03 enero 2023

Libro recomendado: Dead Mountain

Dead Mountain
Los sucesos del paso Diátlov
Donnie Eichar
Ediciones Desnivel

A finales de enero de 1959 un grupo de diez estudiantes del IPU - Instituto Politécnico de los Urales - salieron de la ciudad de Ekaterimburgo para realizar una excursión de varios días que les habría de llevar a la cumbre de la montaña de Gorá Otorten, de 1.182 m, en los Urales. Se dirigieron en tren a Ivdel y después en camión a Vizhai. Al día siguiente uno de los integrantes, Yuri Yudín abandonaría la expedición por problemas de salud. Sus nueve compañeros emprenden entonces un largo recorrido en esquíes que los llevará hasta la ladera oriental de la montaña de Holatchahl, la Montaña Muerta para las tribus mansi de la zona. Allí instalarán el que será su último campamento. Dos semanas después un equipo de rescate localizará la tienda abandonada y los primeros cadáveres. Lo que sucedió en la noche del 1 al 2 de febrero y que provocó que nueve experimentados montañeros huyeran de la seguridad de su tienda de campaña, para salir a la oscuridad de una noche con temperaturas de hasta -30º, con escasa ropa y casi descalzos, sigue siendo 60 años después un misterio para el que se han intentado buscar todo tipo de explicaciones.

El libro de Donnie Eichar, intenta arrojar algo de luz sobre la muerte de aquellos malogrados nueve montañeros y lo hace a través de un libro de amena lectura que se organiza en tres historias paralelas. Por un lado, la de los propios excursionistas y los días de su aventura hasta la noche del 1 de febrero, contado a través del contenido de sus propios diarios y fotografías. Por otro, la de los equipos de rescate y posteriormente los trabajos de recuperación de los diferentes cuerpos, trabajos que se prolongarían hasta el mes de mayo. Y por último la del propio Donnie que no duda en viajar a Rusia para repetir en pleno invierno la expedición hasta lo que ya se ha dado en llamar el Paso Diátlov, en honor al lider del grupo, Igor Diátlov.

Tienda de campaña tal y como se localizó

Los sucesos del paso Diátlov han dado para escribir mucho, sobre todo en su Rusia natal. El hecho de que los cuerpos estuvieran repartidos en un área de aproximadamente 1,5 Km2 alrededor de la tienda, con escasa ropa y casi descalzos. Que las pertenencias estuvieran ordenadas dentro de la tienda, o que ésta presentara cortes en la lona realizados de dentro a afuera, como si alguien hubiera intentado escapar a toda prisa, así como las lesiones que presentaban algunos de los cuerpos con quemaduras, costillas y hasta cráneos rotos, por no hablar de altos niveles de radiación en las ropas, han disparados todo tipo de hipótesis.

Un posible ataque de individuos de la tribu mansi o de propios soldados de la antigua URSS, efectos de pruebas con misiles en plena guerra fría, tornados, avalanchas y hasta otras teorías más conspiranoicas como aliens y hasta yetis. De todo ha sido expuesto para intentar dar explicación a este enigma sin resolver. Donnie Eichar no será menos y también expondrá la suya. La postura de las autoridades soviéticas tampoco ayudó ni a dar respuesta en el momento mismo de la tragedia, ni en los años posteriores. Se cambió a los responsables de los equipos de rescate y de investigación, se intentó acallar a las familias, se controló la repercusión de los entierros y finalmente se ocultó el expediente durante décadas.

Yuri Yudín a la izquierda

Sobre lo que realmente ocurrió solo podemos especular. Si tal y como dice el autor, una vez eliminado lo improbable quedará lo plausible, deberíamos dar con la solución. Sin embargo, en este caso no parece que sea una tarea tan sencilla. Y es que ya se lo había preguntado a él mismo el único superviviente de la expedición, Yuri Yudín, ¿En su país no tiene usted misterios sin resolver? Hoy lo que nos queda es un enigma y un monolito conmemorativo en el cementerio de Ekaterimburgo.

"Dos figuras caminan penósamente cruzando un paraje nevado. Es por la tarde, aunque sería difícil precisar la hora. El sol es solo una mancha más clara detrás de la cubierta de nubes. Sus amigos llevan diez días desaparecidos. Los hombres se repiten una y otra vez que esto es una misión de rescate, y no de recuperación. A través de la neblina que les desorienta y que desdibuja el relieve, distinguen algo que no es una roca ni un árbol. Una sombra oscura y gris. Al acercarse encuentran una tienda que se agita al viento, con el techo parcialmente hundido bajo el peso de las recientes nevadas. Gritan llamando a sus amigos, pero no hay respuesta".

Un saludo
Cienfuegos

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