Camino Primitivo. Etapa 10: Lugo - Ferreira

Décima etapa del Camino Primitivo entre Lugo y A Ponte da Ferreira. Etapa un tanto insulsa en cuanto al recorrido al hacerse en gran parte por carretera. De hecho es la primera en la que el asfalto es el protagonista. A cambio, podemos disfrutar de la visita a algún punto interesante, como la iglesia de San Vicente del Burgo, separándose no más de un par de cientos de metros del Camino. También es la primera etapa en la que vemos realmente mucho peregrino. El hecho de que Lugo esté a 100 km de Santiago y sea la distancia mínima para conseguir la Compostela, parece notarse.

DATOS DE LA ETAPA

• Punto de Inicio/Punto de Fin: Lugo/Ponte de Ferreira
• Hora de inicio: 8:41 horas
• Hora de finalización: 15:46 horas
• Tiempo total invertido: 7:05 horas
• Distancia total: 27 Km
• Desnivel acumulado positivo: 753 m
• Desnivel acumulado negativo: 633 m
• Velocidad media en la etapa: 3,08 Km/hora
• Velocidad media en movimiento: 4,77 Hm/hora
• Albergues entre la salida y la llegada: Si, en Alecrín y algún punto más, además de Lugo y Ferreira, evidentemente.
• Bares y tiendas a lo largo de la etapa: Si, en Alecrín, además de Lugo y Ferreira, evidentemente. También hay un punto con máquinas de autovending en O Burgo.
• Tipo de terreno: Etapa con mucho asfalto, y tramos de pistas de tierra.
• Curiosidades: Si bien no está indicado, a solo unos 100 m del camino, en O Burgo, merece la pena la visita a la iglesia dedicada a San Vicente.

Tuvimos que darnos un paseo por Lugo para encontrar donde desayunar y donde comprar pan, pero al final lo conseguimos y no fue mala elección, ya que el bar estaba en la cabecera de la Ronda do Carme, por la que precisamente sale el Camino de la ciudad. Así que tras el desayuno bajamos hacia la Ponte Romana por la que cruzaríamos sobre el río Miño. Allí nos despide un legionario. 

Río Miño

Era temprano, pero ya había pescadores en el río, mientras nosotros avanzamos primero paralelos al Miño, pasando junto al Club Fluvial de Lugo.

Toca comerse después un buen trozo de carretera, mientras subimos primero hacia Louzaneta, con los lirios ya en flor.

En un tramo tenemos una especie de arcén terroso que se agradece al ir fuera de la carretera, cuando el calor ya empezaba a apretar pese a lo temprano que era.

Ya hacia un par de etapas que habíamos visto los primeros cabazos. Pasado Lugo ya no veremos más hórreos. El cabazo es "o rei".

También hemos dejado atrás ya las montañas del centro y oeste de Asturias. Incluso las alomadas formas del entorno de A Fonsagrada quedan atrás. Aquí el relieve es mucho más plano.

Pasamos por Seoane donde nos saltamos la iglesia de San Xoan do Alto, con un curioso pórtico exento de la nave, algo que vería después y que seguramente hubiera sido interesante visitar, y seguimos a Carrigüeiros.

Una fuente con una mesa en una zona un tanto encharcadiza, a la entrada de O Burgo.

En O Burgo no hay bar, pero en su lugar hay un refugio para peregrinos que sería el mejor que vimos en todo el camino, el Vending Casa Zapateiro. Limpio, cuidado, con baños, máquinas de café y de autovending. Microondas, fregadero, mesas, sillas,...perfecto. Pese a que era temprano, no nos resistimos a tomar un café.

Fue un acierto porque estando allí salió el dueño, un paisano muy majo con el que estuvimos hablando. Nos comentó que había misa y nos instó a visitar la iglesia de San Vicente del Burgo, aprovechando que iba a estar abierta. Y no nos dejó indiferente. Un edificio precioso, perfecto ejemplo del barroco gallego del Siglo XVIII

Tras la visita, seguimos por carretera. En esta jornada sería la tónica general. 

A la altura de San Antonio por fin nos salimos del asfalto para tomar un precioso camino. Por desgracia es un tramo corto.

De nuevo salimos a la carretera que toca seguir hasta San Romao, con tan solo algún corto tramo de camino. Corto, pero guapo.

Molino en Rego da Cova

A la entrada de San Romao pasamos frente a la iglesia de San Romao de Retorta. Otro ejemplo bien chulo de iglesia rural gallega, edificada dentro del camposanto.

A la salida de San Romao hay bar, aunque nosotros lo pillamos cerrado. Esta poco después de un miliario romano del Siglo II, localizado hace años aquí. Pertenecía a la Vía XIX o Vía Antonino, que comunicaba Braga con Lugo. En realidad lo que vemos es una copia. El original está a buen recaudo en un museo. 

Desde San Romao alternamos pistas y estrechas carreterinas, mientras subimos un repecho para luego descender hacia A Grela, habiendo dejado atrás el albergue de Guntín.

A Grela se alza unos metros sobre el fondo del valle del Rego do Burgo. Allí hay albergue que también es bar, y al lado una mesa con bancos de piedra que nos vino de perlas para parar a comer y tomar después un café con hielo en el bar.

Coincide que el dueño del albergue es, además, el taxista de la zona, así que quedamos ya con él para que nos fuera a recoger más tarde a Ferreira. Una parada de esas que salen perfectas. 

El fin de etapa estaba cerca, pero aún quedaban un par de repechos, uno para subir a Vilacarpide y tras bajar un poco, otro para subir por O Pacio.

Nosotros bajaríamos hasta A Ponte da Ferreira, para finalizar allí la etapa, aunque luego desandaríamos unos metros hasta el bar Cantina Ferreira, al lado del albergue, ya que allí habíamos quedado con el taxista.

Esperamos tomando una cerveza y luego para Lugo (40€) por un precio que ya parecía el estándar que se cobra por etapa del Camino en Galicia, independientemente de los kilómetros recorridos.

Un saludo

Cienfuegos