En agosto de 2021 la sociedad propietaria del Salto de Urdón eliminó la pasarela de Matallana, acabando con la posibilidad de realizar el recorrido íntegro de la Canal de Reñinuevu, tal y como lo había hecho yo mismo en 2010. Pero si que se pueden seguir aprovechando alguno de sus tramos para realizar travesías entre Tresviso y Bejes o Urdón y Bejes. De esos viejos caminos nos íbamos a aprovechar nosotros para volver a aquellos salvajes parajes con una circular sencillamente espectacular. De La Hemida al collado de Osina, collado Oja, descenso por Pirilluenga al Nacedero, Tresviso, a Urdón por la senda de la Peña y vuelta a La Hemida.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 15/03/2023
- Zona: Macizo de Peñas Cabriegas
- Concejos: Tresviso y Cillorigo de Liébana (Cantabria)
- Inicio/Fin: La Hermida
- Distancia: 21 Km
- Desnivel máximo: 925 m
- Desnivel acumulado positivo: 1.435 m
- Tiempos: 8 horas
- Dificultad: Difícil. La senda del canal de Reñinuevu puede resultar aérea y en todo caso exige poner toda la atención en algunos puntos. Por otro lado, la canal de Pirilluenga podría presentar mucha maleza avanzado el año.
- Nota sobre el desnivel: El GPS en parte de la ruta, especialmente en la Canal de Reñinuevu tiene muy poca cobertura, por lo que el track dio no pocos botes, que intenté corregir ya en casa. El desnivel acumulado que indico es el que a mi me devuelve BaseCamp. Desconozco la razón por la que Wikiloc indica casi 2.400 m, valor que, obviamente, no es correcto.
- Track: hermida-bejes-reninuevo-tresviso-urdon-hermida
Aparcábamos en La Hermida con un día precioso de sol. De allí salimos en dirección a Panes para tomar en las últimas casas la pista que sube a la izquierda de la carretera.
Tras dejar atrás la última edificación alcanzamos un cruce donde un poste nos indica a la derecha la senda a Urdón. Por ahí regresaríamos por la tarde. De momento tocaba tomar la que subía a la izquierda.
Y lo que nos espera es un camino precioso como pocos. Toda una sorpresa. Un camino carretero que aún conserva gran parte de su enconchado y que asciende sin dar tregua por la Canal de Osina.
Tras un primer tramo en que se asciende por medio de un encinar, se cruza un pequeño pedrero en Las Narices.
Mala luz con el sol enfrente, pero vemos La Hermida ya bastante abajo.
Seguimos subiendo y pasando junto a viejas cabañas, como la de El Fresnu.
Y casi sorpresivamente, alcanzamos el Colláu de Osina, dando vista al valle de Urdón, con el Cuetu la Cerralosa al frente y bajo él, el pueblo de Tresviso.
También vemos las zetas de la Senda de la Peña por donde bajaremos ya de regreso.
Ascendemos hasta la cabaña de Las Veneras desde donde vemos la mole del Cuetudave, en el que intento imaginar el recorrido del Senderu Bermeju, aunque ese se quedará para otro día.
Dejamos atrás el collado de Osina e iniciamos el recorrido de la Sierra de Bejes. En un primer momento seguimos una estrecha senda que se interna en el bosque por arriba, aunque enseguida damos con el buen camino que va un poco más a la derecha, la Concha las Veneras.
El recorrido por arriba de la sierra es precioso. Vamos pasando junto a varias cabañas, dando vista al valle de Bejes. El Cabezu, los Dejos, los Ancinos, La Robre,...
A la izquierda el valle de Bejes con la carretera que sube desde La Hermida. Al fondo lo que sobresale nevado es el Samelar.
Una vista atrás, con el valle del Deva a la derecha y el Cuetudave a la izquierda, empastado con la Peña Llaneces.
Después de un buen tramo justo por la parte alta de la sierra, el camino se va a la derecha, a la vertiente del Urdón. Allí sigue una buena caja por medio de un robledal.
Al llegar a las arregladas cabañas de Matarreonda, el camino se vuelve pista por la que seguiremos ya hasta el collado Oja.
Al otro lado del valle vamos viendo en todo momento la Sierra de Cocón.
Por fin alcanzamos el Colláu Oja. Por él pasa la pista que asciende desde Bejes y sube hacia Ándara. En nuestro caso vamos a tomar el camino de la canal de Perilluenga o Pirilluenga que baja a la derecha (flecha), aunque antes haremos una breve parada para picar algo al sol, ya que sabemos que desde aquí tocará pasar un buen rato a la sombra.
Al fondo a la izquierda se ven las cabañas de las majadas de Las Llamas y la Cerezal, por debajo del Cantu las Torres.
Tras el "pinchamen" seguimos ruta. Vamos a bajar la canal de Pirilluenga hasta enlazar con la senda de la Canal de Reñinuevu, o como dicen en Bejes, la Canal de Roñunuevu. La senda baja los prados y se pega a las paredes de la derecha.
Después da un giro para bajar mayormente por la izquierda de la canal, por medio de un denso bosque de avellanos, la Cagiga los Garamales. La senda es evidente en todo momento y en la parte alta no presenta maleza, al menos en estas fechas.
Alcanzamos una especie de hombro en medio de la canal, con un crestón rocoso que dejaremos a la derecha, la Pica Pirilluenga, para seguir bajando por el evidente canal que se abre a su izquierda.
Lo más llamativo es que bajamos junto a largas murias que en otros tiempos debieron cerrar buenas fincas. Hoy todo aquello es monte, pero aquí hubo vida y trabajo, mucho trabajo.
La senda va a iniciar un prolongado descenso por medio de amplias zetas. El camino sigue siendo muy evidente y se muestra limpio, mucho más de lo que contaba. El ruido del río nos llega desde bien abajo y la falta de hoja en los árboles nos facilita ver que el río Urdón viene con un buen caudal.
Solo en la parte baja la maleza empieza a comerse la senda. Me imagino que avanzado el año estará bastante peor. Nosotros bajamos bien hasta alcanzar el nivel del canal de agua de la Central Hidroeléctrica de Urdón.
En otros tiempos podríamos tomar el canal en dirección a Urdón. Hoy día eso ya no es posible. Se han colocado paneles que nos indican que la senda del canal está cortada desde agosto de 2021, así que solo hay una opción, seguir bajando por la senda que desciende desde el canal.
Entramos en la parte más espectacular del recorrido. La senda discurre al pie de verticales paredes y a muchos metros sobre el fondo del valle. No es un recorrido especialmente peligroso, pero sin duda no es sitio para despistarse.
Una vista del valle del río Urdón hacia aguas abajo.
Cruzamos una primera vaguada, la Canal de Cárcaba, por la que en estas fecha baja algo de agua.
El nivel de agua en el río Urdón nos adelanta que el manantial va a estar guapo.
Llegamos al paso de Media Galería. Allí la senda va excavada literalmente en la roca formando eso, una media galería.
Es un tramo en el que lo normal es que caiga agua, así que el suelo estará húmedo. Cuidado con los resbalones que aquí se pagan caros.
Subimos por la Media Galería, que vamos dejando atrás.
La siguiente vaguada es la Canal del río Chicu que cruzamos por un pequeño puente. Allí disfrutamos de las vistas de una preciosa cascada, aunque en realidad es un aliviadero del propio canal de la central.
Tras el cruce del río Chicu la senda gana altura hasta alcanzar la Caseta de Reñinuevu, que forma parte de las instalaciones de mantenimiento de la central de Urdón. Desde este punto la senda está mucho mejor mantenida.
Una sucesión de escalones nos alzan nuevamente al nivel del canal junto al que habremos de seguir un tramo. El muro del canal es estrecho pero en todo momento tendremos una barandilla a un lado, o incluso a los dos. Aún así, sigue siendo un sitio donde poner cuidado.
Finalmente abandonamos el canal para descender hasta el Puente de La Bardina, desde el que seguimos ascendiendo ya por la margen izquierda del río. Próximos ya al Nacimientu vemos que el manantial arroja tal cantidad de agua que el canal es incapaz de transportarla, vertiendo el excedente por varios puntos. Todo un espectáculo.
Nos acercamos un momento hasta la Cueva del Nacimientu, donde brota el manantial de Urdón, uno de las principales puntos de descarga de agua subterránea de los Picos de Europa, si no el mayor de todos ellos.
Desde la Bardina el Nacimientu tomamos la senda que habrá de llevarnos a Tresviso. Nos toca ganar una buena pila de metros. Unos 500 m de desnivel.
Con una cerrada curva, la senda entra en las Armaduras, donde nos toca ascender un duro repecho gracias a una larga sucesión de escalones.
En el tramo más pendiente y estrecho, la senda va protegida por una barandilla y más recientemente se ha añadido incluso una cadena.
Un impresionante descenso a la Bardina del Nacimientu.
A medida que ganamos altura volvemos a disfrutar de las vistas y vemos la canal de Pirilluenga por la que hemos descendido desde el collado Oja.
Abajo se queda el canal de agua.
La senda sale de las Armaduras, pero la pendiente aún no suaviza.
Ganamos un hombro en la Jorcá Cañimuelle, en el que la senda gira sobre si misma, para hacer un cruce hacia la derecha atravesando una amplia canal, la Canal de Urdón.
Pasamos por los invernales de Llosa Cima, con varias cabañas en ruinas, cuando ya habremos enlazado con las marcas blancas y amarillas del antiguo sendero del PR "Entorno de Tresviso", hoy día descatalogado y que se ha balizado de forma diferente.
La senda asciende desde Llosa Cima retorciéndose en varias revueltas por la Valleja Argumosa.
Y sigue subiendo por medio del Monte Robréu, un buen robledal como su propio nombre indica.
Por encima del robledal se abren las fincas de Prau Lléu, casi una llanada comparado con todo lo visto desde el río. Cruzando el prado alcanzamos una primera pista, que cruzamos para seguir subiendo por senda, y ya en una segunda pista ascendemos un corto tramo hasta salir a la carretera casi a la entrada misma de Tresviso. Llegamos a muy buena hora. Tan a tiempo que paramos a comer en la terraza del bar, tomándonos una cerveza y hasta un café. Y es que al ser un día de entresemana en marzo, Tresviso no podía estar mas tranquilo y hasta teníamos el bar para nosotros solos.
Pero había que seguir ruta. No hubo tiempo a siesta. Así que salimos de Tresviso tomando la Senda de la Peña.
Volvemos a dar vista al Cuetudave, empastado con las peñas del otro lado del valle del Deva, y con el collado de Osina a la derecha de la foto.
A las afueras de Tresviso habremos pasado junto a un área recreativa, pero un poco después alcanzamos otro par de mesas al pie de una destacada pica, en cuya cima se ha instalado un pequeño mirador. Es el Coteru la Llosa y no dudamos en auparnos a él. Casi en su vertical vemos las cabañas de los Invernales de Prías. Al otro lado del valle, tenemos una vez más el collado de Osina (flecha).
Hacia la zona alta del macizo de Ándara no teníamos buena vista, pero volvemos a ver el Samelar y el Macondiú.
Seguimos bajando. A la altura de los Invernales de Prías vemos la esbelta aguja del Coteru la Llosa, en donde se ubica el mirador que acabamos de visitar. Buena tapia la que se abre bajo el mismo.
La senda se aproxima al borde de la canal del Cantu la Ardina. Otra buena atalaya. El Cuetudave al frente.
La Senda de la Peña se retuerce en decenas de revueltas hasta alcanzar el nivel del río.
Vamos bajando con calma. Aunque parezca poco, el camino entre Tresviso y Urdón se hace largo. Son más de 800 m los que hay que perder. En la ladera del Cuetudave vemos la caseta de la cámara de carga de la central (círculo). Desde allí baja la senda del canal de agua por la Canal de las Aileras.
En la Posá Ciabedu paramos a disfrutar de las vistas sobre el Tombu Robru, esa característica pared abovedada (un tombu) de color naranja. Increíble que exista paso por ella.
Bajando por la Bardina y antes de acometer las curvas de la Canal de la Cerrosa volvemos a mirar con detenimiento el Tombu Robru,...
...y vemos la cuerda y parte de las armaduras que facilitan hasta cierto punto - poco, todo hay que decirlo - el cruce de tan impresionante paso, donde no parece que haya sitio ni para colocar los pies. Este se queda para otro día, pero ganas de conocerlo hay.
Vienen después las cortas revueltas que bajan por la Canal de la Cerrosa por la que perderemos metros rápidamente.
Una más al Cuetudave.
Por fin alcanzamos el nivel del río.
Cruzamos sobre el río Urdón por un primer puente a la margen derecha, donde enlazamos con la senda que baja por la Canal de las Aileras desde la caseta de la cámara de carga de la central y poco después, ya muy cerca del edificio de la central, volvemos a la margen izquierda.
Solo un poco más abajo arranca la senda que une Urdón con La Hermida y que nos viene de perlas para cerrar la circular sin tocar asfalto. Una pasarela metálica nos permite cruzar una vez más sobre el río Urdón.
En algunos puntos la senda va al borde mismo del corte sobre la carretera, por lo que es importante poner especial atención para no tirar piedras abajo.
Son unos 2 km los que aún habremos de recorrer. Parece tratarse de un viejo camino que se ha recuperado en algunas partes y habilitado como nuevo en otras, aprovechando los trabajos de colocación de las mallas anticaída de piedras. No es que resulte especialmente guapo al ir mucho rato junto a las mallas, pero la alternativa es la carretera y resulta bastante peor.
Aunque conserva algunos tramos chulos.
Unos metros antes de La Hermida alcanzábamos el cruce por el que habíamos pasado por la mañana. El pueblo estaba solo unos metros más allá.
La cerveza de turno caería ya de regreso, para partir el viaje. Una ruta bien guapa que da para segundas y terceras partes. Os dejo el track.
Un saludo
Cienfuegos
Sin duda una ruta espectacular.
ResponderEliminarUna lástima que nos hayan quitado los puentes por el canal que la hacían aún más atractiva.
El Tomburrobru también lo tengo pendiente.
Saludos.
Si, es una pena que se perdiera esa senda. Yo entender, entiendo la postura de la empresa, pero ahí podía haber hecho algo el Parque Nacional, el Gobierno de Cantabria o los Ayuntamientos para hacerse cargo de ella o alguna colaboración con Viesgo (ahora es Repsol, creo), no se. Ser es una pena. Y el Tombu,....joer, que ganas le tengo. A ver cuando cae.
EliminarUn saludo