11 noviembre 2023

Del Tres Mares al Bistruey desde Camasobres. Primer día

El verano se acababa pero a mi me quedaban días de vacaciones y el tiempo seguía siendo bueno, así que decidí sacar adelante el plan de conocer el extremo oriental de la cordillera cantábrica, el tramo donde habitualmente se suele iniciar o finalizar la transcantábrica, desde el Tres Mares al Bistruey. Para ello programé una amplia circular saliendo de Camasobres, en la que en este primer día subiría por el valle de Riocerezo hasta coronar el Tres Mares, continuando luego hasta la cercana Peña Labra. Descenso al puerto de Piedrasluengas y a recorrer la cordillera a caballo entre Palencia y Cantabria pasando bajo Peña Ciqueras y por la cumbre del Alto Pela Caballos para acabar pasando la noche en el refugio localizado bajo el Alto Velasco. La segunda jornada os la relaté AQUÍ.

DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 25/09/2023
  • Zona: Cordillera Cantábrica. Tramo: Alto Campoo - Puertos de Riofrío
  • Municipios: La Pernía (Palencia) y Pesaguero (Cantabria)
  • Inicio: Camasobres
  • Fin: Refugio bajo el Alto Velasco
  • Distancia: 28 Km primer día (52 Km entre los dos días)
  • Desnivel máximo: 950 m primer día (970 m en los dos días)
  • Desnivel acumulado positivo: 1.730 m primer día (2.760 m entre los dos días)
  • Desnivel acumulado negativo: 1.410 m primer día (2.760 m entre los dos días)
  • Tiempos: 10 y 1/2 horas
  • Dificultad: Moderada. En general esta primera etapa no presenta mayores problemas. No obstante la senda que recorre la cara norte del Tres Mares podría resultar un tanto aérea y desde luego la considero peligrosa en invierno. El descenso de Peña Labra tiene un tramo bastante tomado de escobero.
  • Nota: Wikiloc devuelve bastante menos desnivel acumulado (2.528 m) que el BaseCamp de Garmin (2.760 m), que yo creo que es el correcto.
  • Track: circular-al-tresmares-penalabra-y-bistruey-desde-camasobres-dos-dias


Tocaba madrugar ya que el viaje era largo. De camino una parada rápida en Puentenansa para comprar pan y tomar un café - todo ello en Panansa, un sitio muy recomendable - y por el puerto de Piedrasluengas a Camasobres, de donde saldría. Entre cargar agua, preparar mochila y demás, para cuando arrancaba eran más de las 9 y el termómetro aún marcada 5 grados. La previsión era de calor, pero de momento tocaba abrigarse. Recorro unos metros por la carretera hacia el puerto para enseguida tomar a la derecha una pista que vadea el río y entra en el valle de Riocerezo, con amplias vegas en su parte baja.


El ascenso por este valle va a ser una delicia. La senda, pues enseguida desaparece la pista, cruza diferentes vegas separadas por tramos de bosque y todo ello rodeado de crestas calizas. Realmente guapo. Algún zorro me observó desde la distancia suficiente como para que no pudiera sacarle una foto decente.



En un momento dado un marcado camino retrocede a la derecha para ascender al collado Sinmiedo continuando hasta una antigua mina. Desde ella se gana la zona alta del valle y parece ser una opción bastante utilizada a juzgar por los tracks que revisé mientras preparaba la ruta, pero yo continúo por el fondo del valle, que se estrangula en su parte media.


Para cuando el valle se abra de nuevo ya habré dejado atrás el ascenso habitual a Peña Abismo, aunque esa no es hoy mi guerra. Yo lo que vengo buscando ya lo tengo al frente, Peña Labra y Tres Mares.


Recorro aquellos extensos pastizales subiendo hacia la derecha y dejando tras de mi la alargada cresta caliza de Peña Abismo. En punteado el camino recorrido.


Subo a la derecha hasta ganar lo alto del cordal que separa mi valle, el de Riocerezo, del contiguo de Lombadero. Allí, rodeado de quitameriendas, hago una primera parada para quitar ropa, ya que la temperatura había ido ganando grados.


Desde este punto los pastizales ceden ante el escobero por lo que hay que procurar no perder la senda en ningún momento. Un primer tramo de pista me da paso a una marcada senda que va a ir ascendiendo a plomo por la ladera sur del Tres Mares. La idea es ganar el hombro que queda tras Peña Mesada, la blanca y redondeada antecumbre, que se ve a la izquierda.


Al ganar solo unos metros más ya empiezo a disfrutar de las vistas sobre los Picos de Europa.


La verdad que toda aquella ladera es un inmenso escobal. Por suerte la senda es clara y no cuesta seguirla ya que en caso contrario puede volverse un infierno. Abajo va quedando Peña Abismo, una montaña preciosa como iré comprobando a lo largo de toda la jornada. 


Por fin, ya cerca del hombro, el escobero va cediendo y la ladera se deja caminar mejor. Desde aquí ya veía el mirador de la cima del Tres Mares (flecha).


Por encima del hombro inicio una travesía a la derecha para así alcanzar otro hombro, más alto, y ya próximo a la la muralla que forma la sierra.


Una marcada senda me encamina a una oculta canal por la que se sube. Iba tentado de soltar aquí la mochila, ya que luego volvería a pasar por este punto, pero al final cargué con ella hasta cumbre.


Corta pero guapa canal.


En la horcada de salida doy vista al norte, a la Sierra de Peña Sagra y a los valles que descienden hacia el río Nansa.


La cima del Tres Mares está cerca, pero ganarla desde aquí resulta un tanto expuesto. En su lugar la bordearé por la senda que a la izquierda cruza la ladera norte.


La senda resulta espectacular y pese a resultar sencilla, hay que poner algo de atención en algún punto. También me la imagino peligrosa en invierno. A mi me pareció una preciosidad.


La senda, estrecha y con fuertes caídas al norte, traza una travesía casi horizontal, e incluso perdiendo algo de altura, hasta una horcada ya en la cresta norte.


En la horcada salgo a la vertiente este, la de Alto Campoo y subo por la pista para ganar la cresta cimera del Tres Mares un poco al sur de la cima principal, que forma aquí una preciosa arista de abismales caídas al sur. De hecho incluso vi la salida de la ferrata que la recorre. Días después leería algo sobre esta "curiosa" ferrata.


Últimos metros y cumbre en el Tres Mares, cima de original nombre pues efectivamente aquí según miremos veremos vertiente cantábrica a través del río Nansa, atlántica por el río Duero o mediterránea por el río Ebro.


La cima en si es guapa por las vistas que ofrece, aunque es una pena el destrozo de las pistas de esquí de la estación de Alto Campoo, además que personalmente me sobran todos los "argadiellos" de cumbre, mirador, esculturas, placas, buzones y belenes. Un simple buzón habría sido suficiente. La primera foto a la estación de esquí de Alto Campoo.


Por encima de las instalaciones de Alto Campóo veo Reinosa y el embalse del Ebro.


Al sur la afilada sierra continúa por el Cuchillón o Peña del Pando. En primer término se ven dos montañeros que dan idea del tamaño.


Sigo girando y veo el valle de Riocerezo por el que acabo de subir, con Peña Abismo. Al fondo se alzan las cimas de Fuentes Carrionas, con el Curavacas y Peña Prieta.


Un poco más al oeste el Bistruey, al que llegaría al día siguiente, tras pasar bajo Peña Ciqueras. Aunque de momento lo más inmediato sería Peña Labra.


Peña Labra con los Picos de Europa al fondo.


Y por supuesto la Sierra de Peña Sagra, que asciende puestos como futurible a visitar en la montaña cántabra.


Me siento en cumbre a descansar y comer algo mientras disfruto de las vistas y los detalles. Por ejemplo veo la sierra de los Vallines, encima del Puerto de San Glorio, cuya carretera se observa perfectamente. Por detrás, la mole de blanca caliza (flecha) que asoma ligeramente es el Corcadas, que había visitado un par de meses antes.


El Curavacas con el Pico Murcia asomando a la derecha.


Al suroeste, en la lejanía, alcanzo a distinguir Peña Redonda y Peña del Fraile. Otras en la lista de visitables.


Hacia el norte el día presentaba bastante bruma y, más que ver, se intuía la línea de costa en lo que debería ser la zona de Comillas.


Tras haber estado un buen rato en cumbre, disfrutando de las cumbres, habiendo comido y bebido algo, enviado varios mensajes y sobre todo descansado un tanto, tocaba seguir ruta, ya que aún faltaba mucho. De momento vuelvo por la misma senda hasta la horcada, volviendo a pasar sobre las vegas del Chozo con la Sierra de Peña Sagra al fondo.


Vuelvo a cruzar la canal a la base de la cara sur del Tres Mares y allí tomo por la senda que casi en llano recorre el pie de la quebrada cresta que une Tres Mares y Peña Labra, a la izquierda de la foto.


La senda, muy marcada en todo momento, acaba por volver a la cumbrera que va a ir recorriendo durante un tramo largo. Es un recorrido precioso, con amplias vistas al frente y a ambos lados.


Al pie de la cresta final de Peña Labra alcanzo un cruce donde veo que una senda baja a la derecha, mientras que otra sigue hacia cumbre. Se que más allá hay una posibilidad de descenso, con un destrepe, pero no lo conozco y al ir con mochila grande, prefiero bajar por aquí por lo que suelto la mochila y, más ligero, continúo a cumbre.


La cresta final vuelve a ser muy rocosa y quebrada, muy guapa y entretenida. 


Alguna horcada que da vista al sur.


Y cumbre de Peña Labra. El tramo desde el Tres Mares a Peña Labra me ha llevado más de lo que contaba. No por complicado, sino porque engaña la distancia. Las vistas son similares al Tres Mares, que obviamente gana en sus panorámicas hacia el sur.


Abajo el puerto de Piedrasluengas, por donde pasaré poco después, y muy lejos aún el Bistruey (flecha), donde finalizaré el recorrido de este tramo de la Cordillera Cantábrica.


La cabecera del valle del río Nansa, con el Cueto la Concilia a la derecha y el embalse de La Cohilla asomando en el extremo izquierdo de la foto.


Cueto la Concilia y Pico Cornón.


La cumbre de Peña Labra parece que se vaya a desmoronar en cualquier momento, tal es la cantidad de grietas que la recorren. La cresta cimera está formada por pudinga oscura, casi negra, que me recordaba al Curavavas.


Pues nada. Para abajo. Regreso al punto donde había dejado la mochila y tomo la senda que recorre la base de las paredes de Peña Labra, con el Tres Mares al fondo.


El descenso hasta el Puerto de Piedrasluengas es de los que te dejan las rodillas calientes, no en vano son cerca de 700 m de desnivel los que hay que perder. La primera parte me la encuentro un tanto tomada de escobero, por lo que mejor no perder la senda, pero va a ir mejorando a medida que pierda altura. Mientras bajo voy interpretando el recorrido que tengo por delante hasta el Bistruey (flecha).


Bajo hasta la Collada Mancebada, una amplia zona de pastos, desde la que me dejo caer a la izquierda, entrando en una vaguada por la que sigo bajando, pasando ya cerca de la carretera junto a un chozo. Al fondo a la derecha Peña Ciqueras o Peña Brez.


Por fin alcanzo el Puerto de Piedrasluengas y me acerco hasta su mirador con un buen panel explicativo de las principales cumbres que se pueden ver desde aquí. 


Ya era tarde y había hambre, pero el calor apretaba y prefería buscar algo de sombra, así que decidí seguir un poco más. Por encima de la carretera arranca una pista, balizada con postes como parte del Camino Lebaniego, por la que tomo. A este camino hasta el Collado Pelapotros se le denomina la Senda de los Rojos, ya que fue construido durante la Guerra Civil, para controlar este tramo de la cordillera. En un primer momento pasa al pie de la Cucuruta del Cueto y alcanza el Collado Tajes, donde tira el aire y hay sombra y donde, por fin, paro a comer. 


Comida, e incluso siesta hubo. La tranquilidad era absoluta y tenía todo el día para completar la jornada. Luego sigo ruta por la pista que atraviesa algún tramo de hayedo.


La pista cruza el Collado de Sobrepeñas y pasando a cara sur desciende hacia el Collado de la Espina. El trazado original de la Senda de los Rojos bordea el Coto Rusil por el norte, pero no me di cuenta y la dejé atrás. Una pena.



Desde el Collado de la Espina veo ya la vega de Corralejos al pie de Peña Ciqueras o Peña Brez.


Un nuevo tramo de hayedo de camino a Corralejos en el que por fin doy con una estupenda fuente en la que aprovecho para beber y cambiar el agua de las cantimploras.


Salgo después a la vega de Los Corralejos donde hay un buen refugio. Este era una de las opciones para dormir, pero aún era temprano y en caso de hacer noche aquí, me quedaría mucha ruta para la segunda jornada, así que decidí continuar, subiendo ahora hacia el Collado Corralejos y pasando junto a una nueva fuente (círculo).


Una vista atrás desde la fuente con la ubicación del refugio (círculo). El lugar es precioso para quedarse a dormir y por un momento valoro quedarme a pasar la noche, aprovechando para coronar Peña Ciqueras, pero finalmente sigo ruta.


En el Collado Corralejos la pista vuelve a pasar a cara sur, pero aquí si acierto a seguir la traza de la Senda de los Rojos que corta por cara norte en un tramo precioso donde parece haber sido literalmente tallada en la roca y con las agujas calizas de Peña Ciqueras de fondo.


El valle del río Bullón que baja hacia el Deva, con los Picos de Europa al fondo. La verdad que esta parte es de las más guapas del recorrido.


La senda me deposita al pie de una modesta loma por la que subo. Se trata del Pico Pelapotros, sobre el collado homónimo que le queda al sur. Buenas vistas nuevamente sobre Peña Labra y Tres Mares.


Al frente lo que veo es el Bistruey ya bastante más próximo, a la izquierda del Pico Corcina. La senda desciende hacia el siguiente collado, el de Vistrío,...


...y bordeando por el sur el Vistrío sigue bajando hacia el amplio Collado Susero, desde el que tocará remontar metros.


De camino disfruto de las vistas al sur, a los valles que bajan hacia Casavegas, con Camasobres, de donde vengo, escondido bajo una alomada y casi plana sierra que, aunque aún no lo sabía, cruzaría al día siguiente.


Alcanzo el Collado Susero, con una buena pista que sube desde Casavegas y pasa a Cantabria. Podría seguir por pista, bordeando por el sur la cumbre de La Lomba, pero una senda sube a plomo por ella, internándose en el bosque que resulta ser un hayedo espectacular.


Venía con la idea de pasar por la cumbre de La Lomba, pero me encuentro una senda tan guapa y que cruza un hayedo tan precioso, que renuncio a la cima y corto por el bosque.


Al norte me queda el valle de Caloca, cerrado en la margen contraria por las cumbres de la Peña del Cigal, la Peña Camponuera y el Pico Corcina.


Vuelvo a tomar contacto con una ancha pista por la que continúo aunque voy atento a un punto que quiero visitar.


Y es que aquí, en la cresta de las Peñas del Cerradillo y oculto desde la pista, se abre un llamativo ojal, el Bocarón o el Ojo de Caloca, una preciosa ventana por la que se divisa el pueblo de Caloca.


La tarde avanzaba y el sol empezaba a caer alargando las sombras, pero a mi ya no me faltaba mucho. Al frente ya veo la redondeada cumbre del Alto Velasco y al otro lado me espera un nuevo refugio en el que pasaré la noche.


Así que me tomo esta parte con calma, disfrutando de la luz de la tarde.



Por fin llego al refugio. Está bien. No tanto como el de Corralejos, ya que no hay tarima para dormir y toca hacerlo en el suelo, pero está limpio y recogido. El problema es que cuando me acerco a la fuente que hay un par de centenares de metros más adelante me la encuentro seca. ¡Problemón! Contaba con ella y tengo menos de un litro de agua. De momento lo de lavarse se queda para el día siguiente y tocará racionar un poco el agua de la cena para dejar algo para mañana. Preparo la cama y la cena y me subo a una tachuela que queda tras el refugio a disfrutar de la puesta de sol.


Poco a poco va decayendo la luz sobre la Sierra de Peña Sagra.


También sobre los Picos de Europa.


No fue un atardecer espectacular, pero tampoco estuvo mal.


La berrea estaba en pleno apogeo y a medida que caía la tarde los ciervos habían empezado a berrar por decenas alrededor. Mientras anochece observo como se eleva una luna de esas tamaño XL que iba a dar claridad durante buena parte de la noche.


Después de cenar tranquilamente a la luz de un par de velas aún saldría a ver las estrellas y oír la berrea, aunque la noche se presentaba fría, así que al poco tiré para la cama a leer un rato y coger el sueño. De momento llevaba 28 Km. Para el día siguiente me quedaban otros 24 Km. Pero eso, la crónica del segundo día, os la dejo AQUÍ.


Un saludo
Cienfuegos

2 comentarios:

  1. Perguapo y desconocío pa min. A estes altures yá nun espero pisar esos llugares y préstame poder conocelos d'esta manera. ¡Gracies!

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    1. Bueno, Arturo, hasta´l cumal del Tres Mares tiéneslo fácil. Ye dir en coche hasta la estación d´esqui de Alto Campoo. Llueu ye un paseín. De toes maneres, préstame que te preste.
      Un saludu

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