gustó mucho. Más que la del PR. Por aquí habrá que volver.


La salida del Jou Lluengu se hace por un estrechamiento que no deja indiferente, tal es su angostura. Si estiras los brazos, casi tocas ambas paredes.


Poco después se sale a una zona ya mucho más abierta, ganando enseguida el camino de Pandébano, pero ya casi en la misma vega de Urriellu.


Y llego así al refugio de Urriellu. Sin haber mucha gente, estaba animada la vega, con varios grupos que iban y venían. Subía con la idea de parar a tomarme un café, pero la vega sigue en sombra y hace un frío del copón. Además he subido bastante bien, mejor de lo que contaba, y tengo miedo a quedarme frío y que luego me cueste arrancar. Así que desisto del café y prefiero seguir hasta la Corona del Rasu, donde ya daba el sol.


Así que sin apenas parar en el refugio, continúo subiendo hacia la Corona del Rasu.


Subo la pequeña ferrata y gano la Corona del Rasu. Aquí si, al sol y con semejantes vistas haré una parada larga, para comer algo, beber y descansar un rato. La mayor parte del desnivel ya estaba hecha. Ahora tocaba disfrutar de las vistas y de la casi soledad de Picos a finales de septiembre.



Otra de las rutas que se quedaron en el tintero este verano fue la de los Campanarios, bajando por la canal de Lebaniego. Pues nada. Para 2023.


Desde la Corona del Rasu también tengo una magnífica vista de las Torres Areneras y el Neverón del Albo.


El Diente de Urriellu por delante del Neverón de Urriellu.


Tras un buen rato en modo contemplativo seguía ruta, continuando por la senda que asciende hacia la collada Arenera, mientras veo la Sierra del Cuera y el mar Cantábrico.



La collada Arenera ya a tiro y a su derecha las Torres Areneras I, II (flecha) y III, que son el objetivo del día. Vistas desde este lado impresionan, sin duda.


Alcanzo la collada Arenera desde donde vuelvo la vista atrás.


Estoy al pie de la espectacular primera Torre Arenera. Pues nada, al lío.


Dejo la senda que desciende desde la collada Arenera y subo hacia la base de la primera torre para bordearla por su izquierda. Subo una serie de gradas y luego un largo pedrero al pie mismo de ellas. En la parte alta del mismo dejo la mochila. Allí entra a la derecha la canal de acceso.


Las vistas desde aquí ya son espectaculares. Un anticipo de lo que me espera arriba. Torrecerredo y Cabrones.


Se sube primero por una corta canal muy sencilla. No demasiado vertical y con resaltes que se superan con trepadas sencillas. Además se va bastante encajonado, por lo que no hay patio.


Se sale de ella a la izquierda, cruzando luego una vira que puede resultar un tanto aérea, pero que es bastante ancha y gana una especie de horcada. Allí me cruzo con un par de montañeros que bajan de cumbre y con los que charlo un poco. Desde el hombro izquierdo de la horcada le tiro una foto a lo que me resta de ascenso. Una trepada para salir de la horcada y luego seguir subiendo a plomo hasta arriba, dejando bastante patio a la derecha, pero no hace falta ir muy próximo al borde.


Gano la cresta cimera en el extremo entre la primera y la segunda torre, que están separadas por una profunda horcada, de manera que no se pasa a la primera. Abajo se ve perfectamente la senda que sube a la horcada Arenera.


Una corta y sencilla cresta me lleva a la cumbre de la segunda Torre Arenera. Pues nada. A disfrutar de las vistas. La primera, como no, para el Urriellu con Peña Castil a su izquierda.


Neverón de Urriellu y a su derecha la Torre de la Párdida que había visitado sin ir más lejos el año anterior.


Torrecerredo y Cabrones.


En el círculo el refugio de Cabrones, a donde iría más tarde, al pie de los Cuetos del Trave. Por detrás de los Picos de Dobresengos se eleva el Cornión.


Cabrones con el zoom a tope.


Peña Santa, ya en el Cornión.


La tercera y cuarta Torres Areneras, impresionantes agujas.


Sierra del Cuera, Peñas Cabriegas, Sierra de Cocón, ....


Abusando del zoom, las playas de San Vicente de la Barquera por detrás del Cuetu la Cerralosa.


Por detrás de Peña Cstil se alza la Morra de Lechugales, ya en el macizo de Ándara.


Autofoto de cumbre.


Y un par de panorámicas, una de la zona alta del macizo. Y es que esta cumbre me sorprende por unas vistas preciosas, además de que su ascenso no es en modo alguno complicado, pero a cambio ofrece el aliciente suficiente para hacerla muy interesante.


Otra al resto de las Torres Areneras con el Neverón del Albo detrás. Le metí un tiento a la tercera torre. Crucé la arista que las une para echarle un vistazo. No parece complicada como tal, pero tiene un patio de los de poner los pelos de punta. Acojona, la verdad. No me pareció sitio para meterme yendo solo. Se queda para otra ocasión.


Pues nada, para abajo. Horcada, vira y canal.


Recogí la mochila y sin llegar a la horcada Arenera me tiré abajo a cortar la senda de Cabrones, con los Cuetos del Trave ya al frente y marcándome la dirección.



Se pierden una buena pila de metros. Ya cerca de dar vista a Cabrones tiro una foto atrás, a la horcada Arenera (flecha).


Toca cruzar el Jou del Agua hasta la collada de salida desde la que ya se verá Cabrones. Aquí me crucé con un par de montañeros con los que charlé un rato y poco después me alcanzaron dos correchiners. No se de donde eran pero conocían de Picos lo que yo de Sierra Morena. Ni puta idea de por donde andaban. Poco pasa para lo que se ve.


Los Picos de Dobresengos ya sobre la vega de Cabrones.


El refugio estaba petado. Increíble la cantidad de gente que había para ser casi octubre. Un grupo de no menos de veinte franceses además de varios grupos más. Demasiado jaleo para mi gusto. Cargué agua fría en la fuente y me busqué un comedor más tranquilo. Y qué mejor sitio que la collada del Agua, con vistas al Cornión. Ni un ruido. Soledad. Paz.


Tras la comida y un casi pigazu, tocaba empezar a pensar en bajar. Regreso al refugio, aunque en realidad ni me acerco y salgo directo a la senda que deja la vega. Una última vista a la segunda Torre Arenera (flecha).


Y la eterna foto del refugio y vega, con las agujas de Cabrones detrás. Otra estampa de las de recordar.


El descenso desde Cabrones se hace largo y vale más tomárselo con paciencia. Cruce del primer largo de cuerdas.


La Sierra del Cuera en toda su extensión.


Segundo largo de cuerdas. Lo digo cada vez que paso por aquí. Esa cuerda hay que cambiarla por un cable o una cadena.


Los Albos a la derecha en todo momento. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero debe de ser que todavía no ha pasado el tiempo suficiente y a mi sigue sin apetecérseme lo más mínimo volver al Cueto del Albo. Peste de cumbre.


Al llegar a la Campa del Trave la hierba toma el relevo a la caliza. Allí paro un rato a descansar. Se que, curiosamente, es esta parte la que más pesada se me va a hacer. Y es que aquí se pierden unos 400 m hasta Colláu Cima. En todo ese tiempo las vistas apenas cambian y el descenso se hace muy monótono.


Ya en la parte baja dejo a la derecha la entrada a Orandi, con el Cueto del Albo al fondo.


Cabezo Llerosos al otro lado del Cares.


Las praderías de Amuesa, con un buen rebañao de vacas metidas en la laguna.


En Colláu Cima doy vista a la Canal de Amuesa. Me quedan casi otros 600 m de desnivel hasta la Fuente del Tornu y ya empiezo a soñar con ella. Esta parte la bajo a buen ritmo, adelantando a un par de grupos.


Una vista atrás.


En la fuente del Tornu hago una nueva parada a beber y refrescarme un poco. No es que haya sido un día caluroso, pero la paliza ya empieza a pesar. Desciendo hasta Bulnes de Arriba y encaro la última parte, la canal del Texu.


Mucha gente en las Salidas de Bulnes y no todo el mundo acostumbrado a andar por estos sitos. Paro un momento con un par de personas. Uno parece ir muy cascadín, pero al poco suben algunos de sus compañeros a buscarlos. Los dejo allí, dándole ánimos para seguir.


Poco después llegaba a Poncebos con una buena calcetinada en los pies. Cambio de ropa y a lavarme un poco y con las mismas a tomarme una cerveza allí mismo, en Poncebos. La "alegría" de la jornada llegaría en forma de sorpresivo (y no anunciado) corte de carretera por obras que nos dejó a un buen número de coches - incluidos profesionales turísticos de la zona, lo que me confirmó que no se había anunciado dicho corte - tirados en Poncebos hasta después de las 8 y media de la tarde. No llegaría a casa hasta cerca de las 11 de la noche. La gracieta cojonuda. Os dejo el track.



Un saludo
Cienfuegos

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