Nueva escapada exprés y nuevamente saltamos el puerto para conocer otra de las grandes montañas leonesas, el Bodón de Cármenes, en ruta circular desde el núcleo de Pontedo. Para ello recorreremos la preciosa y entretenida cresta de la Sierra del Mediodía de oeste a este, para regresar por el no menos impresionante hayedo que recubre su cara norte y que nos hace pensar que quizás hubiera sido mejor visitarlo en pleno otoño, cuando sin duda presentará sus mejores galas.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha: 10/09/2018
- Zona: Alto Torío
- Municipio: Cármenes (León)
- Inicio/Fin: Pontedo
- Distancia: 11 Km
- Desnivel máximo: 680 m
- Desnivel positivo acumulado: 750 m
- Tiempos: 4 h 30´
- Dificultad: Moderada. Se trata de una ruta en general sencilla en la que no obstante, debe ponerse algo de atención al recorrer la cresta, buscando los mejores pasos.
- Track: bodon_de_carmenes_desde_pontedo
Aparcamos junto a la Ermita de San Pelayo (1.165 m), en Pontedo, con una tarde espectacular, buena temperatura y cielos limpios.
Recorreremos Pontedo casi hasta su final en dirección a Canseco, buscando una pista que a la derecha desciende hacia un puente sobre el río de Canseco, cuando ya vemos las estribaciones del Bodón y la pedregosa canal por la que vamos a subir (centro de la foto).
La ruta no da tiempo a calentar las piernas. Nada más cruzar el puente tomamos unos metros la pista de la derecha para dejarla y encarar la pendiente canal, recubierta por un pedrero en su parte central.
Así, casi diría que de forma explosiva, alcanzamos la cumbrera del Bodón. Ya no nos bajaremos de ella hasta cerca del Peredilla.
Bordeamos la primera cota, la de La Atalaya (1.469 m) y damos vista al sur, a Cármenes con el Fontún asomando al fondo (dcha).
Continuamos ascendiendo y dejando bajo nosotros el valle que asciende al Puerto de Piedrafita, con Villanueva de Pontedo al fondo.
Villanueva de Pontedo y Pontedo.
La pendiente suaviza un tanto en un tramo, mientras nos vamos aproximando a la parte más quebrada de la cresta.
Al norte las vistas se abren hacia el Pico Huevo y La Morala, por donde estuve hace unos meses, como os conté AQUI.
Siguiendo por la cumbrera.
Una vista atrás.
La senda, muy marcada en este tramo, zigzaguea por entre los gendarmes que sobresalen en la cresta, pasándolos a veces por la derecha y a veces por la izquierda.
En un momento dado dejaremos momentáneamente la cresta para cruzar bajo ella por su vertiente sur, pasando bajo unos preciosos y extraplomados paredones.
Cruzando sobre las canales que se descuelgan hacia Almuzara, en el valle del Torío.
Nueva vista atrás de la zona que vamos cruzando.
Y hacia delante, cuando ya vemos la Sierra de Sancenas y el Correcillas, al otro lado del valle de Valverdín.
Nosotros volvemos a subirnos a la cresta en el tramo más guapo y entretenido, debiendo ir buscanso los mejores pasos en todo momento.
Ya vemos lo que resta a la cumbre del Bodón de Cármenes, aunque aún habrá que ir dando vueltas por entre los crestones que jalonan la zona alta de la cresta.
En un momento dado incluso habrá que pasar por un pequeño "agujero" en la peña.
Ya muy cerca de la cumbre pasamos nuevamente bajo extraplomadas paredes.
La zona baja del valle de Valverdín que desagua en el río Torío.
Y alcanzamos la cumbre occidental del Bodón de Cármenes (1.847 m), marcada por un mojón, máxima altitud de la Sierra del Mediodía. En realidad el Bodón presenta dos cumbres con una diferencia de cota de menos de un metro entre una y otra, siendo ésta la más alta. Una vista atrás a la cresta recorrida.
La cresta continúa hacia el éste, donde vemos la cumbre oriental y a la que nos dirigimos.
Hacemos cumbre en la cima oriental (1.846 m). En realidad no sabíamos cual de las dos era la principal. Paramos en ésta a picar algo mientras disfrutábamos de las vistas. Al norte, Fitona (izda), Huevo (centro) y La Morala (dcha).
La Sierra del Mediodía se alarga al este hacia el Peredilla, en el siguiente tramo que tendremos que recorrer.
Tras el Peredilla vemos alzarse el Cueto Cabañas y el Bodón, "el otro Bodón", por donde anduve el año pasado, como os conté AQUÍ.
Al sur la Sierra de Sancenas, con la Peña Sumidero (izda) y el Cueto del Calvo (centro), otra a la que habrá que meterle un tiento un día de estos. Y tras ella, a la derecha, el Correcillas o Polvoredo.
Más al suroeste vemos como el valle del Torío se estrangula en las Hoces de Vegacervera.
Al norte de la sierra las laderas aparecen tapizadas de un denso hayedo. Por él regresaremos más tarde. Al oeste las vistas eran nulas por la baja posición del sol y apenas se veía el Fontún, pero imposible ver más allá, hacia Las Tres Marías.
Tras el primer crestón calizo que se observa, se esconde Canseco, cuyas casas asoman sobre él. Al fondo lo que vemos es la cordillera en la zona de La Fitona y el Huevo.
Tras un pequeño descanso seguimos ruta, recorriendo nuevamente la cresta, a tramos un poco por debajo de ella, por su cara sur.
Alcanzamos un punto en el que veremos bajo nosotros una amplia collada. A ella tendremos que bajar. En nuestro caso, seguimos un poco más por arriba, en dirección al Peredilla para luego bajar cortando a media ladera hacia la collada.
Nos despedimos de la cresta de la Sierra del Mediodía que sigue con sus caprichosas formas. A la izquierda el Peredilla, al que no llegaremos. A la derecha la Sierra de Sancenas.
Bajamos a la collada (1.568 m). Atrás se queda el Peredilla.
Encaramos el valle que se abre al oeste, con el sol ya muy bajo.
Hay que desechar las sendas que veamos a media ladera para bajar cerca del fondo del valle como tal, buscando la entrada al hayedo, donde daremos con un marcado camino.
Y el hayedo del Monte Bodón resulta ser un lugar precioso, de los que apetece repetir en otoño, cuando explotará en colores.
Bajamos acompañados del regato del Monte Bodón, un pequeño arroyo muy mermado en esta época.
En la zona baja el camino se convierte en pista. Hay que ir atentos a un punto donde deberemos dejarla. Podríamos seguir por ella y saldríamos a la carretera de Canseco un par de kilómetros por encima de Pontedo, pero en la linde del bosque, entramos en las primeras fincas de la izquierda, buscando una senda que las cruza casi en horizontal. El punto estaba marcado con un buen jito. El valle va a ir quedando bajo nosotros, cuando el sol ya teñía de rojo los montes.
Hacia atrás vemos la collada de donde venimos y por encima nuestro todo el cresterío recorrido.
En la collada Gutierre dejamos el valle del arroyo del Monte Bodón y entramos en el valle del río Torío. A partir de aquí la senda se convierte en pista. Las peñas que protegen Canseco ya estaban totalmente rojas.
A nosotros solo nos quedaba bajar por la pista que nos llevaría de vuelta a Pontedo, entrando al pueblo por el mismo puente por el que habíamos iniciado la ruta, cuando el sol ya había desaparecido tras las montañas.
Junto al coche volveríamos a ver la canal por la que habíamos subido hacia unas horas.
Cambio de ropa y para casa tras una tarde de lo más aprovechada. Hoy no habría tiempo a cerveza. Os dejo el track.
Saludos
Cienfuegos
Unos buenos ejemplares de tejo tiene ese hayedo.
ResponderEliminarSaludos Caleyeru
Pues no me fije, mira tú. Ser es un bosque precioso.
EliminarSaludos Pepe
Guapa ruta. Una tarde muy bien aprovechada. Saludos
ResponderEliminarSi que lo fue Sebas.
EliminarSaludos
La única vez que pasamos por esta sierra fue en febrero y con nieve y no pasamos por el bosque, pues lo hicimos en travesía así que nos encanta verlo desde esta perspectiva.
ResponderEliminarUn abrazo!
Si, recuerdo vuestro reportaje. Pues en circular resulta muy variado al incluir el hayedo. Merece la pena.
EliminarUn abrazo
Pues esta ruta nos la guardamos, a ver si este otoño, con las hayas doradas, podemos realizarla.
ResponderEliminarSi escogeis bien el día, puede ser de las de enmarcar.
EliminarPues ya me la apunto, no conozco la Sierra del Mediodía, y ahora en otoño por ver el Bosque será interesante, además no es excesivamente larga, y por lo que dices quitando algunos pasos por la cresta no parece muy complicada.
ResponderEliminarUn Saludo Javier.
Pues animaros, de verdad, que ahora mismo ya tiene que estar precioso.
EliminarUn saludo