26 noviembre 2018

Los Caspios por El Caneyu y El Muradal

No había tenido muchas oportunidades de disfrutar del otoño y la mala previsión para todo el fin de semana no ayudaba a mejorarlo. Sin embargo una ventana de unas horas sin lluvia el sábado por la mañana, me permitiría plantear una ruta cercana y sin muchas complicaciones, una oportunidad perfecta recorrer una zona de la Sierra de Peña Mayor por donde aún no había paseado, la de la vertiente que cae ya hacia Piloña, la de los espectaculares robledales y hayedos de El Caneyu y El Muradal, por los que ascendería a las cumbres de Los Caspios.


DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 10/11/2018
  • Zona: Sierra de Peña Mayor
  • Concejo: Nava (Asturias)
  • Inicio/Fin: Les Praeres
  • Distancia: 18,5 Km
  • Desnivel máximo: 715 m
  • Desnivel positivo acumulado: 1.000 m
  • Tiempos:  5 h 30'
  • Dificultad: Moderada. Si bien toda la ruta discurre por sendas claras, la cantidad de cruces existentes puede crear confusión. Por encima de El Muradal hay un tramo de senda muy tomada de maleza que la vuelve incómoda.
  • Track: los_caspios_por_el_caneyu_y_el_muradal


Mientras subía en coche hacia Les Praeres, el día amanecía espléndido, con los valles aún en nieblas mientras que por arriba se mostraba ya completamente despejado.


Aparqué junto al bar cuando el sol, aún muy bajo, daba en las laderas de Peña Mayor. Tal y como esperaba, los bosques parecían estar en su punto justo de color y así se veía en la mata de Los Fayacones.


Desde allí mismo veo asomar La Xamoca, a la izquierda de las tres cumbres de Los Caspios que esperaba coronar, aunque finalmente solo haría cima en la principal, la de Los Caspios de Breza o Tablazu (flecha).


Hago el primer tramo de pista rápido, a buen ritmo y sin apenas pararme, apurando la mañana para poder regresar a casa a comer y esperando que el anunciado frente de agua no me pillara. Pocas fotos pues en este tramo, por otro lado tan conocido. Paso sobre la cabecera del río del Pendón. 



Una vista atrás hacia Les Praeres, con la cumbre de La Varallonga a su derecha.


Alcanzo el Altu la Llama. Allí la pista principal inicia el descenso hacia Puente Miera, mientras que otra sube a la izquierda hacia Carbayal por donde tengo subido a La Múa, pero hoy tomo la de la derecha, que se dirige a la majada El Caneyu.


Los valles piloñeses aún permanecían bajo las sábanas de las nieblas.


Paso por El Caneyu, con alguna cabaña de esas de las que no me importaría ser propietario.


Desde la cabaña la pista da paso a un buen camino que se interna en un robledal.


Y del robledal solo puedo decir que me pareció una maravilla. Venía pensando en disfrutar de los colores de los hayedos, pero lo que no me imaginaba era encontrarme aquí con un robledal tan sumamente guapo. Quizás por inesperado fue, para mi, lo mejor de la jornada.


Aunque la verdad es que las nieblas y contraluces del sol mañanero ayudaron a convertir el paseo en algo casi mágico.


En los momentos es que salgo del bosque veo la zona alta de la Sierra de Peña Mayor, el entorno de Anés (dcha) por donde regresaré.


Empiezo a perder metros por medio del robledal, hacia el cercano arroyo La Foncella, tomando en los cruces siempre el ramal descendente.


Las hayas daban color al entorno.


Y las nieblas que de vez en cuando seguían envolviéndome.


Algunos robles tienen una envergadura realmente apreciable.


Alcanzo el arroyo y dejando la ancha caleya que sigue valle abajo, tomo otra a la derecha y valle arriba, que enseguida cruzará a la margen derecha.


Vadeo el río como puedo y salgo a un prado, en el que parece perderse el camino.


Aunque lo recupero por debajo del mismo. Continúa siempre con buena traza, internándose ahora ya en el hayedo del Monte Les Faedes.


¿Y que voy a decir del hayedo?  Pues que estaba espléndido. Con un colorido precioso.



Al otro lado del valle, el Cuetu Villeru.


Yo continúo disfrutando del bosque.


Imposible tirar mil y una fotos en este tramo.



Ahora en los cruces hay que tomar siempre el ramal ascendente, hacia la derecha. El camino va a acabar por subir con un par de amplias revueltas ladera arriba.


Al alcanzar las fincas de El Muradal, el camino llanea junto al linde de una amplia finca que hay que bordear.


Salgo así a una buena pista en la que tomo a la derecha, subiendo por ella.


Abajo se ven las fincas del Muradal. Las nieblas no acababan de levantar. De ellas emerge la cumbre del Niañu (izda) y la alargada cumbre del Vízcares (dcha).


También veo la cumbre del Pico Unquera, tras el que se esconde aún La Xamoca. Por cierto que el día parecía estar cambiando rápidamente y el cielo empezaba a encapotarse. El frente frío llegaba.


Subo por la pista hasta su final junto a una solitaria cabaña. Desde allí vuelvo a mirar hacia el Vízcares, en el centro de la foto, con La Llambria a su derecha.


A la derecha del Vízcares emergen  las nevadas cumbres de los Picos de Europa.


Unos metros antes del final de la pista, en una cerrada curva a derechas, tomo un sendero que va a ir subiendo ladera arriba. Está muy tomado de maleza y puede que sea mejor subir justo por la linde de la finca.


En cualquier caso vamos a alcanzar un colladín con una pequeña vega rodeada de acebos. Estoy ya en la cumbrera de la Loma del Rosellón que me va a conducir a Los Caspios.



Una vista hacia Les Praeres, de donde vengo. De izquierda a derecha, el Picu Redondu, la Varallonga, Xerra la Llama y la cuerda que conduce al Picu La Múa.


Las vistas siguen abriéndose hacia el oriente.


Al salir al cordal me alcanza un fuerte viento, mientras el cielo sigue encapotándose más y más. Ya veo al frente las tres cumbres de Los Caspios. El cordal que estoy siguiendo culmina en la de la izquierda, el Cuetu Diego Pando o Picu Rosellón (según el IGN). A la derecha de ellas asoma el Triguero.


La vega de Anés por donde bajaré. Por encima de ella el hayedo de la Mata Texíu ya se mostraba muy pasada de color.


Vízcares (izda) y Facéu (dcha). Entre ambos, los Picos de Europa.


Una vista atrás al cordal por el que voy subiendo, con La Múa al frente y la Sierra del Sueve emergiendo a la derecha.


Justo por la cumbrera hay un marcado sendero que se deja seguir perfectamente. Al frente el Cuetu Diego Pando o Picu Rosellón (IGN) al que finalmente no subiré. Ya lo conozco y tengo el frente frío encima. No conviene perder mucho tiempo. Acabaré por seguir una senda que me sacará directo a la collada situada a su derecha.


La verdad es que las vistas durante todo este tramo son espléndidas.


Bajo mi voy dejando la cabecera del arroyo La Foncella. Al fondo, en el centro de la foto, La Varallonga y a la izquierda la vega de Anés.


Obviando el Rosellón me voy directo a la collada de la Campa Pandestébano o de Arníz (IGN), en la que doy vista al sur, al valle del Nalón, con La Xamoca justo enfrente.


A la izquierda la Sierra del Crespón. En el centro la Peña Llorío con la Forcada elevándose tras ella. A la derecha Peña Mea.


Me salto también la segunda cumbre, Los Caspios de la Sibiella o Pandestébano (en el IGN) y sigo una marcada senda que la bordea por su cara sur.


Alcanzo la collada de Campa Sibiella y desde ella acometo el ascenso a la cumbre de Los Caspios de Breza o Tablazu (IGN), encarándolo por la cara oeste que mira a Breza, ya que sus caras sur y este son más problemáticas (lección aprendida en mi anterior visita desde la vertiente de El Condado que os conté AQUI).


Unas cuantas fotos desde cumbre. La primera a Campa Breza con sus cabañas y su refugio, donde parecía haber gente. Por detrás la antena del Pico Tremes en la Sierra de Peña Mayor.


A la izquierda Les Praeres y el Pico La Varallonga. En el centro el Altu la Llama y a su derecha el Pico La Múa.


Una vista hacia oriente, con el Vízcares fácilmente reconocible. El Facéu, la Llambria, el Campigüeños ... Los Picos de Europa empezaban a cubrirse de nubes.


La Xamoca


Las nubes se movían rápido y propiciaban bonitos juegos de contraluces por delante de la Peña Llorio o Pico el Cordal, al que me acercaría solo unas días después.


En cumbre tiraba un fuerte aire frío, así que baje unos metros a resguardarme un poco mientras picaba algo, frente a una preciosa ventana abierta al oriente. Allí me cruce con el único montañero de toda la jornada.


Y poco después seguía ruta. La amenaza de lluvia empezaba a ser preocupante. Ni me acerqué a las cabañas de Breza, ya que bajaría por el filo del cordal hacia Tremes.


Al otro lado del valle del arroyo La Foncella veo el pequeño cordal de la Loma del Rosellón por el que subí hace un rato.


Cruzo Tremes como puedo y es que el nombre no es por nada, ya que se trata de una inmensa "trema", una zona encharcada aún en verano y me acerco a su fuente, desde donde veo la vega de Anés y la Mata Texíu.


Y en vez de bajar por la senda directo a Anés, la dejo un rato para perderme por el hayedo de la Mata Texíu, ...


...y visitar alguno de sus tejos.





Finalmente me dejo caer a Anés. A la altura de la antigua majada se ve la mayor concentración de tejos, ahora fácilmente identificables, al destacar entre el colorido del hayedo.


Toca ahora recorrer Anés de parte a parte. Una vega que siempre me ha gustado.


Una foto hacia atrás. Desenfocada. Lo sé. Cosas de ir jugando con la cámara. A la izquierda asoma La Xamoca, por detrás de las tres cotas de Los Caspios, con el Triguero, o mejor dicho Triguera, a la derecha de ellas.


A la altura del Pico Xuncler alcanzo el collado Coballu, hasta el que llega una pista desde Les Praeres. Desde él veo el Picu Redondu (centro) y por delante de él, la collada de la majada Espines hasta la que voy a bajar.


Llego a Espines. Podría seguir bajando por la pista pero ésta se me hace pesada. Prefiero dejarme caer a la de la mañana que además me da la impresión de que iré más rápido, así que subo a la modesta cumbre del Pico Corbera o Fayacones (IGN).


Las cabañas de Espines. Por encima se ocultan las de Brañiella y más arriba quedaría la cumbre de Peña Mayor.


Recorro la cumbrera mientras veo a la izquierda el Picu Redondu y tras él La Varallonga, sobre Les Praeres.


Al frente La Múa y abajo ya asoma la pista que va de Les Praeres al Altu la Llama, hasta la que bajaré aprovechando una zona recien desbrozada cuando empiezan a caer las primeras gotas.


Llegar a la pista y empezar a llover fue todo uno, así que corriendo pista adelante hacia Les Praeres. Ni una foto en este tramo.

Para cuando me metí en el coche ya llovía con fuerza y el día se había cerrado definitivamente. El anunciado frente había llegado, pero a mi me había dado tiempo de aprovechar una mañana para seguir conociendo preciosos rincones de esta pequeña sierra, la de Peña Mayor. Os dejo el track.


Un saludo
Cienfuegos

6 comentarios:

  1. Vaya manera de aprovechar la mañana tan guapa.El robledal toda una maravilla. Vaya como te gusta jugar a perderte. La verdad es que la zona se adapta a ello.
    Un saludo

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    1. Gracias Sebas. En realidad este recorrido me lo descubrió Arturo Redondo que ese si que se conoce la Sierra de Peña Mayor como nadie. El robledal es una pasada, de verdad. Merece la pena acercarse a conocerlo.
      Un saludo

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  2. No cansan las fotos del hayedo, los tejos, las majadas, los Picos...lo tiene todo la entrada.
    Un saludo.

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    1. Gracias Tejón. Ni se las fotos que tiré en el hayedo. De hecho me costó hacer la selección.
      Un saludo

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  3. Bueno pues eso, que una maravilla...entre tú y Arturo esa sierra esta planchada. La verdad es que tienes unas fotos que son deliciosas, tienes un blog...y no te echo más piropos porque ya soy una pelma...Un abrazón

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    1. Arturo es el que la tiene dominada. Aún tendré que volver por la zona a recorrer algún camino que no conozco, pero lo próximo será uno por donde hace muchos años que no paso y que David me recordó hace nada.
      Un abrazo

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